Puedes alejar tus ojos
del cráter del amor
huir de su lava
y olvidar la ceguera de su luz.
La sentirás de nuevo
en las ramblas secretas,
cuando las cruces
y pises tristes cantos del río.
Trinará en tus oídos
la calandria del recuerdo,
cuando ese árbol abuelo
te cuente sus cuentos.
Y volverás a nuestro volcán
a reclamar mi mirada
y fundirnos en magma pura
ante esta erupción imparable.
Manuel Brescané