Las cinco de la mañana. Por More

Tengo una pena que viste
de luto mi nochebuena
tengo una pena de noche
y de día tengo otra pena

!qué peligrosa enemiga
la desalmada cabeza¡
no descansa ni fatiga
de robarme la certeza

que inyectaste en mi coraza…
Dame fe en la vida eterna
dame una razón del alma
en la oscuridad linterna…

cuatro razones me mandas
cuatro heridas semiabiertas
cuatro promesas de vida
cuatro eslabones de un ancla…

tus cuatro hijos me bastan
para desatender la ira
para desaflojar la rabia
para encontrarte en vida

en cada cosa que haga
una ilusión perdida…
y es tu deseo que nada
turbe tu despedida

solo un instante turba
cada noche, cada alba
es ese instante que nunca
queda grabado en tu alma

ni es penumbra ni mañana
ni sombra ni luz… ni nada
es ese mágico instante
que las estrellas escapan

y la mañana aun torpe
se despega las legañas,
que aprovechan los silencios
para hablar de sus amadas

cuando el rumor de las aguas
pierde su turbia desgana
y su alegre borboteo
colorea la mañana

en ese segundo incierto
en que asida de mis manos
volaste a metas más altas
te sigo viendo en mi cama

beso de nuevo tu cara
y cierro tus ojos muertos
y veo tu vida que escapa…
y una lágrima dibuja

en el gesto de mi cara
el final de mi esperanza
en esa hora temprana:
las cinco de la mañana!

 

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