A la Sierra de Francia
En un bello santuario,
allá en la cumbre más alta,
la Virgen que está en la peña
siempre vive acompañada.
Yo la llevo aquí conmigo,
en el espejo del alma,
aunque mis ojos no vean,
aunque no pueda mirarla.
Dejadme, quiero subir
hasta La Peña de Francia,
por esos valles callados
de la hermosa Salamanca.
Si no pudiera volver,
porque la muerte me llama,
regresaré desde el cielo,
envuelto entre nubes blancas.
Visitaré los caminos,
los páramos, las vaguadas,
los pinares, los castaños,
y esas fontanas de agua
que sacian la agreste tierra
y la sed más atrasada.
Dejadme, quiero vivir
otra vez la bella infancia,
en esos pueblos tranquilos,
sencillos por su elegancia.
Y, solo por una vez,
allí encontraré la calma,
el consuelo del amor,
y una luz a mi esperanza.
Juan A. Galisteo Luque
Accésit: III Certamen Sierra de Francia
Derechos registrados en Safe Creative
Fotografía del autor: Poemas 2017
Querido Juan, leyendote me vienen mil recuerdos de la Castilla de mi infancia:. Fuentes, pilones, montes y cerros.Campos de trigo, pinares y castaños.
Y me abraza la calma.
Besos inmensos.
Hola Luisa:
Sí, es muy importante soñar, porque forma parte de nuestra alma que siempre aflora al recuerdo.
Me alegro de que este poema haya despertado el tuyo de vivencias y de añoranzas.
Y así, mientras buscamos esa felicidad que a veces no es nada fácil … desde aquí te envío un fuerte abrazo. Juan.