Todo cabe en un poema. Por Chalico

 

Todo cabe en un poema.
El mundo se desvanece ante mis ojos
como si fuera la figura de un fantasma
que de pronto se me apareció para asustarme;
se difumina cual polvo de gis al roce de un dedo;
se desvanece como mi fe en la humanidad
cada vez que me dicen: le han prendido fuego a otro cañón.
Tengo razones suficientes para estar segura
de que la poesía y los niños son una solución,
los versos y las palabras de un niño son en realidad redes firmes
que pueden ayudar a que el mundo no vaya al vacío,
pueden atraparlo mientras cae,
pueden evitar que las ilusiones de los más pequeños
se sigan rompiendo como si fueran vidrios que se estrellan contra el suelo.
¡Los niños! ¡Los niños!, ¿quién pensará en los niños?,
¿quién les preguntará a ellos qué piensan de la guerra,
de la hambruna,
de la política,
de la contaminación,
de la extinción de las especies,
de la muerte con la que se codean a diario?,
¿quién les pregunta su opinión respecto a que aunque ellos
no han causado ninguna de estas cosas serán ellos los que
en un futuro tengan nuestras edades y las enfrenten?
¡Nosotros! ¡Nosotros!, ¿quién pensó en nosotros cuando éramos de su edad?,
¿quién nos pidió permiso para jodernos la vida
dejándonos de adultos con la responsabilidad de mejorar este mundo?
Yo no supe de ningún gobierno cuando era niña,
no me contaron cómo se administraban,
nunca me dijeron: ven, dime qué opinas sobre el aumento de precios
y la disminución de salarios,
o sobre la falta de educación y empleo,
o sobre las violaciones y feminicidios,
o sobre las armas;
dime qué opinas porque tú serás quien mañana
salga a la calle con miedo,
tú serás quien no quiera subir al transporte público
por temor a que la agredan verbal, física, psicológica o sexualmente,
tú serás quien vea la guerra,
tú vas a cosechar mi siembra y yo… dormiré en mis aposentos.
Tampoco me dijeron: mira a tal candidato, quiere el puesto tal y ofrece tal cosa
pero va a joder al país.
¿Qué te parece si voto por él?, ¿qué te parece si en unos años tú lidias con esa decisión?,
¿qué te parece si mejor jugamos a que vendo mi voto por unas monedas y luego tú la pagas por eso?
A ninguno de los niños de mi generación y de ninguna otra nos preguntaron nada,
de lo contrario, tan inocentes y justos como éramos, no habríamos aprobado la barbarie,
porque esto es una barbarie, no hay otra palabra para definirlo.
Y los niños de ahora ejercen su derecho a pedir explicaciones,
pero no falta quien les ordene callar siendo que si preguntan es porque
no entienden por qué hemos llegado a estar arraigados a un sistema
que a veces nos trata como si fuéramos títeres,
y entonces vienen algunos a decirles: se trata de
demostrar supremacía para sobrevivir,Todo cabe en un poema
se trata de que uno es lo que compra y lo que conquista
y a veces uno también es a quién compra y a quién obliga;
pero ellos no entienden,
no porque sean tontos sino porque no conciben
que sea posible tanta maldad.
Ellos no entienden que para que un adulto
explique su idea de «paz» o «progreso» mate a otro,
no entienden que los mayores no discutan por quién va a
tirar primero en los penales del fútbol
sino por quién se va a atacar primero,
no entienden que se inviertan miles de dólares
en armas para la guerra pero ni un dólar en ropa para un vagabundo,
no entienden que la gente grande no decida los asuntos sociales
como ellos cuando deciden qué jugarán hoy: preguntando
a todos sus amigos si quieren jugar eso y si dicen que no,
no obligarlos porque no se puede obligar a nadie;
los niños no comprenden el odio, ven un amigo en cada persona
y no se explican que otros no lo hagan si es más fácil amar que odiar.
Sé que no entienden este mundo
porque yo, a su edad, tampoco lo entendía.
En fin, tengo la certeza de que estaríamos mejor si escucháramos a los niños,
todos mis motivos para tenerla me caben en este poema.

 

Chalico

chalico

Yo tampoco sé como escribir, aprendo mientras lo hago

2 comentarios:

  1. Elena Marqués

    Uf. Cuánta razón. Muy hermoso el poema. Y para reflexionar y, después de eso, empezar a actuar y cambiar las cosas para no seguir creando generaciones de niños sin respuestas.
    Un abrazo.

  2. Estupendo texto con reflexiones coherentes. Felicidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *