Rojo, blanco, negro y gris. Por Anna Genovés

«… Entonces procedió, veloz y seguramente, a efectuar su proyecto. El efecto en Lucy no fue malo, pues el desmayo pareció transformarse sutilmente en un sueño narcótico. Fue con un sentimiento de orgullo personal como pude ver un débil matiz de color regresar lentamente a sus pálidas mejillas y labios. Ningún hombre sabe, hasta que lo experimenta, lo que es sentir que su propia sangre se transfiere a las venas de la mujer que ama.

El profesor me miraba críticamente.

—Eso es suficiente —dijo.

—¿Ya? —protesté yo—. Tomó usted bastante más de Art.

A lo cual él sonrió con una especie de sonrisa triste, y me respondió:

—Él es su novio, su fiancé. Usted tiene trabajo, mucho trabajo que hacer por ella y por otros; y con lo que hemos puesto es suficiente.

Cuando detuvimos la operación, él atendió a Lucy mientras yo aplicaba presión digital a mi propia herida. Me acosté, mientras esperaba a que tuviera tiempo de atenderme, pues me sentí débil y un poco mareado…»

 

Extracto de Drácula

BRAM STOKER

 

 

 

Rojo, blanco, negro y gris

colores, sólo colores

colores y un ataúd

 

Rojo, blanco, negro y gris

la muerte se lo lleva

y yo lo presentí

 

Rojo, blanco, negro y gris

los buitres sobrevuelan

tus entrañas quieren salir

Rojo, blanco, negro y gris

tu cuerpo está maltrecho

tu cuerpo no quiere vivir

 

Rojo, blanco, negro y gris

mientras escribo a oscuras

tu corazón deja de latir

 

Rojo, blanco, negro y gris

sé que no sé nada

sé que no estás aquí

 

Rojo, blanco, negro y gris

tus ojos negros me miran

tu boca no deja de sonreír

 

Rojo, blanco, negro y gris

quimeras de una poeta

quimeras ausentes de ti

 

Rojo, blanco, negro y gris

pasión carmesí

y nívea muerte

 

Rojo, blanco, negro y gris

azabache como la noche

gris, materia gris

 

Rojo, blanco, negro y gris

palabras, sólo palabras

palabras libres de ti

 

© Anna Genovés

18/03/2014
Blog de la autora

anna

Valenciana de nacimiento y ecuménica de pensamiento. Tengo alma de poeta y mi corazón está tuerto. Funambulista de la vida, mis ojos ha visto innumerables historias y mis dedos han tecleado todo tipo de cuentos... Tantos como años tiene Caronte. Soy disléxica y disgráfica como John Irving, Roberto Bolaño, Wendy Wasserstein o Scott Fitzgerald... Y, millones de personas, a las que les cuesta aprender idiomas o confunden, por ejemplo, "niño" con "nicho". Pese a ello, tuve la suerte de ir a la universidad y licenciarme en Historia Antigua y Arqueología/Prehistoria. Colaboro en distintos medios digitales. Escribo cuando me inspiro y soy bloquera a ratos. He publicado dos novelas: Tinta amarga y Bovary 21. Habrá más: os lo aseguro. Van rulando por los cajones y me piden salir a la luz.

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