Fruto de tu recuerdo,
de la nostalgia de tu presencia,
de esa mirada penetrante
que tanto me decía al
desbordarme de sentimiento…
El título a mi obra inacabada
lo pone tu nombre y este llanto
que recorre cada segundo de sueño
de tus caricias y arrumacos.
Y yo, mientras, me miento
en este tétrico intento por
conseguirte, por percibirte,
por fundirme entre tus abrazos
y todo tu cuerpo.
Quisiera dedicarte mil versos
mientras le insulto a la aurora
por desprenderte de la noche,
de mi alcoba, de mi anhelante
ansia por que no te fueras nunca…
Pero te vas… y no vuelves más que a
esta mísera página en blanco que
intento impregnar de tu esencia,
de tus besos, de tus silencios.
Un poema sin rima ni fin a semejanza
de esta triste historia de amor.
Triste, sí, porque me faltas tú
para compartirla contigo
a la luz de nuestras velas…
Como hacíamos siempre.
strong>© Isidro R. Ayestarán, 2008
NOCTURNOS www.isidrorayestaran.blogspot.com