Todos,
cuatro niños carne de mi carne y un gato,
duermen.
Fuera
aúlla un viento
sediento de sangre.
Dentro
el fuego y yo
hacemos guardia.
Sentada frente a él
me miro en la combustión
de su espejo.
Marisol Oviaño
proscritosblog.com
Todos,
cuatro niños carne de mi carne y un gato,
duermen.
Fuera
aúlla un viento
sediento de sangre.
Dentro
el fuego y yo
hacemos guardia.
Sentada frente a él
me miro en la combustión
de su espejo.
Marisol Oviaño
proscritosblog.com
Comparto esa sensación que expresas con esa preciosa imagen.
Un abrazo Marisol
El viento aúlla, no obstante me dejó una sensación de dulce placidez.
Un abrazo
Betty