«La reina sin espejos» llega a las librerías con una edición de 40.000 ejemplares, aparte del lanzamiento de la novela en México y Argentina.
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) ganó con «el alquimista impacienta» el Premio Nadal del año 2000, un galardón al que ya se había aproximado pocos años antes con La flaqueza del bolchevique, que resultó finalista en la edición de 1997. Los protagonistas de El alquimista impaciente son dos guardias civiles, el sargento Rubén Bevilacqua y su ayudante, la guardia Virginia Chamorro. No son dos personajes desconocidos para los lectores, pues hicieron su aparición en El lejano país de los estanques, novela en la que se narra la investigación de un asesinato en la isla de Mallorca.
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«Tenía una deuda literaria con Barcelona y con Bevilacqua era una buena manera de pagarlo. Cuando un personaje va bien, lo bueno es ver cómo poder enfrentarse a según qué problemas», dijo Silva. Esto es lo que puede encontrarse en «La reina en el espejo», editada por Destino, la quinta entrega de la serie protagonizada por el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, quienes viajan hasta la capital catalana para resolver el asesinato de Neus Barutell, una célebre periodista casada con un conocido escritor catalán. La Barcelona de hoy –la de la implantación de los Mossos y el repliegue de la Guardia Civil y la Policía Nacional– es el gran escenario en el que se dan cita todo tipo de personajes en una investigación difícil, con diálogos entre policías de culturas diferentes, en palabras del autor, «un paisaje sometido a una serie de cambios que afectan al trabajos de Bevilacqua y Chamorro».
En lo referente al género policíaco, el que fuera ganador del Premio Nadal cree que la novela negra europea ya ha conseguido «emanciparse» de sus homónima estadounidense. «Ahora los escritores hablan de lo suyo, sin tener que depender de Hammett y Chandler», comentó el novelista.
