El impacto de una gota.
Hablando de las campañas electorales de estos días, discutimos en facebook algunos compañeros dedicados al marketing y, tras el resultado del Brexit, he vuelto a releer esos comentarios y os traigo este resumen con el que defendía mi postura:
«Asociar una campaña publicitaria a un «Sentimiento positivo» está muy bien, teatralizar, apasionar y hasta divertir, pero la actividad política no es un teatro donde vas a reír o a llorar ante una ficción más o menos sesuda o distendida y después sales, te vas a tu casa y ahí quedó el espectáculo sin que afecte a tu vida cotidiana. Cuando hablo de ética apelo a movilizar sentimientos positivos con honestidad y verdad, porque el voto compromete (el de todos los partidos) la vida real después del espectáculo. Las campañas pueden cambiarse y adaptarse a los tiempos, y así debe ser, pero en ningún caso de forma superficial y sin contemplar la seriedad que comportan unas elecciones. Apelar a la simpleza y a lo primario no es «un sentimiento positivo”, es un engaño.».
Y al salir del espectáculo podemos ver comprometidas muchas vidas. Eso ando reflexionando antes de depositar mi voto…
Luisa Núñez
CEO del Portal Canal Literatura
Especialista Universitario en Sistemas Interactivos de Comunicación