Ya hace mil besos que no cruzas la puerta
ya hace trescientas palabras que no te vas
y cómo irse si aún no vienes
a completar mil doscientos besos más.
Ya son mil canciones que no recuerdas
ya son cien poemas que escribí
de como vuelves sin haber vuelto
o de como muero sin poder morir.
Y es cierto que me falta una pluma para ser poeta
o tres velas y dos suspiros de papel
o quizás sean tus labios sabor a tinta
o una palabra de tus ojos color miel.
Y que no se acabe el día
porque prometiste no volver al amanecer
decirte que aún guardo mil doscientos besos
por si decides volver hoy al anochecer.
Son las doce y un minuto
y tu voz aún no aparece en el viento
hagamos que siempre sean las once y cincuenta y nueve
para no apagar las velas, para no matar tu recuerdo.
Fernando Guerrero