hoy han venido a visitarme los recuerdos.
Los he visto llegar desde detrás del mundo
repartidos entre los puntos cardinales
como caballos de Troya audaces, vengativos….
Cada imagen de ayer era una nostalgia que se
asombraba al ver cuánto ha cambiado el mundo.
La nostalgia siempre se fue quedando rezagada
en un tiempo pasado sin vistas al futuro.
Adivino lo que será de cada signo vencido sin remedio.
En estos años ha cambiado tanto el mundo…dicen los viejos.
Para batirnos en duelo contra el frio echamos al fuego
palabras en desuso como estacas y las cenizas las rescatan del olvido.
Y volvemos contra el calor al antiguo remedio del fresco en los zaguanes
y bebemos el agua invisible y remota, imposible olvidar, de los botijos.
María Dolores Almeyda
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