Otoño
¡Llega el otoño a bosque!
Como las esperanzas del hombre ilusionado,
como la caspa inútil, caen ya de las altas florestas
las secas hojas, antes lustrosas.
Desnudándose al frescor de las tardes,
ofrecerán a nuestros niños ojos
todo el memorable encanto de aquello que en círculos perece,
para, de nuevo en flor, aferrarse al mundo.
Vayamos al pardo campanario,
anunciemos a los grandes su llegada.
Los viejos caminos quedarán sepultados
de hojas amarillas tornándose cafés.
Crujirán por nuestro paso consternadas, desintegrándose.
Las tomaremos aún completas en nuestras manos
y cual simple basura las abandonaremos,
irremediablemente atrás.
¡Otoño en el bosque!
El panorama se mustia.
Preparados están el roble y olmo,
la ardilla nerviosa amontona piñones,
la oruga se momifica en su hilo,
dos castores organizan las últimas labores.
La gran cellisca de nieve caerá sobre ellos,
y habrá que emplear la pala y el rastrillo, en este tuyomío
vulnerable sueño de amor.
Aleqs Garrigóz
Hermoso poema pleno de imágenes: la oruga momificada ante nuestros niños ojos para disfrutar del otoño.
Un abrazo.