81-Réquien Por Nadia

– Oremos. En el nombre del padre, del hijo… –

Mientras los presentes se ponían en pie, en los primeros bancos se sucedían desgarradoras imágenes de dolor e incredulidad por Eva.

Su único pecado fue ser más guapa que  Bárbara  y no darse cuenta, no tener los arrojos necesarios para plantarle cara. La peor no solo era Bárbara, si no sus dos lacayas incondicionales que la seguían a todas partes, compensando así su gran falta de personalidad y  humillando para superar sus propias inseguridades. Todo había ido bien hasta que un día Bárbara oyó por casualidad una conversación en la que unos chicos decían lo guapa y lista que era Eva. Ese día empezó la guerra. Si aprobaba un examen la llamaban empollona, si deliberadamente suspendía se reían de su ignorancia. Si se maquillaba la llamaban  de todo y si iba sin arreglar no la dejaban entrar en clase por sucia.  La llamaban gorda cuando comía los bocadillos de la cafetería y cuando dejó de hacerlo le recriminaban que estuviera a dieta, pues parecía anoréxica. Nadie jamás movió un dedo por ella y los recreos los pasaba sola, leyendo  o llorando en el baño. El día de su cumpleaños lo pasaría sola en casa, pero no le importaba demasiado. Su abuela le había regalado el bonito abrigo rojo que le gustaba y milagrosamente no le habían dicho nada en clase cuando lo llevó. Al cogerlo del perchero para salir vio que en los bolsillos había grandes manchas de rotulador permanente que alguien había puesto  allí. Con los ojos cegados por las lágrimas subió al tercer piso y sin dudar, saltó.

Al salir del templo los periodistas le pusieron un micro a Bárbara, y ésta, con su  mejor pose de dolor dijo; – No entendemos que pudo haberle pasado. Todos la queríamos.-

9 comentarios

  1. Me ha gustado, es breve y en pocas líneas cuenta una historia. Suerte.

  2. Un relato breve y bien escrito. felicidades Nadia

  3. Ojalá fuéramos capaces de comprender que las palabras, incluso las que mueren antes de nacer, hieren. Estamos tan encumbrados en nuestra propia atalaya de miseria que somos incapaces de escuchar. La fuerza de este relato está, en mi opinión, en su brevedad. Mucha suerte.

  4. e ha parecido bien escrita y en unas palabras nos describes muy bien a distintos tipos de personas, un reflejo de esta sociedad tan superficial que nos ha tocado vivir.

  5. En mi opinión, este relato, aunque breve, consigue introducirnos fácilmente en la mente de Eva, podemos entender sus sufrimientos… A pesar de la realidad, que nos asola, no acabo de asimilar esa rendición sin lucha, no podemos permitir que la solución sea la fuga… El acoso adolescente es un tema que está a la orden del día… nuestra asignatura pendiente es la de fortalecer a nuestros vástagos… a pesar de la competencia, nuestros jóvenes han de saber enfrentarse con todo lo que les destruya… como lo hemos hecho sus mayores, incluso en épocas más austeras… Te felicito Nadia, te doy mi voto por haber conseguido inmiscuirnos en tu relato, sólo una pequeña corrección: la palabra es Réquiem, un error mecanográfico subsanable…

  6. Gracias Gaia, tienes razón en la correción, en cuanto lo vi publicado me di cuenta de mi error, un dedazo puesto en la letra de al lado, pero claro, ya no pude arreglarlo. Me alegra que te guste el relato.

  7. Soy yo otra vez, solo quiero corregir pues he puesto correción por corrección.

  8. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Felicidades. Te voto.

  9. Estimada Nadia: no sé si eres una de las finalistas en el Certamen de ‘Amor en el tiempo’ o es tan sólo una coincidencia de nombres. Si es así, mi más sincera enhorabuena.

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