A mi querido Dana, compañero en la mar de la poesía.
Aunque tu mar sea otro
y otro el puerto refugio donde se anclan tus días;
aunque tus aparejos faenen otras aguas
y navegues tan lejos de mi piélago,
también estás aquí,
en el contorno breve de mi barca
cuando se alza desnuda ante el levante
vacía y temblorosa.
Estás en la confusa travesía
como el faro inminente
que surge al esquivar los arrecifes.
Y estás en ese fondo que ambicionan mis redes
para enredar sus hilos de alegría
cuando la pesca es pobre.
Y cuando vengan días de oscuros temporales
en que la mar reniegue de esta nauta
y me empuje con olas de silencio
a mi triste ensenada,
sé que estarás también en esa orilla,
marinero incansable de mi vida,
remendando la pena de mis jarcias.
Mari Cruz Agüera
Blog de la autora
Vídeo:
Montaje de Pepe Rubiales.
Recita: Maria Luisa Caride
Hermoso el poema y hermosas las fotografías. (El viento de levante en La Caleta solo puede inspirar buenos versos.)
Un abrazo.