Tan sólo un día más. Por Ana Muela Sopeña

Soy la penumbra amada del deseo
que desvela sonidos inconclusos
y diluye en su vientre soledades,
mientras el mes de agosto me satura
y yo pido tan sólo un día más.

En valles de la noche
hay luces que se acuestan en las piedras,
en los acantilados de los lobos.

Soy esa oscuridad que filtra el agua
para soñar desnuda con las sombras
y saber de otro mundo más amable.

En las cuevas de un reino subterráneo
imanto la belleza de los límites,
donde ya nada es lo que parece

y pido en el fragor de la batalla
tan sólo un día más para ser alguien
o seducir crepúsculos con hojas,
acostumbrando al iris a la nada.

Soy la aurora que busca en el temblor
una indefinición de la belleza,
seducida por ángeles de muerte
o abrazada por voces de los nadies.

Soy música del tiempo ya invisible,
cuando todo se torna tan difícil
como el cauce de un río tormentoso
que buscara los labios de orfandad
escondida en el lodo y las hogueras.

 

Ana Muela Sopeña
Blog de la autora

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