TREMENDO SILENCIO
No me hables.
Tu plaga de palabras
me sublevan y me enervan.
TREMENDO SILENCIO
¡Silencio! Permite que hable el silencio,
cauto, quedo, lego, lúcido y tierno.
Escuchemos el rumor de una mirada
que nos recorre de arriba a abajo,
escuchemos el aliento de un gemido
que nos traspasa alado y ligero,
escuchemos una orquesta muda
cuyas lentas estridencias
nos acunan en el sosiego.
Más tarde, cuando nos entendamos,
hablamos, cuando descubramos el color del silencio.
Fátima Ricón Silva