69-No me importa lo que digan. Por Presal
No me importa le dije a Rosa: -No me importa lo que digan cuatro idiotas de la medicina, me importa poco lo que hayan podido decir de mí en esa sala en la que se han reunido para decidir mi futuro.
No me importa le dije a Rosa: -No me importa lo que digan cuatro idiotas de la medicina, me importa poco lo que hayan podido decir de mí en esa sala en la que se han reunido para decidir mi futuro.
Gala cuenta a sus amigas la aventura que ha vivido recientemente en París. Aún está bajo los efectos de su decepción. Gala es morena, alta, espigada, con melena, breves y firmes pechos, estrecha cintura, piernas de buen implante, ojos oscuros, insondables, largo cuello, barbilla prominente y boca grande de fácil sonrisa. – Gala comienza a contar a sus amigas.
EL RELOJERO SE ASOMÓ al cadáver que yacía en la mesa del forense y se puso las lentes. Pretendía ver más de lo que a simple vista veía y señaló con su dedo por debajo de las costillas, donde comienza el estómago.
……te lo digo en serio, el espacio es francamente mejorable. Si de mí dependiese, cambiaría el color de las paredes, son demasiado tristes. Cómo explicarte, deshumanizadas. Los techos, los techos los dejaría blancos, para darle un punto de claridad al asunto ¿entiendes?
Katja siempre ha tenido muchas preguntas. Desde pequeña ha querido siempre saber el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué de todo lo que la rodeaba. No es que ahora sea muy mayor, cuando apenas acaba de cumplir unos quince mal celebrados que ya le pesan como toda una vida inmortal a sus espaldas. Pero volvamos a lo importante.
Tomás Suárez es comercial de una importante empresa de informática; de unos cuarenta años, buena presencia, educado en sus formas convencionales; está casado y tiene dos hijos adolescentes.