163-Verano en Ubeda. Por Pebeval

Horas de calor intenso cuando el sol abrasa los olivares del paisaje lejano.

 

La casa, una antigua casona de la hidalguía rural andaluza, se alza en el promontorio que domina la llanura de olivares. Desde sus jardines en bancales contenidos por la muralla árabe, las vistas alcanzan las Sierras de Cazorla y de Mágina a través de los olivares que flotan en los cerros.

 

A un lateral de la casa, los altos muros encalados de la iglesia de “los Frailes” (Oratorio de San Juan de la Cruz), extienden, a estas horas en las que todo duerme o se abrasa, una leve pero intensa sombra.

 

Los cuerpos de las dos jovencitas aparecen en el patio como dos libélulas. Las risas estridentes de las chicas estallan en el silencio manchado de cantos de chicharras. Corretean alrededor de la piscina. Sus cuerpos de adolescentes,  alambres carnosos producen movimientos sincopados. Llevan bikinis mínimos; rojo y turquesa, como alfileres en el contraste de blanco y negro azulado de la sombra de la iglesia.

 

De pronto, el sonido de agua seguido de las risotadas nerviosas. Bracean y salpican tras unos minutos de juegos pueriles.

 

Sobrevienen después varios intentos de una de las dos “libélulas” de salir de la piscina. Cada uno de los distintos intentos, subiendo la escalera, impulsándose para sacar medio cuerpo al borde de la piscina, se ve interrumpido por la otra chica que una y otra vez retiene a su amiga y la hace volver al agua. Cada intento fallido se ve acompañado de unas risotadas que se hacen cada vez más nerviosas.

 

La amiga, la atrapa por los hombros, la cabeza, llega a tirar de su bikini. Todos los esfuerzos son inútiles la “libélula” queda atrapada en el azul intenso de esa piscina.

 

El sol tiñe de miel los muros del caserón. El jardinero, aplicado, recoge las hojas muertas que flotan sobre la superficie de la piscina antes de taparla con la lona azul hasta el regreso de las señoritas el próximo verano.

4 comentarios

  1. Las libélulas rozan el agua

  2. Coro Morales asua

    ¿hay algo más deliciosos que esos veranos de adolescentes’tres largos meses de sol, agua y bikinis con un tipazo ¡que delicia!

  3. Escenas que describes como un buen pintor o como un excelente fotógrafo. gracias

  4. HÓSKAR WILD

    Es, efectivamente, un cuadro perfectamente descrito. Transmites la sensación de estar ahí, junto a ‘tus’ libélulas, batiendo las alas, com-batiendo el calor. Mucha suerte

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