“ Primate “ Por Rick Gotar

Era una mañana lluviosa en la campiña, en realidad era una garúa intensa. El paisaje ondulado parecía brillar con la misma. El parejo pasto verde le daba el aspecto de una cancha de fútbol o de una de esas mansiones de la costa que parecen estar afeitadas en sus jardines. De lejos nuestro hombre miraba el camino que serpenteaba hasta donde estaba él. El hombre se llamaba Rafael, era biólogo. Reaccionó cuando apareció la camioneta que ingresó por una entrada natural muy disimulada en el costado de una pequeña colina cubierta de arboles.
Cuando estuvo en el interior de una especie de refugio, descendieron de la camioneta un hombre, una mujer, y una persona encapuchada. Traían además un mono en una jaula.
Rafael dijo: “ lleven al mono a recuperación y a nuestra amiga a la sala “ Una vez en la misma, sin la capucha y sentada cómodamente Rafael le habló: “ Dra. si es que le debo decir así, la ciencia, el progreso, la investigación, no lo justifican todo. Personalmente creo que Ud. está retrocediendo como ser humano y dudo mucho que se pueda definir como avance lo que Ud. hace “.
La Dra. era Juana Zantar bióloga y antropóloga de prestigio mundial, había llegado a la ciudad del este a dar una conferencia sobre avances de sus investigaciones en primates y otras yerbas.
“ No tengo la menor intención de responderle. Primero porque no se quien es Ud. y segundo porque estoy aquí contra mi voluntad “ replicó la Dra.
“ Ese es el punto, los monos también están en esa condición en sus laboratorios “ dijo Rafael.
“ Ellos no tienen voluntad como nosotros, Sr Quiensea “ dijo la mujer
“ Abra entonces las jaulas y si es así no escaparan “.
“ No es posible están infectados “.
“ ¿ Natural o artificialmente ? “
“ Eso no se lo puedo decir “

“ Bien en ese caso terminamos por ahora, descanse, coma, tome una ducha, medite, puede moverse con libertad pero no nos abandone. Nos volveremos a ver. Por cierto soy Rafael San “.

Rafael era biólogo marino, nada más lejos de los monos a decir verdad al menos en estos tiempos. Pero el destino lo había llevado a ver a los monos de otra manera. Cercano a cumplir cuarenta años estaba navegando en el mar indiano con su novia cuando un terrible temporal azotó su velero y lo dio vuelta. Logró alcanzar a nado la costa de una isla no así su novia que se la dio por perdida hasta el día de hoy. En ese lugar sobrevivió 8 meses hasta que por casualidad fue rescatado por una pareja que pensaba pasar un fin de semana de amor en una isla desierta.
Los primeros días en la isla fueron muy duros, no había agua dulce de fácil acceso, él estaba herido, cansado y deprimido. Cuando ya desfallecía sintió que algo lo golpeaba en la cabeza, eran frutos que caían de un árbol o al menos eso pensó. Nunca durmió tan bien después de esa comida y cuando despertó había dos cocos abiertos a su lado. Bebió y comió, aunque la duda y algo de temor aparecieron. ¿ Quién le había acercado la salvación ?.
No tardó en averiguarlo, a la tarde lo miraba fijamente desde una distancia prudencial un orangután.
Era el mismísimo Desmond como lo bautizaría Rafael unos días después. Con el correr de los días recuperó sus fuerzas y más que nada el ánimo. Fue entonces que se dedicó a obtener alimentos proteicos como peces o cangrejos, agua dulce, un refugio y fuego.
Cuando volvió a la civilización su caso tuvo gran resonancia pero él tuvo muchas dificultades para reintegrarse, a punto tal que vendió su departamento y se fue a vivir a la afueras de la ciudad del este. Allí asesoraba a empresas marinas mientras escribía su experiencia en la isla con los monos. Fue en esa época que vió en las noticias la aparición de una veintena de monos muertos misteriosamente en el continente negro. Se obsesionó tanto con ese hecho que terminó viajando a la zona. Voló hasta la ciudad de la buena esperanza y de allí viajó hasta el área de las muertes. Pudo ingresar a ver los cadáveres, pero lo mejor fue que en un descuido de los veterinarios tomó un trozo de hígado de uno de los monos y lo puso en un frasco con formol.
Al volver se preguntó, porque se había obsesionado tanto, era por Desmond, por sus meses en la isla o algo más ? .
Iba averiguarlo, tarde o temprano lo haría.
Juana Zantar era una mujer muy linda, tal vez más que eso. Tenía una mirada tranquila y algo desafiante, sus ojos eran rasgados de color grisáceo azulado, tenía pelo castaño medianamente largo siempre atado y bien tirante. Se vestía muy simple, con blusas ceñidas al cuerpo que hacían notar sus pechos generosos y jeans que marcaban sus buenas formas. Todo conspiraba para ocultar sus bien llevados 35 años. No se había casado ni tenía hijos, probablemente por una vida de dedicación al estudio y a la investigación. Daba la impresión de no haber conocido un verdadero amor.

Por la noche Rafael estaba cómodamente sentado en el amplio estar del refugio, unos leños de coronilla ardían en la chimenea, las cabreadas del ambiente le daban un clima muy acogedor. Entonces Juana irrumpió y espetó: “ creo que Ud. es un buen tipo y que sus intenciones son sanas pero estoy aquí contra mi voluntad y eso es privación ilegítima de la libertad. Tarde o temprano me van a encontrar y Ud. va a ir a la cárcel. Es obvio que su pasado tiene que ver con toda esta situación. Recuerdo su extraordinaria experiencia hace unos años, pero eso no lo convierte en el paladín de los simios “.
“ Señora, lo que estoy haciendo tal vez le de esa impresión y a decir verdad no sé muy bien porque lo hago, pero no tengo opción, es un poderoso llamado interior que no puedo desoír. Pero no nos desviemos del tema central, Ud. esta aquí para responder no de que murieron esos monos porque ya lo sé sino porque aparecieron muertos y al alcance de cualquiera. Podrían haberlos cremado y nadie se enteraba de nada. Ud. está protegiendo criminales, tal vez sin saberlo “ le contestó Rafael.
“ Yo investigo y muchas veces los monos son parte de mi investigación pero nunca estuve ni cerca del área que aparecieron muertos los simios y mi laboratorio esta en otro continente” volvió a decir la científica.
“ Bien Dra. veo que desea seguir con nosotros, cuando se decida hablaremos. Puede moverse libremente y más que nada meditar. No especule con ser rescatada, existe aunque le parezca extraño gente o grupos de gente que han decidido cuidar, vigilar nuestro planeta y las vidas de quienes lo habitamos. Ya me entenderá. Buenas noches “.

Rafael dormía, sus ojos se movían rápidamente debajo de sus párpados, estaba soñando.
Desnudo y exaltado corría velozmente por una zona desértica, muy irregular, entre cobriza y anaranjada. A pesar de estar descalzo no sentía molestias ni se lastimaban sus pies. A su lado percibía figuras, estaba amaneciendo y pudo ver que eran mandriles. Llegaron al borde de un pequeño precipicio. Abajo había un grupo de mandriles grandes y pequeños que al verlos comenzaron a saltar y emitir sonidos guturales. En ese momento uno de los mandriles que lo acompañaba se acercó y les mostró un animal muerto, el grupo de abajo pareció enloquecer. Había salido de cacería. Al rato se encontraba comiendo carne cruda con el resto de la manada.
Se despertó bruscamente, tenía gusto amargo, fue al baño a lavarse la cara y pudo ver que tenía sangre en la boca, pensó que se había mordido. El sueño le dejo una sensación que no se le iría en todo el día.
Fue a la cocina a desayunar. Estaba Juana, ella estaba radiante y no era la misma del día anterior, él tampoco. Parecía que estaban en ese lugar hacía mucho tiempo. Rafael tuvo instintos que lo conmovieron y ella los percibió porque se sintió inusitadamente receptiva.
Él la miró de una manera animal, se le acercó, la giró bruscamente mientras bajaba su pantalón y sus calzoncillos. Le bajó su jean y sus bragas. La penetró con violencia y copularon frenéticamente, ella tuvo varios orgasmos y finalmente él eyaculó con sonidos guturales. Quedaron agotados y choqueados y no hablaron por un largo rato.
Finalmente ella dijo: “ dicen que existe una atracción entre raptor y raptado, pero obviamente eso no fue lo que sucedió hace un rato “.
“ Un poco de humor no viene mal sin duda. Pero estoy muy preocupado y consternado porque no fui yo sino un animal “ dijo él.
“ Eso fue lo que sentí y fue muy poderoso “ replicó ella.
Seguidamente él le relató el sueño que tuvo y ella escuchó atentamente.
“ Tu sueño mas lo que pasó y de la manera que pasó han logrado que conteste tus preguntas “ dijo Juana muy amablemente.
“ Porque esa apertura tan repentina ? “ preguntó Rafael.
“ Mis investigaciones en simios están enfocadas en lo que nuestros parientes experimentan durante el sueño. Definitivamente ellos sueñan y su comportamiento posterior tiene mucho que ver con la intensidad del mismo. A veces se han despertado muy alterados y con un verdadero frenesí sexual o una gran violencia, otras con un apetito voraz y otras con una calma llamativa. Descubrimos que los que tenían más capacidad de soñar por así decirlo eran los que estaban infectados. Creemos que la infección es viral pero no sabemos qué tipo de virus es.
Los monos muertos fueron envenenados porque eran los mejores soñadores pero se estaban volviendo muy peligrosos. Quien lo hizo sin duda le importa muy poco la opinión general o internacional, pero no los dejó allí por eso sino porque debieron salir con suma urgencia de allí. Si hay una segunda línea de investigación y quien es el beneficiario final de las mismas no lo sé. Creo que eso contesta todo y un poco mas de tus preguntas “ sentenció la Dra.
“ Muchas respuestas han sido dadas, pero no me dijiste porque este cambio ? “ inquirió Rafael.
“ No lo sé. Solo sé que tuve el fuerte e irresistible deseo de hacerlo y no me siento mal por haberte contado algo tan confidencial. Tendré que meditar todo esto que pasó “ contestó Juana.
“ Luego del sueño y de nuestra cópula por así decirlo, mis preguntas han aumentado.. De todas maneras eso no es problema tuyo. Ni bien lo decidas te llevarán a la ciudad “ le dijo Rafael.
Se despidieron fríamente, él vió partir la camioneta que la trajo bajo la garúa que continuaba.
Ambos sin saberlo, se volverían a encontrar. Pero eso sí, lo intuían.
Cuando sus colaboradores Dalmacia y Emir volvieron de llevar a Juana, ellos le contaron que la habían dejado cerca del hotel y le entregaron un sobre que ella le mandó. Lo abrió y leyó lo que decía: “ he conocido un hombre en una encrucijada realmente compleja y si bien ya colaboré para clarificarla quiero dar un aporte más.
En el gran lago del sur cercano a la cordillera, en una muy pequeña comarca llamada Wilt vive un hombre que puede ayudarte mucho. Se llama Morrison, no dejes de visitarlo. Suerte, Juana “.

Cuando Juana llegó al hotel tuvo la precaución de ingresar por la entrada de los proveedores, tenía su llave electrónica y entró a su habitación. No pasaron cinco minutos que la policía tocó su puerta. Al ingresar la interrogaron y Juana les dijo que había sido raptada por, cree ella, jóvenes apasionados que lo único que pretendían era proteger a los monos, nunca vió nada porque estuvo en todo momento encapuchada salvo para comer, que casi siempre estaba sola y que la trataron bien. Luego de algunas preguntas más que sorteó sobradamente les pidió descansar para poder emprender la vuelta a la mañana siguiente.
A la noche y después de bañarse y descansar decidió bajar a cenar. Lo hizo tranquilamente en el restaurant del hotel. Subió a su habitación y se desplomó en la cama boca abajo. En ese momento escuchó una voz masculina que le dijo: “ no te levantes, quedate como estás. Ahora off de record que le dijiste a tus raptores ? , pero a mí no me digas las boludeces que le dijiste a la policía “.
“ Juana le respondió: querían saber de los monos muertos hace tiempo y les dije que yo no investigaba allí ni tampoco ese tipo de monos “.
“ ¿ Cuanto tiempo de viaje tuviste desde que te raptaron hasta que llegaste a donde te interrogaron ? “ preguntó el hombre.
“ No lo sé, me durmieron. Durante mi estada no veía si era de día o de noche ni escuchaba ruidos exteriores “ contestó Juana demostrando una gran rapidez mental.
“ Me voy pero si filtraste algo de lo que sabes voy a tener que matarte. Levantate en diez minutos “ dijo la voz. Cuando ella se levanto el tipo no estaba y aunque algo nerviosa se acostó y se durmió profundamente.

En el refugio escuchaban atentamente Rafael y sus colaboradores. El micrófono que le ocultaron a Juana les fue de gran utilidad.
Rafael dijo: “ esa voz es de Blanco el esbirro de Calderón. Avísenle a Sauce “ .

Rafael le dio mucha importancia al mensaje de Juana. Por eso armó un bolso, se subió al auto y marchó hacia el sur. Era un camino largo y eso le permitió meditar sobre todo lo acontecido en los últimos días. Cruzó el río verde, el marrón y enfiló hacia las llanuras desérticas. Hizo noche en los ombúes y al otro día se fue acercando al gran lago. El paisaje comenzó a verdecer a medida que se acercaba y al final pudo ver como crecía la cordillera en el horizonte.
La comarca Wilt era tan pequeña que hasta ya muy cerca no había nada que la mencionase. Finalmente llegó a un paraje cerca de un lago y vió un riacho apenas caudaloso, muy cristalino y detrás una casa muy acogedora entre la arboleda con un deck que miraba al lago y al riacho. En una entrada del angosto camino había un cartel que decía Morrison. Entró, paró cerca de la casa, se bajó del auto subió tres escalones y golpeó la puerta. Se abrió rápidamente y para su sorpresa sostenía la perilla un chimpancé. Escuchó una voz que dijo: “ Purton se amable, es una visita “.
Rafael dijo: “ hola soy Rafael San, busco al Sr Morrison “.
El hombre extendió su mano y le contestó: “ soy yo, Ramón Morrison, es un placer. Tenía muchos deseos de conocerte, desde tu experiencia en la isla hace unos años y desde hace poco por que tu sueño me intrigó bastante por no decir mucho “.
Ramón Morrison era un hombre de mediana estatura con cabello cano, con una sonrisa
franca. Tendría alrededor de setenta años o más pero era difícil darle una edad ya que era muy jovial.
“ Veo que habló con Juana “ dijo Rafael.
“ Así es. Ella es una persona fantástica y me contó que te envió la sugerencia de que me contactes. Y veo que le hiciste caso rápidamente. O ella tiene un gran ascendente en vos o estás muy preocupado, o ambos “ sentenció el veterano.
Rafael asentía sacudiendo levemente la cabeza varias veces y comentó: “ si puede ser, aunque no comparto la forma de sus investigaciones y para quien lo hace, aunque creo que esto último no lo sabe “.
“ Contame desde que naufragaste en la isla hasta que la conociste a Juana, lo demás lo sé “ dijo Morrison.
Rafael contó su historia desde que naufragó y no escatimó ningún detalle. Pero sobre todo hizo hincapié en los primeros quince días donde prácticamente era un inútil y si no hubiese sido por el orangután estaría muerto. Recordar esos primeros días fue doloroso para Rafael. Ramón lo escuchaba atentamente y no emitía sonido ni gesto alguno. Rafael le relató que al quinto día aproximadamente el mono lo llevó a una especie de cama en los arboles, muy mullida y confortable y que había una mona y algunos monitos que lo miraban desde cerca. También le dijo que algunas noches y días aún herido y bastante deprimido vió a los monos dormir sacudiéndose y despertarse comportándose extrañamente. Cuando pudo valerse por si mismo no durmió más en los arboles y se construyó un refugio al que los monos tardaron meses en entrar.
Cuando Rafael terminó su relato, Morrison que lo miraba atentamente le dijo: “ este para mí maravilloso relato te insumió sin duda un gran desgaste. Anda a descansar que mañana hablaremos. “.
Ramón Morrison era desde muy pequeño un hombre mono. Le decían así por varios motivos. Uno era su agilidad y su gran facilidad por andar trepándose a cualquier lugar el otro era su extraordinaria afinidad con los monos. Le fascinaban y lograba que ellos hiciesen verdaderas proezas. A los diez años tenía en su casa un chimpancé y un carayá.
Por años estudió la conducta de los simios y escribió varios libros. Pero su otra gran pasión era la oratoria y siendo muy joven dio charlas basadas en sus observaciones con los monos. Tuvo algunos discípulos, no en la universidad ya que renunció a ella, pero siguió con sus observaciones en su casa que estaba preparada para tal fin. Allí llegó a albergar en determinado momento más de treinta monos de distintas especies.
Todo esto se modificó cuando su mujer dio a luz a Juana que llevaría el apellido de su madre por motivos que se explicarán más adelante.
De sus discípulos, algunos no trascendieron, otros murieron o se retiraron y uno lamentablemente utilizó todo lo bueno que aprendió para fines no tan buenos. Ese hombre daría que hablar en el futuro.
Juana no fue su discípula pero se crió junto a él y fue casi lo mismo. Hasta que Morrison decidió retirase y cortar con muchos lazos, eso fue cuando murió la madre de Juana. En ese momento Morrison vendió todo y se fue a vivir a su actual morada.
Pero esta visita y las noticias que anticiparon su llegada le dieron un inusitado vuelco a su vida. Podría aplicar todos sus conocimientos, experiencia y además seguir aprendiendo. El hombre mono estaba en carrera nuevamente y Rafael San era la causa.

Por la mañana Morrison se encontraba desayunando en el deck, el día era soleado y el riacho con su correntada producía un encantador sonido de fondo.
En eso se presentó Rafael y dijo: “ hace mucho pero mucho tiempo que no dormía tanto y tan bien “.
“ Muy bueno eso es muy bueno. En realidad holgazanear es maravilloso. El ocio creativo ha sido y es una de mis grandes inclinaciones “ sentenció el veterano.
Rafael y Ramón tenían varios puntos en común: los monos, haberse retirado al campo y el más importante y a la vez ignorado por ellos, Juana.
“ Ahh, el ocio, me había olvidado lo maravilloso que era cuando me fui a vivir al campo, de todas maneras no lo he podido disfrutar porque después del naufragio mi vida cambió radicalmente y creo que todavía no estoy en paz como para sacarle el jugo “ dijo Rafael resignadamente.
Rafael y Ramón pasaron juntos varios días, pescaron, caminaron y tuvieron largas charlas donde el veterano preguntaba puntualmente y Rafael contestaba. Se estableció una relación muy fluída y ambos disfrutaron mucho esos días.
Cuando Rafael decidió partir el veterano investigador le dijo que quería tener una última charla con él.
Ahí dijo: “ no puedo dejarte ir sin mi devolución, porque a eso viniste. Creo que tu vida como todas las vidas tiene un propósito. El asunto es que la tuya tiene uno muy importante y a la vez muy ansiógeno que no te permite ver con claridad aún.
Hay personas que pasan por la vida y su único propósito es sobrevivir a veces obligados otras porque no conocen otra posibilidad. Otros tienen la suerte de honrar la vida con propósitos altos, originales o especiales. Algunos los perciben rápidamente y otros no o reciben los mandatos en forma desordenada o confusa.
Este es tu caso, creer que llegaste a esa isla por un naufragio solamente es muy simplista. Todo a partir de allí se ha ido encadenando para que encauces tu propósito.
Los monos te han transmitido algo en esos meses y se despertó con la noticia de las muertes de los monos. La raptaste a Juana no solo por la información, sino que te contactaste intuitivamente con la mujer que investiga situaciones oníricas de los simios y que oh casualidad sos un soñador. Esa mujer además te contacta conmigo que además de su mentor soy su padre. Hay toda una danza de acontecimientos en esto que te sucede y te llama para que bailes en forma. Creo que lo harás “.
Rafael sintió que las palabras del veterano le daban un sosiego que no tenía hace mucho.
Le dijo entonces: “ desde que llegué aquí comencé a sentirme tranquilo, pero después de sus palabras mucho mas. No me sorprende que Juana sea su hija, creo que lo intuía
y hasta lo deseaba. Su lectura de lo que me pasa es muy sabia y la voy a tener en cuenta ampliamente. Pero falta lo externo, y es la parte oscura de todo esto. Hay gente inescrupulosa que maneja poder y dinero que mató a los monos y cosas aún peores “.
Morrison lo miró y espetó: “ Calderón “.
“ Sí “ dijo Rafael.
“ Aprendió todo lo que sé de los monos conmigo y se fue. Después aprendió todo lo malo o ya lo sabía y simplemente lo mostró “ dijo Morrison con el gesto adusto.
“ Juana debe abrirse de las investigaciones, el está detrás de todo “ sentenció Rafael.
“ Eso no lo sabíamos, pero cuidate el también es un soñador como vos, con la diferencia que maneja la técnica del sueño y la usa en su provecho “ dijo el veterano..
“ Eso haré, pero no me quedó claro eso de que soy soñador. Gracias, nos volveremos a ver “ le dijo Rafael a la vez que lo saludaba y partía.
Cuando Rafael ya estaba en el auto para irse el hombre mono se acercó le dio un papel y le dijo : si las papas queman y creo que van a quemar, llama a este hombre y mostrale esta nota él te va a ayudar “.
El papel decía Suri Klasies, un teléfono y finalizaba con “ ayúdalo es un sapiens sapiens”. Ramón.
San tenía ahora la franca percepción que el baile como le dijo Ramón tenía una melodía difícil de interpretar, pero se calmó diciendo: “ siempre fui un buen bailarín “.

Cuando Rafael llegó a su morada tenía una idea bastante bien definida de sus próximos pasos. Tantos kilómetros le habían permitido pensar sobre todo lo sucedido desde que tuvo la idea de secuestrar a Juana.
Estaba muy cansado, exhausto a decir verdad. Se tiró un rato y se durmió..
Lo próximo que vió fue una gran vista panorámica de altos picos rocosos con verde vegetación, sentía un frío viento en su cara. Estaba parado en un promontorio aunque no tuvo ni un mínimo de vértigo, sintió gruñidos que le eran absolutamente familiares y que inclusive entendió, giró y vió una veintena de monos grandes y pequeños, los machos descansaban y las hembras socializaban con los pequeños, inclusive se sacaban liendres mutuamente. Estaba vigilando, sin duda era el alfa, sintió una gran tranquilidad y continuó oteando. Despertó bruscamente, el sueño había sido nítido, pasmosamente real, se fue al baño y se echó agua fría en la cara. Se dijo: “ nuevamente soñé “, pero al echarse agua nuevamente sus labios ardieron y mucho, se miró al espejo y pudo comprobar que tenía todos los labios cuarteados y lastimados. Siempre le pasaba eso cuando recibía viento frío en la cara.
Quedó inmóvil mirándose, giró muy lentamente, tuvo el deseo instántaneo de llamarla a Juana y contarle pero no pudo hacerlo, pasó el resto del día cavilando profundamente.
Ya al atardecer sonó el teléfono: “ Rafael soy Arturo, lo estuve vigilando a Blanco. Calderón lo mandó a investigar la desaparición de Juana y a chequear que tanto sabía de la muerte de los monos. El fue el que la interrogó a Juana en la ciudad del este. Pudimos colocarle un micro en el auto y constatamos que se comunica mucho con Calderón pero no pudimos rastrear bien la llamada aunque creemos que está en algún lugar de la selva del gran río “
– . “ Bien seguimos en contacto, abrazo y gracias “ dijo Rafael.

Juana había vuelto a su ciudad de residencia, la gran urbe de los manatianos, sus residentes originales, hoy extintos por la mano despiadada y ambiciosa del hombre del viejo continente. La llamaron de muchas maneras, hasta le pusieron el nombre de una fruta e inclusive la vendieron, eso si nunca le preguntaron siquiera que opinaban a sus dueños naturales.
Vivía en un luminoso y amplio departamento viendo el rio albano que cruzaba para ir a su laboratorio. Este quedaba a una hora de auto más o menos en el paraje niaquino.
Juana estaba distinta, los episodios de ciudad del este la habían sacudido, no podía dejar de pensar en Rafael y toda su cruzada. Habló con su padre pero este fue muy escueto. El veterano le dijo cuanto menos sepas mejor.
Unos días después estando en el laboratorio en plena observación de un mono soñando, se dio cuenta que no solo sueñan sino que regresan a vidas pasadas propias o ajenas. Como llegó a semejante deducción ? . El mono era nieto de uno de los primeros monos que investigó, el viejo Ken como lo llamaban. Ken tenía la rara característica de que cuando soñaba movía los dedos de la mano derecha rozando el dedo gordo con el segundo a la vez que estiraba el cuello y lo giraba.
De repente y sin haberlo hecho nunca el mono que ella observaba comenzó a hacer el gesto en forma idéntica.
Juana se dio cuenta que estaba soñando o bien que era Ken o con Ken. Pero este mono nunca conoció a Ken. “ No solo sueñan sino que aprovechan por así decirlo la información que traen heredada en su ADN “ se dijo Juana. Esto lo sospechaba pero era la primera vez que lo comprobaba y se acordó de Rafael y su sueño y pensó: “ debo verlo “, era por la novedad ? , no, la novedad era la excusa.

Cuando Juana llegó a la ciudad del este alquiló un auto y se fue al refugio de Rafael. Era un día radiante muy diferente al del día de su secuestro. Cuando llegó y se apeó vio venir a Dalmacia a quien conocía y le preguntó “ Está Rafael ? “ , “ sí, está adentro y no sabe que llegaste “ asintió la joven . “ Dejá yo entro “ le respondió Juana.
Habían pasado tres meses desde su secuestro, su corazón palpitaba fuertemente, tenía su pelo bien tirante, una remera sin mangas y una minifalda. No recordaba semejante emoción en toda su vida. Ingreso al hall íntimo que tenía Rafael para pensar o escuchar música o ver una película. Allí estaba él parado, de fondo se escuchaba “ Au lait “ la miraba fijamente y le dijo: “ sentí pasos y no eran de nadie de aquí, sentí un olor y tampoco era de nadie de aquí y lo mejor de todo sentí una presencia y supe que eras vos “. Juana lo miró y sus miradas se alinearon perfectamente y así estuvieron varios segundos , ella entonces espetó: “ desde la puerta hasta aquí sentí todo tipo de emociones algunas únicas en mi vida pero al verte me dí cuenta que ya soy de aquí “
El la desnudó lenta y amorosamente y ella a él, cuando sus cuerpos estaban limpios hicieron el amor por primera vez
Luego ella lo miró y le dijo; vine a quedarme y no lo sabía, ahora lo sé. El asintió, paso su mano por el vientre levemente elevado de Juana , la miró casi como dándose cuenta y a la vez sorprendido. Ella le dijo “ lo supe ayer, el hombre que sueña con monos será padre y el hombre mono será abuelo “ .

Calderón era un trepador. Pero su desmedida e inescrupulosa ambición lo habían llevado a perfeccionar por así decirlo sus hábitos trepadores y se había vuelto oscuro, dañino y letal.
Su capacidad soñadora por describirla de alguna manera alcanzaba picos muy altos y esto mas los conocimientos adquiridos con Morrison lo convertían en alguien muy peligroso.
Rafael tenía fuertes sospechas e indicios de que paralelamente a las investigaciones legales en monos Calderón desarrollaba las suyas. Este no era un hombre adinerado así que su rápido ascenso económico estaba conectado seguramente con las investigaciones que el hacía. El asunto era saber para quien. Para eso debían vigilar e investigar a Calderón y nadie mejor que Arturo Sauce, implacable detective que Rafael rescató de la pérdida y el dolor muchos años atrás.
Sauce reportaba directamente a Rafael pero seguir a Calderón no era tarea fácil ni barata por lo que inicialmente Rafael debió conseguir fondos. Fue entonces que sucedió algo inesperado. Una noche al regresar a su refugio luego de su periplo que lo llevó al lugar donde encontraron a los monos muertos, encontró bajo la puerta una invitación que decía asï: “ Lo invitamos a que escuche nuestra propuesta para proteger la vida de los primates. Atte . Los cinco. “
Rafael quedó intrigado, el lugar donde debía ir no quedaba lejos y decidió concurrir.
Al llegar lo recibió un hombre ciego que se movía con absoluta normalidad, lo llevó a una gran ambiente donde había una mesa ovalada con cinco sillas y enfrente una silla donde se sentó. La iluminación era rara y enseguida pudo saber el motivo. Las cinco personas ocuparon las sillas pero sus rostros permanecían en la oscuridad.
Uno de los cinco, el de la punta derecha comenzó a hablar y espetó . “ Rafael, es un gran gusto conocerte, este aparente misterio es obligado por seguridad. Somos los cinco muy conocidos, nos une proteger la vida en el planeta y al planeta. También balancear las cosas en situaciones donde simples personas o grupos de personas están acorralados por poderosos o inescrupulosos que buscan beneficiarse a costa de vidas y de nuestro planeta. Te vamos a dar un gran aporte de fondos imposibles de rastrear y un satélite. La gente la elegís vos “.
“ Porque cinco ? “ preguntó Rafael
“ Los continentes “ dijo el de la punta
“ Pero Uds defienden la vida del planeta y en el mar la hay “ inquirió Rafael
El hombre de la punta sonrió y dijo “ esa es tu área no ? “
“ O sea que soy el sexto “ replicó Rafael
“ No lo sabemos, pero si sabemos que esta no es una lucha menor. Estamos muy contentos de que hayas venido, pensalo y nos contestas “ dijo el interlocutor.
“ La respuesta es sí, aunque me gustaría saber con quien estoy hablando y quien les habló de mí “ dijo sin dudarlo Rafael. Hubo un largo silencio. Entonces el hombre le dijo :” Soy Rand, por ahora nada mas que eso. Suri Klasies nos dijo que sería conveniente ayudarte. Georg te dará todo al salir, ahora sellemos nuestro compromiso “.
Todos se pararon y extendieron la mano. Rafael las estrechó una a una y se fue. No sabía a quienes le había dado la mano pero si sabía porque y eso por ahora era suficiente.

Arturo Sauce era un verdadero sabueso, tenía mucha intuición, poder de observación y conocimientos vastos en criminología.
Estaba hace varios años en el apogeo de su carrera cuando conoció a Manara, una inalcanzable morocha de ojos oscuros que podían llevar a cualquier hombre a la perdición
Y eso fue lo que sucedió, ella lo impactó, arrancó las más alocadas sensaciones en el detective y en dos meses poco quedaba de Arturo Sauce.
Cuando Rafael se enteró de lo sucedido fue en su ayuda.
Las familias de Rafael y Arturo se conocían desde la infancia de ellos, los San iban a pasar los fines de semana a una laguna de los Sauce. Si bien los San eran gente que amaba el mar también amenizaban con la paz de la laguna.
Arturo era más grande de edad que Rafael pero siempre fueron compinches de juegos y pesca en esos memorables fines de semana en la laguna.
Cuando Rafael fue a rescatar a su amigo, este vivía en la ciudad del río doble, lugar ideal para que un gran detective como Arturo pudiera poner a prueba todas sus condiciones.
La ciudad del río doble era una gran urbe con una belleza edilicia única, mucha cultura, tecnología, gastronomía, pero plena de corrupción, droga, prostitución y otras yerbas.
Cuando llegó al departamento el portero le abrió ya que Arturo estaba totalmente ebrio en la cama. Cuando Rafael estaba preparando café se abrió la puerta e ingresó Manara, cruzaron miradas de estudio y ella dijo: “ vengo a buscar algunas cosas que no me llevé. Vos debes ser Rafael no ?, te describió muy bien “
“ A vos en cambio te describió muy mal, me dijo que eras muy dulce, muy tierna y yo veo otra cosa “ replicó Rafael que le mostró los dientes.
“ y que ves ? “ dijo displicentemente la morocha.
“ Veo una mujer muy atractiva pero tropical como digo yo. En el trópico todas las especies animales y vegetales muy bellas y llamativas tienen unos colores muy vistosos. Es un aviso, generalmente te están diciendo alejate, peligro, veneno. Pero no todos lo ven o saben leer “ espetó Rafael.
“ Y yo tengo ese aviso, no ? “ largó como resignada la mujer.
“ Ese es tu karma no ?, hace lo que tengas que hacer y andate “ le dijo Rafael.
Manara junto sus pocas pertenencias, dejó las llaves y se fue.

Rafael se sentó al costado de la cama hasta que Arturo comenzó a reaccionar, este extendió lentamente la mano y amagó una sonrisa.
Luego con voz apagada y ronca dijo: “ sabía que vendrías, estoy destruido. Es coherente no ? , detective del submundo en la ciudad de la tristeza y la melancolía donde el macho llora la mina perdida “.
“ Lo que despierta una mujer como Manara es muy difícil de manejar y solo alguien como ella puede estar con ella sin dañarse. Lo que te pasó poco tiene que ver con esa mujer sino con algo muy guardado tuyo, probablemente muy difícil de desenmarañar. Pero el gatillo de tu situación ya no está, acaba de irse. Ahora comenzaremos la recuperación y para ello trascenderás la pérdida y el dolor y crearas algo nuevo “ dijo lentamente Rafael.
Los dos meses que pasaron sirvieron para que Arturo comenzara a conectarse con lo que era su don pero esta vez desde otro ángulo. Decidió dedicarse a casos muy complejos de secuestros o crímenes seriales pero cobrando grandes sumas previamente estipuladas cosa que antes no hacía. Rafael lo llevó también a ver al Dr. Elhod, un viejo psicoanalista que hizo maravillas con Arturo en bastante poco tiempo. En seis meses el gran sabueso estaba en plena acción. En una charla de Rafael con el Dr. Elhod este le dijo que los males de amores son muy dramáticos porque movilizan interiormente el miedo al abandono y al ridículo, pero efímeros como el amor no verdadero o irreal.
Cuando Arturo estaba bien Rafael le dijo: “ ya puedo irme tranquilo, nos veremos en la laguna en cualquier momento, amigazo “
“ Buscaremos juntos a Excalibur, mi querido amigo, gracias “ dijo Arturo y se despidieron con un gran abrazo.

Rafael volvió a su casa después del episodio con los cinco, así decidió llamarlos y su cabeza iba a mil. Pensaba todo lo que implicaba tener ese aval, no había dudas básicas en él, pero estaba jugando un juego de grandes y nunca lo había hecho. Estaba agotado y se durmió.
De repente corría velozmente por una calle, era de noche y el lugar le resultaba familiar, luego de unos minutos llegó a una esquina y miró hacía un balcón y se dio cuenta que era su antiguo departamento en la ciudad del río doble. Se levantó como una saeta y fue a la ventana y miró hacia la esquina. Para su asombro vió un mandril que lo miraba fijamente. Se despertó bruscamente y excitado, miró a su lado a Juana que dormía plácidamente, se fue calmando y nuevamente se durmió.
Por la mañana mientras desayunaba con Juana decidió contarle el sueño y ella luego de escucharlo atentamente le dijo: “ hay una gran pulsión interna que lucha por salir desconozco exactamente porque pero lo intuyo “.
“ Por lo pronto debo resolver o aclarar todo este asunto de los monos y también intuyo que se irá desmadejando a medida que avance mi conflicto interior por llamarlo de alguna manera “ dijo Rafael.
Prendió su conexión satelital, tecleó Calderón y para su sorpresa el inescrupuloso soñador estaba en medio de la selva de los arboles de goma. Aumentó el zoom y pudo ver a cuatro personas que transportaban un jaula y en ella un mono de gran tamaño. Anotó las coordenadas y se preparó para viajar. Habló con Juana sobre el mismo. Ella le dijo: “ no estoy muy segura de que debas hacer esto, vas a meterte en la boca del lobo. Por otro lado creo que hay muchas respuestas para vos en ese lugar y por último confío plenamente en tus capacidades. “. Lo miró fijamente, se besaron amorosamente y al finalizar ella le dijo: “ volvé “.

Al otro día Rafael sobrevolaba la ciudad del río de los ríos. Esta había conocido el esplendor en el pasado con la fiebre del caucho. Rafael contrató un guía local en el puerto y le informó el exacto lugar donde debían ir. Era un lugar de difícil acceso.
Rafael llevaba baterías de alta duración para su computadora con conexión satelital y abundantes provisiones. Por las dudas llevó su equipo de pesca y también un rifle. Partirían al alba, esa noche en el hotel telefoneó a Arturo Sauce y lo puso en tema de adonde se iba al amanecer. Sauce le dijo: “ cuidate Rafa, el mal bicho que querés encontrar es muy venenoso y siempre va un paso delante de todos. Es más te diría casi con seguridad que ya sabe que estas ahí “.
Rafael tenía ese pálpito pero tomó cuerpo en su mente después del comentario del gran sabueso al cual le dió una misión: “ investiga que hace en la selva Calderón. Sin duda debe necesitar insumos muy específicos y eso deja rastro. Hablá con Emir que te va a dar fondos. Llamame “.
Cuando rompían las primeras luces del día el bote de aluminio con su motor de 30 hp y sus dos pasajeros Rafael y Marangatú surcaban el río de los ríos. Navegaron por más de 12 hs y solo se detenían a comer en algún islote o lugar seguro.
De repente cuando comenzaba a atardecer el guía le señaló la margen derecha. Esta tenía un gran banco de arena pero Marangatú le dijo que acamparían en la ribera opuesta solo por si acaso. Por la mañana se meterían en la selva.
Nuestro biólogo soñador se durmió inmediatamente después de comer un sabroso bagre que cocinó el baqueano. Y por supuesto soñó. El se desplazaba por la selva y esta le era absolutamente familiar. Cuando llegó a un lugar donde el terreno se sobreelevaba vió un gorila que lo observaba fijamente y extendía su mano como llamándolo. Al acercarse pudo ver que era Desmond, estaba moribundo. Con sus últimas fuerzas le acercó un fruto que era parte de la dieta de los monos silvestres. Luego murió.
Rafael se despertó sacudido y acongojado. Prendió su computadora satelital y obtuvo imágenes de la isla donde naufragó. Para su sorpresa vió como toda la manada estaba inmóvil alrededor del cuerpo de un mono grande. Sin duda era Desmond y este en su despedida le dejaba a través de un sueño un enigma a resolver.
¿ Qué significaba el fruto que le dió ? .
Marangatú lo despertó muy sigilosamente haciendo el gesto de silencio con el dedo índice sobre la boca. Se arrastraron entre la vegetación y vieron como Calderón y otros empujaban unos monos drogados que sin duda iban a matar.
Rafael tomó el rifle y sin dudarlo apuntó al hombre que estaba en franca pose de disparar. Su tiro impactó de lleno en el pecho del hombre que se desparramó en el acto.
Entonces contra toda lógica y prudencia Rafael le dijo a Marangatú que lo cubra, se paró, salió de la espesura y con gran seguridad y prestancia dijo: “ Soñador sin alma vengo por vos. Lo hago por los espíritus de los monos muertos, por los que aún sueñan, por el hombre mono y sobre todo por mí “.
Cuando finalizaba, un secuaz de Calderón le apuntaba pero el balazo de Marangatú le voló la tapa de los sesos.
Fue ahí cuando el maligno soñador habló: “ veremos si sos capaz de eso que decís “ y rápidamente se metió en la selva dejando los monos en la arena.
Al rato Rafael y Marangatú atendían a los monos, algunos eran chimpancés, otros orangutanes y gorilas, todos fuera de su ámbito natal. Todos tenían un cinturón con una bolsa colgando y en ella había frutos. Los mismos que el comió ya hace mucho cuando Desmond salvó su vida y el que estaba en su sueño de hace unas horas. Esa noche durmieron bien escondidos.
Ya bien entrada la noche Rafael algo desvelado comió varios frutos que le habían sacado a los monos por un presentimiento de nuestro biólogo.
Cuando se durmió caminaba por la selva con gran seguridad hasta que llegó a una caverna bien disimulada. Entró, caminó al menos un kilómetro hasta que llegó a un gran ambiente natural y pudo ver abajo varias camillas de gran porte, descendió y pudo ver como en pequeñas cavernas enrejadas estaban prisioneros una treintena de monos.
Fue cuando sintió la presencia y giró. Era un mono pero distinto, se veía como mono pero no lo era. El mono habló y le dijo : “ así como vos me ves, yo te veo a vos, somos dos monos pero no lo somos, usamos su piel para soñar. Y vamos a podes hacer muchas cosas más si no aparece gente como vos. Él contestó irónicamente : ni lo sueñes. “
Se despertó muy exaltado, obviamente Calderón tenía muy depurada la técnica del sueño. Rafael ya tenía claro que el inductor para soñar eran los frutos que tendrían algún microorganismo que sumado a la genética del mono daba como resultados los sueños.
El ADN de las células tanto humanas como de los simios además de una gran similitud contiene en teoría la información de vidas pasadas o de especies pasadas y sin duda los monos y los frutos eran la puerta al mismo.Ahora, porque algunos hombres sueñan y otro no ? esa pregunta se puede contestar a medias. Sin duda los frutos contenían algún microorganismo sea virus o parásito que era un gran inductor del sueño, pero también los monos a su vez poseían esos microorganismos en forma crónica. Solo algunos humanos tenían una gran predisposición a soñar y a su vez una extrema facilidad para retroceder a vidas de antepasados. En ese grupo podrían estar Rafael, Calderón y muchos más. Si los monos y el hombre tiene el mismo origen podríamos llegar a las fuentes del origen del hombre. Y si es un origen distinto de los monos también, de cualquier manera era fascinante solo pensarlo.
Rafael tomó el teléfono satelital y le contó a Juana lo sucedido. Ella habló con su padre y al rato lo llamó. Esto fue lo que le dijo: “ Rafael ¡ venite ya ! no podes enfrentarlo aún, es muy poderoso. Vamos a hacer una experiencia muy riesgosa pero necesaria, nos encontramos en el laboratorio de mi padre en dos días “.

Rafael le iba a hacer caso a Juana de ir a la comarca Wilt en dos días, pero no de no enfrentar a Calderón. Por lo tanto le dijo a Marangatú que se esconda y lo espere. Tomó equipo ligero y salió a buscar la guarida de Calderón. Entró en la caverna después de tres horas de búsqueda, no había guardias y solo se escuchaba a lo lejos sonidos guturales de los monos. Todo era tan calmo que no tuvo duda que lo esperaban y así fue como llegó libremente a un gran ambiente rodeado de jaulas y en el centro sentado en una especie de trono con guardias armados a sus espaldas estaba Calderón.
“ ¡ Bienvenido a mi laboratorio defensor de monos ! “
– . “ bueno si es así no tendrás inconveniente en decirme que investigas “
– “ todo lo que aprendí con Morrison mas lo que robé por ahí y mi capacidad para soñar lo apliqué en nuestros peludos amigos “.
– “ ¿ con que fin ? “.
– “ te imaginas un ejercito de soñadores monos o humanos que peleen las guerras o hagan cualquier trabajo sucio. En realidad quiero vender el know how. Y se lo voy a vender al grupo para el cual Juana investiga. Ellos tienen la línea de investigación ética o al menos legal que es la Dra. Zantar. La otra soy yo que soy un investigador todo terreno, Je Je. Estamos hablando de mucho dinero y poder “.
– “ ¿ y la vida ? “.
– “ está y seguirá estando, modificada tal vez, mas áspera, mas cruel, mas injusta pero vida al fin. Vos no lo verás de todas maneras “.
No terminó de decir eso que Calderón vió una luz láser en su pecho. Quedó petrificado por miedo y asombro. Habían monitoreado a Rafael desde que salió del campamento y además la cueva era impenetrable a cualquier señal.
-. “ ¿ que shock no ? el gran soñador atrapado, se ve que me vigilaron bien pero no tanto, cuando estuve en la cueva ya a punto de entrar solté un pequeño globo que da datos muy precisos. Mis amigos tienen mucha tecnología porque no los viste ni oíste entrar “.
Eso fue lo último que oyó y vió, una bala hueca hizo volar su pecho y su corazón. . Los guardias bajaron sus armas y se entregaron.
Llamó a Rand:
“ Sr Rand, como verá Calderón ya no esta mas con nosotros, por favor les encargo enviar los monos a sus hábitat originales, yo tengo trabajo que hacer “.
“ Debo decir Rafael que se ha movido Ud. con mucha astucia e intuición aunque con cierto grado de inconciencia. Pero respetamos mucho la intuición que si fuese verdaderamente entendida tal vez no habría inconciencia. Haga su movida que es mucho más que defender la vida y el planeta. Ud. quiere saber. Tiene nuestro apoyo en todo. Saludos y gracias “.
Aproximadamente 48 hs después Rafael llegaba a la Comarca Wilt. Al detener el auto Juana salía de la casa, pudo ver su incipiente pancita y se olvidó de todo lo demás. Se miraron y se abrazaron intensamente para terminar con el beso mas largo que el recordaba. Morrison había ido de compras y Juana muy liviana de ropas le dijo: “tenemos mas de tres horas y te quiero adentro mío todo ese tiempo “.
El la miró y le dijo: “ cuidado soy un primate “
Ella espetó: “ todos los somos “.
Durmieron largo rato después, les esperaban horas muy intensas. Iban a hacer historia y lo sabían.
Cuando se levantaron, Morrison había preparado unos trozos de ciervo y chivito en escabeche con un tinto sureño.
El viejo antropólogo desplegó rápidamente su plan: “ Vamos a darte una buena dosis de frutos. Luego entraras a un ambiente especial que estimule al máximo tus capacidades soñadoras para ver hasta donde llega el sueño. Vas a flotar en una cubeta especialmente diseñada por mí con fluidos muy enriquecidos y actividad eléctrica de bajo voltaje.
El resto esperemos que sea historia.
Rafael sintió que su defensa de los monos estaba lejos, esto era muy grande y sus piernas temblaban. La miró a Juana y ambos se entendieron.
Rafael siguió todos los pasos y al rato se encontró flotando en la cubeta. En poco estaba dormido. Repentinamente corría velozmente en una zona árida con otros mandriles, a lo lejos creyó escuchar el intermezzo de Mascagni fue en ese momento que desaparecieron los monos y parte del paisaje pero el corría aún y se le acoplaban homínidos que también desparecían esto se repitió hasta que corría solo y se frenó con una tremenda luz enceguecedora, ahí despertó. Lo sacaron rápidamente de la cubeta y lo reanimaron, estaba casi al borde del paro cardíaco.
Ya restablecido preguntó enfáticamente: “ porque me sacaron ? estaba por ver algo “
“ Lo que estabas por ver era muy grande porque estabas por morir o tal vez era para nacer pero decidimos traerte “ dijo Morrison.
Rafael dijo entonces: “ debo ir nuevamente y no me traigan aún si me muero y si lo hago reanímenme. En un momento creí escuchar música, para ser más preciso el intermezzo de Cavallería Rusticana fue en ese momento que me separé de los mandriles”.
“ La música que escuchaste la puse yo en la cubeta, fue tu conexión con nosotros pero actuó de alguna manera como un catalizador o un inductor, a decir verdad no lo sé “ dijo el antropólogo.
“ Vi luego de desprenderme de varias especies que el paisaje cambiaba y una tremenda luz me encandilaba y se acercaba. Esta vez vamos a usar si me quedo mucho tiempo un tema musical de jazz rock que yo amo mucho para traerme “ dijo Rafael.
Repitieron todo aunque esta vez Rafael se despidió de Juana. Ella lo miró y le dijo: “se que vas a volver “-
Al rato Rafael repetía todo el sueño y al aparecer la gran luz esta lo envolvió y lo transportó vertiginosamente, de repente la luz perdió intensidad y pudo ver que estaba en un lugar muy verde con un gran espejo de agua, había humanos como él. Miró entonces al cielo y vió varias lunas. Aunque todo eso perdía nitidez y se diluía rápidamente, fue entonces cuando escuchò “ Are you going with me “ que lo rescataba.
Estaba volviendo aunque había estado en paro más de 10 minutos. Morrison brillantemente había descendido la temperatura del agua de la cubeta dramáticamente. Eso le permitió soportar sin daño el paro. La música lo había traído de vuelta.
Rafael durmió 12 hs, al despertar Juana lo miraba dulcemente. Morrison atizaba los leños. El biólogo dijo entonces: “ que bueno es estar en casa. Aunque por lo que ví esta no es la nuestra . Luego que la gran luz me envolvió fui como transportado. Pensé que era la Tierra en otro lugar o tiempo, había agua, vegetación en cantidad y humanos, pero al mirar el cielo pude ver claramente varias lunas. Me parece que ese es nuestro verdadero hogar y nuestra especie fue intercalada aquí en la cadena evolutiva “.
“ O la cadena evolutiva de la Tierra es un experimento genético y fuimos intercalados para corregir, mejorar o empeorar algo. O hacerlo mas divertido “ pensó en voz alta Juana.
“ Estamos aquí y este es nuestro lugar, debemos cuidarlo y cuidar las especies de nosotros mismos “ sentenció Morrison.
No terminó de decir esa frase que comenzó a sonar el teléfono satelital de Rafael.
“ Rafael ? – se oyó la voz de Rand. “ ¿ Está Ud. bien ? “
– “ Si, me gustaría contarles todo lo que sucedió aquí en el laboratorio del Profesor Morrison. Como pude soñar vidas pasadas o algo así. Tengo mucho para decirles “
– “ No se preocupe, Rafael, sabemos lo que vió y donde estuvo “.
– O sea que Uds. están cuidando su obra , o la de otros “.
– “ Algo así, mi estimado sapiens-sapiens, algo así “.
– “ Bueno, en definitiva todos somos primates “. Sentenció Rafael y colgó.

FIN

Rick Gotar
Blog del autor

Un comentario:

  1. Alberto Spindler

    Un cuento que atrapa de entrada y una historia muy bien construida

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