Yo no puedo encontrar lo que tú buscas;
la prueba que confirme mi presencia (si es que hablamos de ti).
Aun así, acepté remover todos tus muebles,
alzar cada respuesta, cada sueño.
Limpiar contigo el suelo de la voz; la alfombra húmeda
donde a veces perdemos las palabras.
Acepté,
por tus dudas,
cotejar
las huellas que ha dejado la memoria en todos los cristales.
Y sé que estuve ahí, en el mismo donde me encuentro ahora;
levitando a la espalda de tu felicidad.
Que me muevo contigo en el acuario de las horas amargas,
como un pez amarillo que pretende esconderse
de otro pez amarillo.
-La cola de tu búsqueda abre hueco en mi búsqueda.
Y me siento en el aire que construyes
en cada espacio donde no ves nada.
Luis Oroz
Blog del autor
Yo ya no sé qué decir.
Luis tuvo la delicadeza de ofrecernos esta primicia hace unos dias (al menos era primicia para mí en aquéllos momentos) y después del primer impacto le dediqué unas palabras de agradecimiento. La verdad es que considero que el artista debe entregar sus obras a la gente y nosotros, los que leemos y observamos la obra estamos para admirarnos de ellas. Y decirlo cuantas veces sea necesario. Aunque canse. Pero creo que debe haber otra forma de mostrar admiración para que no se nos note tanto y no tengamos que parecer excesivos o aduladores.
Pues gracias por darnos esta maravilla, Luis.