A CARTAGENA (MURCIA)
Cartagena, Cartagena,
Carthago Nova, romana;
bizantina, visigoda,
judía, mora y cristiana.
Dicen los historiadores,
que tus primeras murallas,
fueron en asentamientos
de la Tartésica Mastia.
Perla del Mediterráneo;
de aquellas minas de plata,
los Bárcidas y romanos,
financiaron con sus arcas,
el futuro y vigoroso
ingente de sus campañas.
Asdrúbal, tu fundador,
el yerno de Amílcar Barca,
te nombraría, Qart Hadasht,
antes de ser conquistada
por el glorioso Escipión,
el «Africano» que llaman,
y que venció al gran Aníbal
en la batalla de Zama.
Después de Carthago Nova,
serías Carthago Espartaria
del imperio bizantino
y su provincia de Hispania.
Cartagena, Cartagena,
Qartayannat, musulmana;
ya en tu máximo esplendor,
con murados y Alcazaba,
misteriosa te dormías
al arrullo de las aguas.
Por los altos palmerales
y las estrellas cansadas,
velaba tu dulce sueño
la hermosa luna de Arabia.
¡Cuánta historia Cartagena,
tienen tus piedras calladas!
Por las tierras de ultramar
de una América lejana,
dejaste para el recuerdo
tu idílica idiosincrasia.
En Chile y en Costa Rica,
y allá, por Nueva Granada,
quedó forjado tu nombre,
tu imagen y tu semblanza.
Cartagena, Cartagena,
no extiendas más la mirada,
ni rivalices con Murcia
en grandeza y arrogancia;
que si es de ella el río Segura,
tú también tienes tus playas,
y aunque presumas de puerto,
ella es la huerta de España.
Cartagena, Cartagena,
mágica ciudad indiana;
tu sol, tu brisa y tu encanto,
tu mar, tu espejo y tu alma,
recogen entre las olas,
promesas de espumas blancas,
que de allá, del Mare Nostrum,
invadido por las algas,
diosas fenicias dejaron
entre amores y fragancias.
Juan A. Galisteo Luque
Del poemario: Versos y paisajes
Imagen: Gentileza Fotos Pixabay
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Precioso poema y es que realmente Cartagena tiene una historia espectacular y es una gran desconocida. Da gusto repasar toda su belleza en estas palabras tuyas Juan. Abrazos
Tengo muy gratos recuerdos de ella y de toda esa zona del Levante Luisa.
Recuerdo aquellos atardeceres en La Manga, que en los años 80, ya con la vista de un sol inmenso hundiéndose en el Mar, camino de Cartagena, hacía una parada generosa y visitaba la ciudad y su puerto.
Después continuaba por Águilas y con la hermosa vista de aquellas calas desiertas de la costa almeriense, llegaba a Garrucha, Carboneras y Mojácar mi segundo destino vacacional.
En cuanto a su significado histórico, solo hay que tratar de comprender su importancia estratégica y comercial en el Mediterráneo.
Nuestros antepasados que lo sabían, dejaron firmes huellas de su presencia.
Te envío un abrazo grande. ¡Cuídate! que el enemigo acecha todavía. Juan.