Nº67- Amantes. Por Lavie

De nuevo desde hace diez años, he dejado atrás mi vida para fundirme contigo en la pasión. He viajado miles de kilómetros, he sorteado peligros, he mirado a la luna para ver tu imagen en su reflejo en mis noches solitarias.

A veces tu ausencia ha prendido en mí de tal forma que me he sentido desorientado,  perdido en una playa de angustia y soledad, a merced de las olas y de mis miedos, ansioso por volver a sentirme en paz; en la paz de mis días. Y en la paz de mis noches, tantas veces oscuras.

La desesperación llena mis días cuando temo no volver a nuestra cita.; cuando el acoso me hace temer por nosotros. Entonces, escapo a mis temores recordándote; recordando nuestra primera cita, rememorando aquel momento en que no pude apartar mis ojos de tí. Desde que te vi, desde que escuché tu voz, me sentí hipnotizado por tu dulzura y, sin darme apenas cuenta, me deslicé hacia ti.

Tus movimientos sensuales, tu cuerpo poderoso, tu dulce y penetrante mirada, taladraron mi mente y me arrastraron a tu lado.

Los dos éramos jóvenes e inexpertos, pero el deseo nos unió en un abrazo eterno.

Parece que fue ayer, que el tiempo no ha pasado desde nuestra primera vez, porque sigo deseándote como aquel tierno adolescente torpe e inexperto que se batió en duelo por tenerte, que cantó la más hermosa de las canciones por seducirte.

Por eso sé que cuando te vayas acercando,  mis ojos te buscarán. Y entre todas las demás criaturas sólo tú percibirás la intensidad de mi mirada. Te acercarás segura y tus ojos me aprobarán. El tiempo se detendrá mientras nos miramos; mientras nos sentimos…Y, entrelazados, nuestros cuerpos formarán un mar de espuma.

Sentiré tu corazón a través de tu piel, palpitando como el mío.

En este océano de sensaciones sólo el ruido turbará el amor. Entonces, huiremos al silencio retornaremos a la calma, detendremos nuestros cuerpos y nos abandonaremos al sentir.

Y en un minuto infinito tu aleta acariciará mi aleta. Tu inmenso cuerpo se acoplará a mi cuerpo y, en un salto de gozo, romperemos el mar.

Te espero nervioso, excitado, te llamo; entono nuestra canción, única para ti y para mí.

Te envío mensajes pero no me contestas. Este ruido ensordecedor…

Sigues sin responderme. He empezado a intranquilizarme. L1as interferencias nos separan a ti y a mi mucho más que la distancia. Cuando te escucho, a cientos de kilómetros, mi alma se llena de ti, de tu piel, de tu voz,…

¡Por fin, te distingo!  Mi corazón se acelera, no puedo evitarlo. Tus movimientos, tu sensualidad…, me arrastran a tí. Te reconozco. Te oigo. Lo sé, me deseas.

Después de ti volveré al mar de mi vida  y, durante 364 días estaré pensando en nuestro encuentro. Te llamaré en la distancia, entonaré nuestra canción, recorreré  las mismas rutas que me trajeron hasta aquí… como cada año.

Y miraré el horizonte para recordar tu imagen; y me lanzaré al abismo cuanto tu ausencia me haga daño; y romperé barreras cuando tu recuerdo, nuestro recuerdo, excite mi cuerpo; y saltaré entre dos mundos para sentirte.

Burlaré el arponazo de la muerte para volver a estar  a tu lado. Descenderé a los abismos y me lanzaré a los cielos… Todo, todo lo haré por ti

Y en las noches sin luna tu imagen reverberará en mi cerebro y, en la añoranza lloraré. Lloraré, como un adolescente alejado del ser al que está unido, un llanto profundo y espeso. Las lágrimas enturbiarán mis ojos en una humedad infinita.

Después, con una mueca soñadora, mientras navego por las frías aguas del recuerdo, reviviré cada  palmo de tu piel, cada centímetro que se entrelaza con el mío. Y soñaré, soñaré que regreso, porque sólo me quedará espacio para soñar.

 
 

4 comentarios

  1. El amor, un tema eterno.
    Suerte.

  2. Coincido con Furtiva y Gaia. Nada que añadir excepto desearte suerte.
    Saludos afectuosos

  3. El amor siempre ha sido y será uno de los grandes temas de la literatura de todos los tiempos. Y hablar de amor, no es solo hablar de encuentro y felicidad, sino también de desencuentro, separación y sufrimiento. De todo esto nos has hablado en tu relato. Mucha suerte.

  4. Hay veces que la distancia no es una daga tan afilada como el recuerdo mismo. Aquí el sentimiento, con la fuerza y la inmesidad de un océano mantiene al personaje_narrador de estos anhelos en un auténtico esclavo de los mismos.
    Siempre conmueven la fuerza de unos sentimientos tan contenidos,y no es fácil describirlos en un tono de tal profundidad.
    Sin duda merece la pena el esfuerzo del autor-a por plasmarlo.
    Te deseo mucha suerte.

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