Tras los cristales. Por Antonia Álvarez Álvarez (Primer Premio)

Tras los cristales. Por Antonia Álvarez Álvarez


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(Recitado por Quijote)

 

y fuese una luz fija la ceguera,

y entre el mirar y el ver quedara  el  viento…

LUIS ROSALES

 

 

A veces (tantas veces,

tú lo sabes),

nos quedamos mirando

el otro mundo desde la ventana

oscurecida y triste de la tarde,

mirando, —que no viendo—,

cómo el frío

besa la herida abierta de los árboles,

mirando cómo sopla sobre el tiempo

tan viento

a

viento

el tedio del instante…

Silencio en la mirada. En el recuerdo,

aquel amor que nos dejó apagados,

tristemente herrumbrosos

y  cobardes.

 

¡Qué dolor el amor

ya malherido,

y cuántas rosas muertas en los parques!

 

La mirada, en silencio,

le dicta al corazón sus certidumbres,

dudas del soy, del fui, medias verdades,

y se pierde, se pierde inmensamente

en los brazos alígeros del aire.

 

Y mientras, en los ojos des-

hojados,

la luz evanescente se hace carne

para habitar el hueco del olvido,

para sabernos vivos, todavía,

y alumbrar los umbrales

de este desasosiego de ser hombres,

de esta rara aventura

sin anclaje.

Bandadas de estorninos

vuelan segando el cielo

y nadie sabe

en qué chopera dormirán sus alas,

hacia qué latitudes

de qué valles

expandirán su espíritu de pájaro.

 

 

¡Qué belleza, sin más,

sobre la tarde!

 

Y así, con el silencio ensimismado

en sus propios sentires

(o pesares),

nos quedamos mirando

esa alta soledad que nos da el cielo,

ese dejar de ser…

tras los cristales.

 

I Certamen Poemas sin Rostro 2005

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