(Recitado por Mandyy)
Galopan los caballos, rechina el horizonte,
sus negras crines llevan enredados los celos,
los cascos martillean caminos y senderos,
atraviesan la luna con relinchos de sangre.
Ya llegan los caballos mutilando la hierba,
destrozando los juncos, arrancando el romero,
revolviendo los campos de trigales y mieses,
deshaciendo los ramos de amapola y genista.
La noche se ha llenado de negros manantiales,
de cuervos y de espinos, de sombras y lamentos;
se oye un llanto lejano que araña el horizonte,
los caballos se acercan, los celos se rebelan.
Como un rayo que rasga la túnica del cielo,
el trotar va sembrando afilados cuchillos
en cada huella escueta, en cada paso cierto,
en cada puñalada van cayendo certeros.
Y la tierra los bebe, y la luna se oculta,
y enmudecen los grillos, y los lobos despiertan,
y mi cuerpo destila la sangre de mi abismo…
galopan los caballos y agonizo de nuevo.
II Certamen Poemas sin Rostro 2006