24- La vieja bodega. Por El asesino de Morfeo
- 1 octubre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, bodega, pan, relatos
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El día era luminoso, maldita sea; el sol había salido detrás del castillo, como siempre, la gente trajinaba camino a la plaza, como siempre, la carnicería de enfrente había abierto sus puertas y olía a primavera. Juan miraba a través de la ventana, tras los cristales sucios y no entendía por qué todo seguía como si nada hubiera ocurrido.
El hombre esbozó una media sonrisa mientras se calaba aún más el viejo gorro que tapaba un pelo rubio y reseco. Era alto y enjuto, levemente encorvado y, en otros tiempos, debía haber sido atractivo. Pero eso era algo que a Juan le importaba muy poco.
La luz de la ventana recortó su figura mientras él recorría la estancia con una mirada fría, gris, minuciosa: no convenía dejar ningún cabo suelto, ninguna pista que delatara a la enemiga lo que allí había pasado ni dónde podría encontrarle. Cerró las contraventanas, recorrió el resto de la vieja casona y bajó las escaleras que le llevaban al refugio que, durante mucho tiempo, había preparado.
La casa de Juan era grande, de piedra: como casi todas las casas antiguas de la zona escondía en sus entrañas una vieja bodega; en el piso superior estaba la vivienda familiar y, en la planta baja, la panadería que había permitido que su hermana y él fueran a estudiar a la universidad, lejos del pueblo. Ella había terminado la carrera, se casó y se quedó a vivir, con su marido y su trabajo de bibliotecaria, en el piso que sus padres le regalaron en Madrid. Era un buen piso y a sus padres les costó muchas barras de pan horneadas con sudor y cansancio. Años y años de olor a pan y a sudor costó el maravilloso piso.
Juan no terminó sus estudios. La cabeza le daba demasiadas vueltas buscando el sentido a la vida y respuestas a dilemas que nadie ha resuelto. Leyó a los grandes filósofos, buceó y buceó en libros que nada tenían que ver con las asignaturas que impartían en las aulas…. hasta que algo estalló en su cerebro. Entonces empezó la peregrinación de psicólogos a psiquiatras, de psiquiatras a psicólogos y su clara mirada se perdió detrás de las gafas oscuras que, desde entonces, ocultan sus ojos y un feroz escepticismo.
Juan abandonó su estéril búsqueda para encontrar el amparo de sus padres y de la panadería, allí todo era más fácil y sencillo: el pan no pretendía ser otra cosa que un buen pan con el que acompañar la comida de la gente cuando se sentaba a la mesa. Juan horneaba, se dejaba querer por sus padres y leía. Durante un tiempo la vida se apaciguó, pero pronto el mal de la enfermedad vino a instalarse en la vieja panadería, como un huésped hosco y desabrido, para alimentarse de los padres y engullir su vida.
Primero fue al padre; el maldito huésped lo debilitó hasta dejarle atado a una silla de ruedas y al dolor. Su mujer y Juan le cuidaban mientras esperaban que la hija viniera desde Madrid a acompañarles y a dar algo de cariño al pobre viejo que preguntaba por ella. A veces llegaba al pueblo con su novio (un cura renegado que jugaba a cineasta y a meterle mano a la chica del panadero) eran visitas breves y terminaban cuando conseguían que los padres les “prestaran” algo de dinero. Juan comenzó a odiarles.
Cuando por fin la muerte se llevó a su padre, la hermana reclamó la herencia nada más llegar del cementerio, quería financiar un corto que, el que era ya su marido, pensaba realizar. Su madre lloró y le dio el dinero que pedía. Por entonces la anciana dejó que la enfermedad empezara a comérsela.
Juan decidió que aquella mala mujer no era su hermana, solo le unía a ella unos cuantos genes no identificados; canalizó su energía en cuidar a su madre mientras alimentaba una inquina febril contra sus enemigos: la ingrata, como le gustaba llamarla y el pretencioso pedante de su marido.
Le costaba recordar cuándo había tenido algo de complicidad con su hermana, buscaba en su memoria y siempre aparecía como la niña malcriada y celosa que había amargado su infancia. Juan había crecido escuchando maravillas de ella mientras tenia que soportar sus pequeñas mezquindades y sus mentiras; más de una vez cargó con las culpas de lo que hacía doña perfecta sin que ella moviera un dedo por esclarecer su autoría. Soportando su cínica sonrisa, Juan se enfrentó por primera vez a las pequeñas injusticias que conforman nuestra infancia y, en ocasiones, nuestro carácter.
Es difícil asegurar nada, quizás fue por entonces cuando Juan decidió convertirse en un Quijote desfacedor de entuertos o quizás no, pero lo cierto es que, cuando lo conocí, su figura tiernamente estrafalaria y su búsqueda enajenada de justicia, me hizo pensar en el caballero megalómano y perdedor creado por Cervantes.
En los últimos tiempos, se había cansado de luchar contra los molinos de viento y había centrado sus esfuerzos en cuidar de su madre enferma y en despreciar a la miserable de su hermana. No podía perdonarle el desapego que mostraba hacia su madre, la indiferencia ante su dolor y la falta de interés ante todo lo que no fuera dinero. Día a día fue rumiando su venganza y, cuando vio que la anciana ya ni siquiera preguntaba por ella se preparo para humillar a la bibliotecaria.
Recordó la vieja bodega de su casa; la entrada había sido tapiada porqué a su hermana le daba miedo y convenció a sus padres con mimos y llantinas. Nadie había vuelto a hablar de ella en la familia una vez condenado su acceso. En secreto Juan volvió a abrirla, luchó contra las telas de araña y la suciedad que se había acumulado durante años, bajó todo lo necesario para subsistir: agua, víveres, libros, dos pequeños camastros, una mesa y un par de mantas para protegerse del frío y la humedad. Comprobó que la vieja instalación eléctrica aún funcionaba, instaló ruedas en una estantería para ocultar la entrada a su guarida y pacientemente esperó su momento.
El día era luminoso, maldita sea. Había dejado un lacónico mensaje, en el contestador telefónico de su hermana, comunicando que su madre había muerto. Con cuidado bajó en brazos a la difunta y la depositó en el camastro de la oscura bodega, se sentó cogiendo la mano yerta de la mujer y secó a manotazos las lágrimas que le caían por las mejillas y la barba sin afeitar…..afuera el día era luminoso.
Agarrado a la mano de su madre imaginó la llegada al pueblo de su hermana, el desconcierto del matrimonio al preguntar, de casa en casa, por el paradero de los ausentes. Habrían ido al tanatorio y al medico que expidió el certificado de defunción. Se imaginó a su hermana dando explicaciones que paliaran el escándalo que sacudiría el pueblo, la vergüenza de la ingrata ante las miradas de hipócrita conmiseración de los vecinos y paladeó el hecho de que cada uno de ellos conocía la verdadera historia del desamor de la mujer.
Tres días, tres, veló a su madre a solas. Le habló de su niñez, le dio las gracias por su amor, por las comidas que le preparaba con cariño, por su paciencia cuando se le nublaba la razón. Pasó el tiempo leyéndole libros que sabía que a su madre le gustaban y le explicó que la niña que había parido se había convertido en alguien que no se merecía despedirse de ella ni manchar con su presencia el último aire que la envolvía.
Tres días, tres, esperó a que su hermana se marchara. Pegado a la trasera de la estantería escuchó el ruido de la puerta al cerrarse con un portazo, luego el rugir de coche de la pareja arrancando y huyendo de una situación cada vez más esperpéntica. Juan esperó tres días, como los antiguos, a que el espíritu de la madre abandonara su cuerpo en la cripta del hogar que la había cobijado. Solo entonces se entregó a la burocracia que rodea a la muerte, serenamente y con una leve sonrisa en el alma.
Una de las coplas que cantaban las cuadrillas de andaluces que, muertas de hambre, buscaban acomodo en el campo manchego de la posguerra decía así: «No me desprecies por pobre/ Porque cuatro casas tengo/ La cárcel, el hospital/ La iglesia y el cementerio». Lo cuenta García Pavón en uno de sus excelentes relatos.
Pues bien, los que hemos participado en este certamen, con relatos o como simples lectores, podríamos añadir a la copla una quinta posesión: La Bodega de Morfeo. Tu calidad como anfitrión ha hecho posible que todos nos sintiéramos como en casa.
Suerte a todos y en todo.
Y como ya estoy ebria de leer tantos buenos relatos, os dejo mi DE SOL Y DE LUNA, para los enamorados…
Se miran a los ojos fijamente,
como dos amantes,
frente a frente.
Inertes, ni siquiera pestañean,
él calienta,
ella mueve las mareas.
No pueden encontrarse cada noche,
él se acuesta,
ella se va sin reproches.
Son almas gemelas, aunque diferentes,
ella pálida,
él ardiente.
Luchan con furia contra los elementos,
y su amor lo gritan,
a los cuatro vientos.
No pueden amarse, están condenados,
él sale de día,
ella espera al otro lado.
Miran las estrellas con envidia,
ellas están juntas,
¡que maravilla!.
Su amor es complejo y lo sufren,
su entereza flojea,
sus esperanzas se diluyen.
La vida juntos es una quimera,
él tan huraño,
ella viajera.
Amor incompleto, del todo imposible.
quieren yacer juntos,
más todo lo impide.
El mundo entero intenta separarles,
sus miradas ardientes,
sus caricias fugaces.
Con todo y con eso, se siguen queriendo,
ella, menuda,
él, inmenso.
Soplan los vientos, rugen los mares,
tienen todo en contra,
…lo saben
De amor están muriendo pero se dominan,
él, Lorenzo,
ella, Catalina.
Me apunto a la fiesta con vino del bueno, se lo sisaré con destreza a mi marido de su bodega y lo tomaré con vosotr@s.
Os dejo a mi MINERO, espero que os guste.
«Recuerdo perfectamente la primera vez que te vi. Con tu rostro enjuto y curtido por el sol.
Habías pasado tus años jóvenes bajo tierra y después, como solías decir medio en broma, medio en serio. Te empachaste de sol para desquitarte.
Tu corpulencia siempre me sorprendió. ¿Como un cuerpo tan grande podría moverse en espacios tan angostos? Suponía que para ser minero, había que ser pequeño.
¡Que curioso pensamiento!. ¿Acaso los túneles eran especiales para ti?.
Recuerdo perfectamente la sensación certera de conocer el interior de tu cuerpo. Tus pulmones teñidos de negro, del polvo respirado durante años de oscuridad, solo iluminada por la leve llama.
Y yo, con mis reproches, tan confundida estaba. Tú, dejándote la vida en el lado oscuro y yo al otro lado, tú en el malo y yo en el bueno. No mas reproches, lo prometo.
En que pensabas ahí abajo, cuando el silencio y la humedad lo llenaban todo de la más absoluta nada.
Acaso pensabas en ella, que te esperaba, temerosa de que no regresases.
Como los marinos, que se quedan a veces con las sirenas para siempre. Ella estaba celosa de la madre tierra, que te tenía secuestrado en sus entrañas, temía que no volvieses a casa cada noche.
Pero tu regresabas, al final de la jornada, cansado y sucio, pero vivo y feliz de regresar junto a ella. Entonces respiraba tranquila, te abrazaba y acariciaba tus músculos cansados, tensos.
Era vuestra vida, no podía cambiarse, solo vivirse. Solo cabía esperar para estar contigo todo el tiempo.
Pero tantas jornadas de anhelos y esperas le pasaron factura.
Mientras tus pulmones se llenaban de asbesto, su alma se llenaba de tristeza, inundada por la pena, hasta que ya no pudo resistirlo.
Cuando tus días de minero terminaron, ella ya no estaba.
Cuando podríais haber pasado los días juntos, ella ya no estaba.
Cuando la tierra te dejo libre para amarla, ella se había ido.
La mina se cerró un día para ti, saliste al sol resplandeciente del exterior y ya no te escondiste más.
Ella te observa desde las nubes y te espera, como cada noche.
Antes subías del subsuelo a la tierra, para estar con ella, ahora debes subir de la tierra al cielo. Porque tu amada te está esperando, MINERO.»
Querido asesino muchas gracias por invitarme, lamento no haber acudido antes a la llamada del tintorro pero aquí estoy para desearte mucha suerte con el jurado y para que después del certamen sigamos en contacto aunque sea de vez en cuando.
MUCHÍSIMA MUCHÍSIMA SUERTE, DE VERDAD
¿Se puede?… Pasaba por aquí y me he dicho:
-Voy a ver si hay alguien en la vieja bodega.
No sé si soy yo pero noto en el ambiente un cierto aire de melancolía y escucho que alguien ha puesto en el viejo tocadiscos un vinilo de Claudio Baglione que canta en español «Sabato pomeriggio».
La nostalgia es un bello sentimiento al que debemos dosificar antes de que acabe inundando por completo el alma (que conste que por una vez la frase es mía).
Y para combatir esta atmósfera tan melancólica sugiero que para empezar nos tomemos todos una copita de este «Côtes du Rhône» que he traído conmigo. ¡Salud compañeros!
¿Repetimos? Venga, otra copita más. Santé et force au calumet!
¡Qué bien que sienta!
Bueno, ahora que nos vamos poniendo a tono quería comentaros que yo también me apunto para seguir en contacto vía correo electrónico de momento y como dice Camino a la cima no estaría mal quedar más adelante en algún sitio estratégico más o menos equidistante de todos los que se apunten y celebrar un encuentro «real» para poder brindar con copas de verdad y si puede ser degustando algún que otro plato de nuestra rica gastronomía mejor que mejor.
Estoy pensando como podemos hacer para pasarnos nuestros correos antes de que se cierre esta página pero como soy nuevo en este tema la verdad es que todavía no he encontrado la respuesta. Sé que de momento y hasta que no se publique la lista de los finalistas del certamen tenemos que seguir en el anonimato. Tampoco sé si los que participásteis el año pasado pudísteis intercambiar vuestros correos.
Pero estoy seguro que nuestro gran anfitrión, maestro de maestros, va a encontrar una solución. ¡Que viva el Asesino!
También quería comentaros que he ido leyendo poco a poco los relatos que habéis ido dejando en la vieja bodega estos últimos días y me han gustado mucho. Veo que seguís muy inspirados. Seguid así.
Os deseo a todos un buen final de martes y una noche llena de sueños inspiradores.
Bonne soirée à tous et meilleures salutations
Para camino a la cima.
¡Ya me gustaría una fiesta de verdad!…pero, de momento lo veo difícil. Cuando el canal se cierre, hemos quedado unos cuantos para vernos, aunque sea vía Internet. Estaremos encantados si te sumas, no dejes de mirar (cuando los chiquillos te dejen) y asomate por aquí que estamos buscando la forma de seguir en contacto. Luego ya veremos si podemos hacer un fiestorro en condiciones y el lugar equidistante donde juntarnos. Yo ando ahora por el centro, pero en verano me marcho para La Rioja, así que no estamos tan lejos.
De momento, brinda con nosotros y mándanos, si quieres, algún relato cortito (o no) para nuestros particulares Juegos florales. Hay cosa geniales, rebusca en los últimos comentarios y verás que nivelazo. Creo que ha sido fantástico haberos conocido.
Un besazo, suerte con los premios y hasta cuando quieras.
Y ¿por que no hacemos una de verdad?.
Me gustaría conocer a los que habeis escrito ciertos relatos, mis favoritos, y a otros a los que no he votado pero me han tocado el alma de escribeletras.
Imaginad por un momento que pudiesemos vernos, leernos nuestros relatos, charlar, pasar un rato juntitos, que plan tan estupendo. Cuanto aprenderíamos unos de otros.
Propongo una quedada real (no virtual).
A lo mejor vivimos todos cerca, nunca se sabe.
Yo vivo en la verde Cantabria…
Asesíno, encargaté tú, así, entre crimen y crimen.
Os mando un abrazo, que ojala pueda materializarse.
Pero bueno, resulta que estais de fiesta ¿sin mi?.
Snif, snif, ¿he llegado tarde?, tanto cuidar de mis retoños no me queda tiempo para «na».
Pero vamos, que fiesta es mi palabra favorita.
¿Que tengo que hacer?, estoy preparada….
Para Lamari.
Lo malo, en la vida, es cerrar las puertas. Te puedes perder cosas y personas que merecen la pena. No hay nada que perder y….¡Ummmmm, que bien me lo he pasao!!!
Espero encontrarte cuando ésto termine.
Mi querido Asesino De Morfeo voy a devolverle su compostura de la única forma que puedo.Discúlpeme
Su mensaje se lo habrán retirado no por la palabra en sí, sino por la palabra y el añadido.Sonaba mal, muy mal y ya le dije que no le pegaba en absoluto.
Me hubiera gustado decirle bajo ese enlace de » La lunares», que es usted muy valiente, pero me poseyó esa mujé de la fló , me monté en el vespino y salí pitando.
Es usted muy valiente al no poner en la puerta de su bodega ese letrero de «Reservado el derecho de admisión» , porque de alguna manera , se ha jugado el tipo en este certamen.
Qué decirle…`No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita´ y no ha necesitado mucho para completar el aforo de su bodeguilla.Después cada cual ha salido por la puerta que mejor le ha venido en gana, pero sin presiones.
Quiere que le cure? o le pincho un » Dolotil» intravenoso a ver si se me alegra un poquillo?
Debería cerrar la ventana y correr el visillo, hace frío y los niños se constipan, he visto unos ojos mirándo hacía mí y me da un cierto miedo la gente que hace esas cosas.
Sí, como niños, porque la inocencia es propiedad privada y exclusiva de esos enanos.
Gracias por su hospitalidad y sinceramente me hubiera gustado haberle visto en esta final junto a Dies.Un premio poco importante para algunos, pero quién sabe si el jurado ya los tiene en un apartado, quién sabe…
Para Juan su protagonista con to mi corasón.
Besos
http://www.youtube.com/watch?v=sGdu4Lg9xvM
Ah, pero… ¿es que no son niños?
Para Lamari Lunares.
-Ya estoy aquí. Yo soy la Lunares- Y el no supo que decir.
Aquí iba un grandisimo taco, ese que tanto asustó a Lectora y por el que supongo que el robot moderador, escandalizado, me ha borrado el mensaje.
Lo tengo que reconocer, te has quedado conmigo. Todavía me estoy poniendo tiritas…¡¿Te parece bonito?! yo de cara a la pared y llorando a moco tendido y tu…Bueno, pues eso, con tiritas y la boca abierta.
«Y ella encontró un corazón que compartir» La Vega inmensa y tu me has convencido de que, debajo del clavel, hay alguien tan interesante como para encarnar a dos personalidades tan distintas como Lectora y Lamari sin despeinarse. Bien por tí.
A ver ¿Alguien me puede devolver la compostura?.
¡Ah, en el fondo son como niños!
…Y al fondo la lluvia del mes de Abril.
Yo soy la del traje del lunares, la de la fló inestable y la que de perfil os deja un guiño porque en el fondo os he cojido cariño.
Suerte!! sois unos empollones, plumillas, juntaletras!!!
http://www.youtube.com/watch?v=BgzwmyTyN0Y
ummmmm qué bien me lo he pasao!!!
Besotes!!
Para Bonsái.
Que alegría me da verte…¿Poesía?..Uhmm, ya puedes leernos algo, aunque sea pequeñita. Lo necesito, que me acaban de regañar mucho.
Para lectora.
¡Mujer, no se lo tome todo tan a la tremenda…! el comentario que hice sobre las cincuenta sombras de Grey se lo dirigí a Lamari en el contexto de una broma que nos traíamos entre manos y, mi comentario sobre lo de freir huevos no se refería a las señoras que hayan leído ese libro, que yo he leído también, sino a las que sueñan con asumir el papel de sumisas.
En cuanto a lo de su puta madre (supongo que se refiere a eso ¿no?) he vuelto a leerlo, por si había metido la pata, y yo entiendo lo que pone: no me refiero a la madre de ninguna persona física, sino a la de los celos y la humillación.
Siento haberle dado la impresión de prepotente, no es así como me siento, pero a eso no puedo replicarle nada, cada uno es muy libre de verme como le de la gana.
De todas formas, le voy a pedir que me deje elegir a mi a mis maestros. Tengo que confesarle que no he leído nada del señor Lorenzo Silva, mea culpa, cuando lo haga le daré mi opinión. Ahora tengo para leer los libros que me han traído los Reyes Magos, entre ellos el primer tomo de las dichosas sombras y ya le adelanto que no pienso comprar el resto de la trilogía.Usted haga lo que quiera…¡Faltaría más!
Siento que se haya enfadado tanto conmigo, usted fué la primera persona que me comentó mi relato y guardaba un grato recuerdo de su compañía..¡Que se le va a hacer!
En cualquier caso, quiero que quede constancia de que respeto profundamente a las madres, y a las putas también. En cuanto a lo de la manicura…no creo que al señor Silva le importe que yo le aplauda o no, ni cómo lleve las uñas.
Sin más, quedo a sus pies, señora.
ASESINO!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hola:
Aquí estoy…. Es que desde que cambiaron el sistema, hace ya un montón, me pierdo en los mensajes…
Además últimamente estoy creando poesía… ay!!!! sí… sí. Y cuando finaliza esto.
Quiero danzar, bailar y brindar!!!
Señor Asesino para no gustarle el tema se sabe muy bien el argumento de ese libro.¿Acaso se ha leído la trilogía completa?.No le gusta verdad?.Pues nada, están amontonados como escaparate en el Corte Inglés y cada uno es libre de comprarlo o ignorarlo, pero no de hacer de justiciero.
Se ha leído lo último de Lorenzo Silva?.Pues eso debería haber sido los deberes, el comentario en esta bodega, más que esas discusiones prepotentes que aliñaron esta ensalada con..cuántos aditivos lleva ya?.Y fíjese nadie hace mención de esa novela, ni sugiere su lectura mereciéndolo con creces.Pero sí estarán esperando, que si el destino o la suerte les acompaña que ese señor le estreche la mano para salir en la foto.
Por otra parte, sin intención de molestar a nadie, me extraña un tanto que su «maestro» no le haya llamado al despacho para reprocharle ese adjetivo con el que califica a una madre.No le pega señor Morfeo ni con cola,más siendo el autor de un relato que precisamente trata sobre una madre.Como tampoco le pega que diga que las señoras que hayan leído ese libro habría que verlas cumpliendo el deseo de hacerles a su Gray un huevo frito con patatas.Acaso sabe usted ,se ha informado a fondo de algo que es un concenso entre personas libres?.
Pidan cita en el salón de belleza y vayan haciéndose la manicura para tener unas manos presentables a la hora de aplaudir, cuando su maestro reciba el premio del verdadero Maestro de este Certamen de aficionados.
Buenas atrdes a todos.
PS: Ahora busquen mis comentarios, parece que os estoy viendo.
Para Lovecraft.
¡Bien, maestro, bien! nos has dejado con la miel en los labios…entre los dos, Firmin y tu, me habéis hecho buscar La Isla del tesoro y la ha puesto en la mesita de noche para volver a leerla..¡Hace taaanto tiempo que la leí que la tengo olvidada! mientras espera su turno, Long John Silver, la cucaracha de Firmin, intima con el gato de Siempreviva y el diablo Lilitu le lleva la fiambrera a tu jefe de estación, a ver si con la tripa llena, tiene más paciencia con el maquinista soñador.
Unos cuantos ¡Hurra! para el maestro.
Para Pigmalión.
¡Marchando una rondita de antigripales! Ponte la manta, acercarte al fuego, te traeré una tacita de caldo y vamos a ver si hay algún valiente más que nos cuente otra historia…afuera está el mundo real ¿has leído la carta del Hombre sin abrigo?
Hazme un sitio en el sofá, tomate el Frenadol que yo me voy a tomar un tranquilizante…¡Joder, la que está cayendo!
Para Hombre sin abrigo:
Lo primero es mandarte mis condolencias por los ¿treinta y dos? muertos en tu país por la explosión.
Parece que, después de todo, no estamos tan lejos; nos hermana el caos en el que nos han sumido los politicastros que no entienden de fronteras. Gracias a ti me he enterado que los del PRI olvidaron sus principios revolucionarios para instalarse, cómodamente, en el Neoliberalismo y, por aquí, cada día estalla un nuevo escándalo de corrupción, que llena los bolsillos a los padres de la Patria.
¡Hijos de puta! España ya tiene seis millones de parados y unos cuantos más desconcertados ante el caos que se nos viene encima. Lo peor es el desaliento: no hay forma de meterles mano; ya se cuidaron ellos de blindarse con la Constitución en la mano. Borrachos como estábamos por los aires de libertad, caímos como ilusos en su trampa.
Como en México, están tratando de privatizar todo lo que se menea, empezando por La Sanidad, y mientras, los responsables de la crisis económica, campean impunes mientras que el pueblo se lame, como puede, las heridas.
En fin, solo puedo darte ánimos en tu lucha y pedirte que, cuando quieras, vengas por aquí a contarnos como estás. No servirá para mucho, pero al menos te desahogas y nos acercas a tu país que, gracias a ti también puede ser, un poco, el nuestro.
Un abrazo y hasta cuando quieras.
Ya que tanto insistís, vosotros lo habéis querido. Alguien comentó en esta bodega algo sobre el niño que todos llevamos dentro. Siguiendo esa recomendación, ahí os dejo un breve texto extraído de un cuento más extenso, pero que funciona bien como microrrelato independiente. Espero que no os disguste.
Con su estridente silbato, el contramaestre remarcaba las órdenes precisas para el gobierno de la embarcación.
—¡Los del furgón de cola: largad la cangreja! ¡Marinero: alimenta la caldera, que tenemos el viento de través! ¡Desplegad todo el paño en los vagones de primera!
Pero era demasiado trabajo para un solo hombre. El contramaestre, transmutado de repente en jefe de estación, escupió el silbato para aullarle:
—¡Demonio de hombre! ¿Otra vez en las nubes? ¿A qué esperas para arrancar?
En la proa del convoy, el maquinista cerró “La Isla del Tesoro” y, una vez más, pospuso su sueño de ser pirata para cuando fuese mayor.
Parece que no soy la única que tengo el cuerpo atrapado por un virus, y dicen que la gripe todavía no ha llegado (al menos en mi tierra), pero este va haciendo camino para cuando llegue «la señora» y haga de nosotros su campo de batalla. Hablando de batallas, qué silencioso está el maestro. Quizás prepara la coronación … Mmm, olor a laurel y a triunfo .
¡ENHORABUENA!
Y va por usted, MAESTRO .
P.D. Morfeo, déjale esta cartita al Maestro Lovecraft. Antes o después tendrá que pasarse por la Bodega.
PD para Ganímedes.
¡Tonto estoy! por supuesto que hay vino, caldito caliente, antigripales y lo que quieras…ponte buena y ven a la fiesta final.
Para Ganímedes.
Me encanta tenerte de nuevo en La vieja bodega. Tu también eres alguien muy especial para mi. Fuiste la primera persona del certamen con la que hablé más allá de los fríos comentarios. Me gustaría que nos escribieras cualquier cosa, de despedida (parece que hace siglos que empezara ésto). Al final, los relatos que se han dejado encima de la mesa por los amigos, me han acercado mucho más a su estilo que los relatos oficiales…quizás sea la desinhibición de estar fuera de concurso y de miradas de jueces, quizás sea la tranquilidad de estar rodeado de amigos. Lo cierto es que, pase lo que pase con el veredicto del jurado, el bodeguero de este rincón se lleva en su mochila momentos inolvidables, leyendo lo que tan generosamente han compartido con los contertulios mis más entrañables escritores.
Espero tu relato, pero si no te apetece, también espero no perderte cuando todo esto termine y que sigamos en contacto. Un fuerte abrazo.
Gracias de nuevo por la invitación, querido Asesino. Apenas emití mis votos, meretiré un poquito del certamen. Fue más una obligación que una elección. Verás, en mi país estamos cansados de las injustticias. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) nos gobernó durante 70 años y nos dejó en un caos social indescriptible. Hoy el presidente de las telenovelas, Enrique Peña Nieto está desvencijando los últimos cimientos de la nación. Ayer hubo una terrible explosión en una de las torres de Petróleos Mexicanos (PEMEX), y todo indica que el gobierno en turno tomará el accidente como un pretexto para abrirle paso a la iniciativa privada. Eso, querido Asesino, sería el tiro de gracia para mi pueblo.
Existen muchas cosas, pues, que lamentar estos días. Por eso, aparte de mi trabajo como docente, trato de difundir por todos los medios posibles (incluso éste), las canalladas que se están viviendo en mi país. Es una tarea tan ardua que he tenido que abandonar, por el momento, mis relatos y mis poemas para escribir columnas políticas y, por qué no, propaganda ideológica. Trataré de darme mis vueltas, ahora que estamos en las postrimerías del certamen, y, de cualquier modo, querido Asesino, quiero que tú y tus visitantes me han hecha pasar extraordinarios momentos con sus letras. Gracias a todos y saludos cordiales.
¿Qué formato han cambiado? Yo lo veo igual… bueno, más largas las páginas, ¿es eso?
El Abuelo se va… y en plan misterioso. ¿Alguien se ha quedado con su dirección, por si entra entre los finalistas del premio del jurado? La tierra del «che» y la «força al canut» es amplia y luminosa, incluso aunque acotemos la década de nacimiento. En fin, buen viaje, Abuelo, aquí dejas unos amigos para cuando quieras.
Y a Lamari… ya le ha dado acidez. Le debe afectar la luna. Claro que… mantener un personaje sirvengüenza y barriobajero con una flor inestable es para nota. La condesa es mucho más fácil: se quita los tacones, se pone los tacones, y poco más. Pero bueno, criatura, mándame el diccionario que te inspira, que yo me pierdo con el churreteo del bebe. Mi nachtzehrer también es mal hablao, pero por el ambiente carcelario… y reconozco que no se documenta mucho. A la cara, sí, de espaldas nunca, que las condesas no tenemos espalda.
Me voy un ratito a mi casa. Para lo que gusten ustedes mandar.
Acabo de ver que se me ha invitado a una fiesta por aquí… Asesino, tú conseguiste meterme en el concurso con tu respuesta a mi comentario por aquí, así que cuando recuerde este certamen, te recordaré seguro a ti.
Veo que, por estos lares, se ha construido un micro-mundillo literario, lástima que pronto se haya de bajar el telón también por aquí.
¿Queda en tu bodega, para mí, alguna copa de vino? He sido invadida, no por extraterrestres, ya que yo soy uno, sino por uno de vuestros malditos virus terrestres, de esos que llaman «gripe de estómago». Ya que no levanto cabeza, puede que, quizá, una buena copa de vino…
Para Lamari.
Mi espíritu, querida mía, jamás ha sido estrecho. Ni cuando los michelines emergían desbordantes por el corsé, ni cuando, como ahora, habita en una esbelta incorporeidad. Precisamente por eso nunca me han gustado las esposas ni que mi pareja me diga lo que puedo y no puedo hacer o tocar. La libertad siempre ha sido, para mi, el mayor de los afrodisiacos. El control, en sanidad; y los celos y la humillación, para su puta madre.
Vamos, por Dios, quinientas cuarenta y una páginas sufriendo por esa chica tan maja… y hordas de mujeres suspirando por el tal Grey y los orgasmitos de la señorita Pepis.
Habrá que verlas, cuando su Grey particular les pida huevos con patatas fritas para cenar como parte del ceremonial sadomasoquista. Seguro que se les olvida lo de la sumisión. como tiene que ser.
Para el Abuelo-
Los de la añada del cincuenta (yo inaguré la década) sabemos respetar. Adios con el corazón, que con el alma no puedo. Muchas gracias por tu regalo, aquí un amigo para cuando quieras.
SALUT I FORCA AL CANUT.
PD: Voy mejorando, pero no he sido capaz de encontrar el rabillo de la C. Un abrazo
¡Uau, han cambiado el formato de los comentarios! Creo que voy a llorar de agradecimiento; mucho mejor…¡Donde va a parar!
¡Hale, pétalos de rosas para los robots también! Al final, nos haremos amiguetes…por cierto ¿Donde estan los huevecillos de Tomás? Los echo de menos.
Señor Ase y compañía.
Ante todo,quiero mandarles un saludo desde la Isla Peregil. Mi expaco ,que es la leche surfeando, se me ha modernizado desde el diborsio y su GPS se ha vuelto loco con las coordenadas.Le ha llevado a este cacho, pedazo de tierra 0 islote.La tabla terminó en su cabeza alopécica y estamos esperando que mejore de la «conmosión serebrá» para posible traslado en elicotéro.Yo he pillado un satélite y he conectao por fín con los plumillas.
Mantengo mi palabra y le digo a la Irae que voy a ir cargada con una docena de botellas de Canasta a la bodeguilla, puede terminar con las existencias, pero la quiero sobría para decirle en su cara varias cositas que me ha tocado el » bebe» durante este churreteo de la primera fase del concurso.
Y usted Love ándese con cuidado que lamari tiene los muslos más duros de su cara y no me hago responsable si se fractura un deo, dos o la mano entera.
Y quién es el…
Debimos observarle con más tranquilidad, habernos fijado mejor en ciertos detalles antes de sacar esa conclusión tan absurda.
Aquel hombre con ojos de insomnio y voz de resaca, llevaba mucha razón…”Mari, no todos los tonos luminosos son cálidos, tiene que haber una armonía en el conjunto» .Ese hombre era la milk escribiendo, pero la carga de ironía que llevaba sus textos, era como la punta afilada de un cuchillo de acero .Indicando siempre a sus objetivos, siempre en movimiento, como cámaras de vigilancia..
Sí, ese juntaletras acertó con su plumilla. Hay que observar con más tranquilidad, ver lo que la realidad está exponiendo ante tus ojos.
La ceguera cortical, no tiene tratamiento.” Las fórmulas académicas están bien, pero a veces impiden ver otras cosas. Hay que tener paciencia y saber ver qué es lo que está pasando verdaderamente allí y qué es lo que la realidad te está contando” .No hay que apresurarse.
El hombre salió por la puerta trasera de la bodega, sacudiéndose las telarañas del traje. Colocó con firmeza un pañuelo de seda, en el bolsillo de la americana y con sonrisa de niño malo y paso militar se fue alejando …Quién es usted? Y el hombre misterioso de flequillo indomable se volvió …Wilde , HÖSCAR WILDE…y la fló se desprendió de mi cabeza.
Oz guzta?, pos tengo pa tos vusotros!!
Pd_ Ase…
Las sombras y las luces…, deje de ser tan estrecho, eso lo da el orujo o su incorporea figura?Quítese el corset y coja las esposas!!! jejejjejeje
lamari
Para Edgar Allan Becker.
–¡Por Dios, ¿Por qué te has molestado?!- Dijo El Asesino, mientras con un gesto rápido se apropiaba del Armagnac y de la Caipirinha que traía el elegante huésped.
Al viejo se le veía desconcertado y sospecho que no sabía si poner La Marsellesa o La Internacional mientras escuchaba el discurso de su invitado. Carraspeó y se metió los faldones de la camisa en los pantalones, sin duda buscando la dignidad que se espera encontrar en el aspecto de un caballero español.
Luego le hizo un gesto suplicante a la cucaracha de Firmin, con la que ya le unía una fuerte amistad, y ésta abandonó el mostrador de la bodega (es lista, la jodía, sabe cuando está de más) y puso, en el viejo toca discos, a Pink Floyd, mientras buscaba, con un cierto temblor, algo de flamenco que, supongo, le devolviera a sus raíces.
Un rato más tarde, el fuego de la chimenea y unas cuantas caipirinhas habían relajado la tensión inicial. Camarón había diluido los ecos de la ocupación francesa y el asesino reía, a mandíbula batiente, el chiste contado por su franchute preferido.
Los faldones de la camisa habían vuelto a buscar su libertad y la cucaracha se asomaba, curiosa, por debajo de un papel.
-Larga vida a La France- Y los vasos chocaron sellando una hermosa amistad.
Asesino, no. Es: «salut i força al canut». Se te perdona por ser de la meseta; y no te quejes de que no puedes ver el mar: tú estira mucho el cuello, pon ojitos de estreñido, y ya verás si se ve o no se ve el mar.
Dicen que dicen que la excepción confirma la regla. Voy a caer en la irregularidad en atención a la peña que estás moldeando a base de eruditos/as, buceando, ¡vive Dios!, en caldos de excelente traza y regio buqué.
No voy a volver a entrar en Canal Literatura.
No te pido que lo comprendas. Incluso créete que entiendo que no lo entiendas. Razones hailas, ¡voto a Brios!, pero no vienen al caso. Sólo te suplico que lo respetes, y sé que lo harás.
Con el devenir de las añadas vamos quedando menos del cincuenta y tantos. Leyendas todavía vivas, cansadas de estar cansadas de ser tan felices. Cuando en algún momento has aludido a nuestra común pertenencia a esa década, has tañido -seguramente sin procuros- las fibras más sensibles de mi añoso corazonciglio. Es por ello que te voy a ofrendar un postrer relato que, si bien no trata de la arcáica y enmohecida etapa marinera, si alude sin embargo a otra no menos apasionante cual es la de la pubescencia: ese socavón en la senda de la sensatez, en el que el calificativo que mejor encaja es el de «idiota».
Es autobiográfico, como el de aquella noche de aquel día con Paquito Taroncher. Lo escribí hace unos meses para presentarlo en otro foro de cervantillos, y gustó. Y a mi también me gustó. Y espero que a ti también te guste. Y un abrazo.
ALL I OLI
Esta historia arrancó con el generalísimo Franco inaugurando pantanos parapetado tras unas gafas de sol, el Cordobés cortando orejas y rabos en blanco y negro, la Faraona llorando su “Pena penita pena” por una España que se lamía las cicatrices tras la guerra civil, y con don Paco Gento corriendo la banda izquierda antes de centrar al área, para que Di Stéfano llegando como una saeta fusilara al cancerbero de turno.
Ese era el decorado patrio en el que un domingo por la tarde, mi amigo Escuder y yo, con las mejillas preñadas de acné y más cara que una manada de paquidermos, nos presentamos en el teatro de los jesuitas de Valencia para perpetrar una actuación de música “folk”. El tema escogido era: “La vall del riu vermell”. (Años más tarde supimos que aquello quería decir: el valle del río rojo). La labor de selección del tema que íbamos a interpretar en el festival fue sumamente rápida. Sólo nos sabíamos esa. El hecho de no tener ni idea de lo que decía la letra, no mermaba en absoluto la cara de convencidos que se nos ponía al arrancar las primeras notas. Actuamos en primer lugar como teloneros de los teloneros. Simón & Garfunkel hasta esa tarde podían dormir tranquilos. Después de esa actuación, todavía más. La taquilla del festival iba a destinarse íntegra para ayudar a los niños del Congo. No sé si alcanzó para unos pocos bocadillos de chopped. Para huir de los leones, la barriga excesivamente repleta siempre suponía un inconveniente y no era cuestión de apechugar con remordimientos.
Surgiendo con paso firme de entre las bambalinas, nos situamos en el centro del escenario y reclinamos nuestras púberes nalgas sobre un par de sillas. El distinguido público nos recibió con un atronador silencio. A continuación, coloqué la guitarra en posición mientras mi amigo agarraba su flauta rígida y enhiesta y la sostenía suspendida a un palmo de la boca, para que al llegar el momento del “solo” no tener que perder ni un segundo. Como si estuviera aireándome el ombligo con un imaginario abanico, comencé a tañer las cuerdas con la derecha mientras los dedos de la mano izquierda marcaban el do mayor entre los trastes. Ese era uno de los tres acordes que conocía: ¿para qué más? Sin embargo eso era algo que no habría admitido ni aun para librarme de fallecer desmembrado sobre un potro de la Santa Inquisición. Con un semblante estreñido y salpicando fe nos arrancamos a dúo:
– “Trovaren a faltar el teu somriure…”
Y aquí es donde se exhibió Ignacio. Con un gesto veloz, seguro, frío, y derrochando virtuosismo, ajustó la boquilla de la flauta entre sus labios y sin mirar partitura alguna, con la obra grabada en su mente, infló sus carrillos como un sapo y las notas se desparramaban sobre el auditorio:
─ Ti torí torí.
Y esto lo tocó no una, sino dos veces durante la canción.
─ Ti torí torí.
Tres minutos más tarde concluimos nuestra actuación, nos pusimos en pie, nos dimos media vuelta, y sin decir ni adiós desaparecimos entre las bambalinas. ¡Total, para el caso que nos habían hecho!
Cuando diez minutos después nuestras posaderas descansaban sobre las sillas de plástico de la parada del autobús, decidimos disolver “All i Oli”, ─ que así se llamaba el grupo ─ y dedicar nuestras fuerzas a ligar con las chavalas aprovechando el tirón de la gira. Lo sentí mucho por los pobres negritos, pero con un público así no se va a ninguna parte. Además, no era cuestión de eclipsar a Simón & Garfunkel. Que se notara que éramos jóvenes de buen corazón.
Han transcurrido cuarenta y tres años desde entonces, ignoro si mi amigo el flautista sigue entre nosotros, pero sé que algún día la historia nos hará justicia. Y si un tumulto se alzara demandando con gritos y lágrimas nuestro regreso, pienso señalar con un manotazo en el brazo ─ hallándose éste en un perfecto ángulo recto ─ el lugar en el que Caperucita Roja se colgaba su cestita. No hay dinero en el mundo para pagar el regreso de All i Oli. ¡Y si no, haberlo pensado aquella tarde!
F I N
Señorita Bennet, a mí tu cuento me ha parecido como un sueño borroso, inaprensible, difuso. No sé si le conviene mucho pulido… no les quites la magia a esos personajes tristes y perdedores. Los trajes de lentejuelas han perdido el brillo con la vida, seguramente, porque han volado en los trapecios, les han crecido algas y moluscos en el fondo del mar y han saboreado la profundidad del amor. Hay sabiduría en los espejos oscurecidos por el polvo, más que en los viejos libros de leyes, quizá… Pero acaba bien esos exámenes y, una vez liberada, sigue jugando con los sueños en tus ratos libres. También los serios jueces tienen a veces su doble vida, quién sabe qué te deparará la tuya…
Nada, que, como no viene Lamari, me he pimplao la botellita de canasta mientras le hacía ronronear al gato… Ya sé que me pongo trascendente y pesaíta, pero luego se me pasa, de verdad.
Bonsoir chers collègues,
En primer lugar quiero agradecerte, estimado Asesino, el haberme invitado a tu maravillosa fiesta a la que este humilde aprendiz juntaletras quiere unirse para seguir aprendiendo de grandes maestros como sois todos vosotros. Y para hacerme perdonar por el retraso (la verdad es que por circunstancias diversas he tenido un inicio de año muy movido y no he podido disponer del tiempo suficiente para prodigarme algo más en vuestras siempre interesantes tertulias) aquí traigo conmigo algunas botellas de auténtica caipirinha y para quien no le guste también he cogido unas cuantas de Armagnac. Nos vamos a poner ciegos como tiene que ser. La ocasión lo merece.
Dicho esto, también me gustaría aprovechar la ocasión para desearos a todos mucho ánimo y mucha suerte ahora que está tan cerca el momento de la verdad. Personalmente creo que todos, por el mero hecho de haber presentado a concurso nuestros relatos, moralmente nos merecemos una parte, por pequeña que sea, del primer premio. Y os tengo que confesar que para mí, el premio más importante ha sido el de haberos conocido y el haber podido intercambiar con vosotros gran cantidad de comentarios muy enriquecedores. Por ello, una vez más… ¡Gracias a todos!
Por supuesto, espero y deseo que esta relación recién iniciada tenga continuidad en el futuro, un futuro al que me gustaría ver cada vez más justo y solidario (qué lejanas suenan estas palabras actualmente, ¿verdad?), y el quijote que llevo dentro no me deja dormir y cada día me repite sin cesar que no podemos darnos por vencidos, que tenemos que continuar en la lucha sin bajar los brazos, porque antetodo es una cuestión de dignidad, y no podemos permitir que acaben con ella. Que nuestras palabras sean granos de arena que unidos formen un puente sólido hacia la justicia -una de verdad que sea igual para todos-, la paz y la solidaridad. Que la palabra del hombre -y de la mujer- sea siempre el vínculo de unión y conocimiento entre todos los pueblos y culturas y el único medio con el que se puedan solucionar todos los conflictos.
Ah, y como creo que una buena fiesta no está del todo completa si no suena una buena música, aquí os hago un pequeño comentario sobre mis preferencias musicales:
Me declaro seguidor incondicional de Pink Floyd así como de Mike Oldfield (para mí el Mozart del siglo veinte). Con estos datos seguro que adivináis a que generación pertenezco. Y aunque siempre me interesa cualquier tipo de expresión musical tenga el origen que tenga, también me gusta mucho el flamenco en toda su extensión, al igual que diversos cantautores de distintos países, sobre todo en español, francés, italiano e inglés. Y por supuesto, como buen rokero que soy, me quedo también con todos los grandes de la historia del rock y del blues (Led Zepplin, Deep Purple, Jimmy Hendrix, Santana, Eric Clapton, BB King, etc, etc, etc). Aunque si tengo que elegir una canción como una de las principales candidatas a la más bella canción de la historia, yo eligiría «Dust in the wind» (1976) , del grupo Kansas.
Dicho esto, voy a contaros una historia. Ya sabéis que hay historias que hacen reir, otras que hacen llorar, y ésta que os cuento a continuación, es una historia que a mí me hace reir pero por no llorar:
Con motivo de la celebración de una comida campestre en la finca de un conocido político, algunos invitados quisieron mostrar a los demás de qué eran capaces los perros que les acompañaban.
El primero en enseñar sus habilidades fue Escalímetro, el perro del ingeniero, que agarró un martillo, unos cuantos clavos y unas tablas, y él solito se hizo una perrera. ¡Increíble!
El segundo en actuar fue Probeta, el perro del químico, que fue hasta la nevera, cogió un litro de leche, peló un plátano y algunas naranjas, y con la licuadora se hizo un batido. ¡Fantástico!
El perro del contable, Cash Flow, fue a la cocina, cogió un paquete de 24 galletas, lo abrió e hizo 3 pilas de 8 galletas cada una. ¡Genial!
El informático estaba seguro de que su perro podía superarles a todos. Le hizo una señal y entonces Giga, que así se llamaba, se fue al ordenador, lo limpió de virus, mejoró su sistema operativo, instaló nuevos programas y hasta envió un correo electrónico. No había casi palabras para describir lo que hizo. ¡Impresionante!
Entonces todos miraron de reojo al político y le preguntaron si su perro sabía hacer algo especial.
El político hizo una señal a su perro y dijo:
-Diputado, muéstra a estos señores tus habilidades.
Dicho y hecho. Diputado dio un salto y se paró en seco. A continuación se comió las 3 pilas de galletas, se bebió de un sorbo el litro entero de batido, hizo sus necesidades por todas partes, borró todos los archivos del ordenador, dio por el trasero a los otros cuatro perros, se instaló en la perrera con un título de propiedad falso y alegó inmunidad parlamentaria. ¡Insuperable!
Una historia real como la vida misma.
Enfin chers amis quelle vie!
Ha sido un inmenso placer el haber compartido un buen rato con vosotros. Espero que repitamos.
Un fuerte abrazo para todos, y especialmente para tí, mi querido Asesino
Para Lovecraft.
Venga, maestro, el atril está convenientemente iluminado, el personal expectante, sonriente y gritando a coro
¡Que salga el maestro!
¡Que salga el maestro!
¡QUE SALGA EL MAESTRO!
No va a haber más cojones…
Para El Abuelo.
Pues no, en la tienda de Las Gurruminas (lo más parecido al Corte Inglés que hay en el pueblo) no quedaban más seudónimos, pero mira, al final le he cogido cariño. Es lo que tenemos los que vivimos en la vieja y árida meseta de la península, que tenemos que conformarnos sin ver el mar y con tiendas que no tienen más que cuatro libros y una mierda de sobrenombres infames.
En cuanto a lo de discípulos, se queda en parroquianos amigos, y gracias. ¡Pues no estoy aprendiendo yo cosas detrás de la barra de la bodega! Así que déjate de chorradas y vente a echar un trago con nosotros y a comer un pincho de tortilla (algún día tendrás que hacernos una paella en condiciones) antes o despues de leernos cualquier cosa que se te ocurra. Y si es de La Mili (con perdon del Lovecraft) prometo escucharte con los ojos llenos de lágrimas contenidas.
¡Salud y fuerza al canut (¿Se dice así?)!
Para Siempreviva.
¡No veas lo contento que está el gato con tu visita! Te agradezco que me lo dejaras, pero ya sabes que los gatos sólo son suyos. En todo caso el es el dueño de la bodega, sentado en el sillón que hay junto al fuego y mirando, con aire displicente, el rebullir de amigos que vienen a despedirse del certamen. Sólo altera su letargo la presencia de Dies Irae y la tuya…creo que está esperando tu relato.
Estimada Señorita Bennet, la noto un tanto triste esta mañana ¿Teme volar y nadar en las profundidades? Vaya, pues el voy a dar una canción antídoto para ese malestar. A mi tambien me gusta el rock, hasta tal punto que toco la batería en un grupito de rock, Los «Del Mono Band», ya estamos un poquito añejitos la verdad, pues llevamos tocando desde finales de los noventa, intermitentemente, cuando el trabajo y la familia nos lo permite. Vamos a por el antídoto, que me voy por los cerros de Úbeda: tocamos una versión del tema «Heroes» de Parálisis Permanente (movida años 80) que a su vez es versión de «Heroes» de David Bowie..la letra dice: Yo, quisiera poder
nadar, nadar bajo el mar
y nada, nada nos alejaría,
ser como delfines por siempre jamas
Podemos ser Héroes
un día nada mas
En fin…no se ..hoy me ha dado por ahí… ÁNIMO AMIGA, estudia, aprueba y sobre todo..escribe.Ahora me voy a trabajar, que este foro literario engancha.
Salud y salmorejo.
Para Lamari.
¿Donde estás? Vente «pa cá» que tengo que decirte que me acabo de leer lo de Las sombras de Grey y es peligroso que tu Paco se las lea. Hazme caso, que se quede en la ignorancia, que el Grey estará bueno pero tiene muy mala leche.
No, si por algo te decía yo lo de Corin Tellado… es igual, pero en plan erotico-festivo (bueno, todo lo festivo que puede ser que te azoten)
Para Pedro Blasco Tena.
La fiesta está en pleno apogeo, pero el engrudo lo estoy preparando, a conciencia, para que te quedes pegado. Lo siento, pero no quiero que te escapes sin escribir algo para tus amigos….¡Ah, se siente…!
Para Firmin.
¡Jo, macho…y ahora ¿cómo mato yo a esa cucaracha que anda por la bodega?! si seguro que cojea y se le cae una lagrimilla cuando lea el papel que le he dejado con tu relato. Seguro que está aplaudiendo, como yo.
He llegado un poco tarde a la fiesta. Lo siento. Debía estar todo muy bueno, se os nota en la cara. Espero que siempre tengas la bodega abierta. Es un cálido refugio. Quédate con mi gato. Te lo mereces más que yo. ¡Suerte!
Bueno, aquí os regalo una frasecita a la cuchipandi y una canción.
«Odio cualquier cosa que escapa de mi control. Por eso temo volar, por eso no nado en las profundidades del mar y por eso desconfío del amor…»
http://www.youtube.com/watch?v=8SbUC-UaAxE
A mi me encanta el rock, aquí os dejo la que para mi es una de las mejores baladas de la historia.
Hola, Asesino: (¡che! y que cada vez que te llamo así me entren ganas de pedirte perdón? ¿qué no quedaba otro seudónimo en el Corte Inglés, tú…?) Pues nada, que aquí estoy atento a tu demanda de fraternal testimonio como miembro de la cosecha que contribuyó a dividir las edades del hombre en tres grandes bloques, a saber:
Adán-Jesucristo, Jesucristo-53, 53-parusía.
Por cierto, he estado leyendo comentarios que te han dedicado algunos de tus prosélitos, y he quedado a una conclusión: comer, no sé lo que se come en tu bodega; pero beber, lo que se dice beber: ambrosías. De 38º en adelante.
¡Che, qué nivel! Ese Tenorio es tremendo. Vamos, que te pilla así una noche desvelado, y no tienes más que pedirle: Juanito, cuéntame algo…anda…
Una valeriana en verso, tú. Shhhh, y sin efectos secundarios. Estupefacto, me he quedado estupe…mmm…, y fumar, ¿qué se fuma por ahí?
Ahora en broma: Morfeo, yo no soy digno de contarme entre tus discípulos, pero si mucho te empeñas, algún orujo compartiremos.
Ósculos.
Jajaja, ¡claro que no ha sido para tanto! pero tu has saltado a defenderme Asesino, como haría un buen abuelito 😛
Aquí estamos todos para mejorar y para escuchar (bueno, realmente leer) y yo no hago oídos sordos a nada. Pero también soy muy amiga de las explicaciones, por eso las di. Deberíais de ver como me explayo en los «justifica tu respuesta». ¡Ay! los exámenes me hacen estar rara y además cuanto más nerviosa estoy más escusas encuentro para pasear por la red. (No, no debería pasarme por aquí pero ya van cuatro o cinco veces en todo el día…)
(Lovecraft, cuando pruebe el programa ya te diré a ver que tal me va)
Un beso a los dos. Y a ver si alguien me saca un cafecito que a este paso caigo rendida…
Venga, Srta. Bennet, no seas tan dura contigo misma, que escribes muy bien y lo sabes. Firmín tan solo te hizo una sugerencia inocente con la mejor intención del mundo y yo ni siquera mencioné tu relato: el comentario de Firmín me sirvió solo como excusa para recomendar (a todo el mundo, no sólo a tí) una herramienta que me parece puede ser muy util. No es necesario que te justifiques: tendrías que ver los primeros borradores de mis escritos (o los primeros borradores de gente como Vargas Llosa y otros cabezones, sin ir mas lejor, estoy seguro de ello). Te ha salido un texto bastante apañadito, sobre una idea y con un planteamiento muy original.
Un abrazo
Para la Señorita Bennet.
¡Que no, que no os metáis con mi nieta!Bueno, la verdad es que no ha sido para tanto…Lovecraft me ha mandado A MI una dirección que me va a ser muy útil. Tu relato es muy potente, sigue ampliando la ambientación del local, que va genial, y ralentiza el momento del lanzamiento del cuchillo. Todo lo demás me parece muy bueno. Pero ya sabes que yo solo huelo los relatos, me faltan conocimientos técnicos…Pero éste huele a sangre y fracaso del protagonista y de las víctimas. Pero, jamás de la «peazo» de escritora que anda de exámenes.Un besazo y gracias por tu regalo.
Jo, Lovecraft, al final entre tú y Firmín vais a conseguir que me arrepienta de haberlo puesto…He dejado claro en el texto que no lo «matarais a críticas» porque está sin revisar, y por lo tanto, soy consciente de que posee todos los defectos del mundo. (Para matarme a críticas ya está el que colgué en este concurso 😛 )
Es un regalo de nieta virtual a Asesino virtual, para poner mi granito de arena en la bodega antes de la resolución. Granito que no pretendía ser más que lo que es. Lo escribí en un par de minutitos que saqué de mi ratito de estudio. ¡¡¡Qué poca piedad tenéis de mi!!! Aquí estoy, rodeada de Códigos (Civil, Penal, Tributario Administrativo…)empleando mi tiempo libre en darme un paseito para ver a los juntaletras y todavía me hacéis sentir mal por repetir vocablos en un comentario…. ¡ay, ay, ay! Va a ser que sólo sirvo para comentar sentencias…Me voy con mis aires victorianos a clase, que estaba en un descansillo. ¡Muchos besitos a todos, y mucha suerte con los jueces!