A mis sueños (pensamientos urgentes). Por Mati Morata
No sé por dónde empezar; sí sé por dónde empezó. No era previsible, no, no lo era. Era un amigo prestado, un amigo consorte. ¿Quién podría predecir que el efecto duraría muchísimo más que la causa: mi antiguo amor? Él se fue y los pájaros seguirían cantando melodías de distinto…