Al cielo de estrellas que brilla allá arriba,
y cuyo misterio todos admiramos,
le diré en silencio… ¿Dónde está el camino?
¿de dónde venimos y a dónde nos vamos?
Y si no hay respuesta porque no hay destino,
cerraré mis ojos, cruzaré mis manos,
y a través del mudo y bello pensamiento,
viajaré al principio que tanto buscamos.
Cruzará la niebla con su paso lento,
y entrada la tarde cubrirá su manto;
llegará el Invierno, los lobos hambrientos,
de feroces fauces y colmillos largos.
Caerá el granizo golpeando la tierra,
y una nieve blanda cubrirá los prados;
nacerá una vida cercana a la muerte,
tras esos instantes de tiempo olvidados.
Llorarán los ojos de amor, de tristeza,
también de alegría, de dicha y de encanto,
como flor silvestre que brota y que crece,
dando esa belleza de humildad al campo.
Otra vez el alba traerá un nuevo día
y la noche oscura seguirá su rastro;
pero no es el hombre quién lo determina,
es el Universo, su enigma y sus astros.
Volverá la niebla con su paso lento,
llena de promesas y de desencantos;
cruzará una nube de lluvia y de viento,
rociando las almas de alegría y llanto.
Y desde ese entorno lejano y herido,
el tiempo y la escena cruzarán sus brazos,
porque así es la historia, toda se repite,
igual que la Tierra gira en el Espacio.
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Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Derechos registrados.
Blog del autor
Una deliciosa reflexión Juan, la historia siempre se repite en el círculo de la vida.Y siempre volveremos al principio, al origen.
Abrazos
Hola Luisa:
Nuestra evolución igual que los astros, siempre han dejado grabadas en el tiempo y en la historia las respuestas a tantas preguntas pendientes. pero como alguien dijo, nunca aprendemos de ella, y por eso estamos condenados a repetirla y repetirla desde su origen.
Te envío un abrazo.