EL MASAJE. Por Ángeles Morales
Estaba tumbado boca arriba con el rostro hundido entre los brazos, de vez en cuando soplaba para apartarse un mechón de pelo rebelde que caía sobre su nariz haciéndole cosquillas. Estaba callado, bueno, en realidad acababa de quedarse mudo cuando Dorita comenzó a masajear su carne igual que si estuviera…