Hace años escribí este poema dedicado a los habitantes de el Palmar. Hoy, lo he actualizado para recordar a todos los valencianos rotos por el dolor, que nuestra Albufera volverá a ser tan hermosa como antes. Muchas gracias.
Buenas noches, Canal Literatura, colaboradores y amigos.
El pasado 13 de diciembre, con motivo de la exposición/desfile de indumentaria antiquísima y cerámica, en el Parque Natural de la Albufera, junto a hermosos lienzos del pintor Emilio Frejo, realicé un trabajo sobre la evolución de los atavíos valencianos desde finales del siglo XIX a la actualidad. A su vez, me pidieron que escribiera un poema que leí como colofón del evento y, ahora, comparto con vosotros.
Aunque no es mi estilo habitual, las tradiciones pueden fusionarse en cualquier momento y lugar, porque la vida se transforma a la par que nuestros cuerpos. Pero la historia permanece detrás.
Albufera
Rostro secado al aire
mordido por ánades,
cigüeñuelas, garzas reales;
cuerpo de madre
que abriga vida en sus aguas quietas.
Viviendas tradicionales, barracas yermas,
barcas cruzando el lago,
piernas sembrando el marjal;
el lodo de sus entrañas
es vida llena.
Poblada desde antiguo,
cosida a la tierra;
artistas fraguando su leyenda
colmada de tradición,
raíces en barrizal de arena.
Aneas, mansiegas y carrizos,
anguilas, samarugos y lubinas bellas;
fauna autóctona que navega,
nidos de paja, colonias de aves
que se esfuman y regresan.
Tradición de justillos brocados
y calzones de tela,
de broches con vírgenes
y espardeñas,
de paellas a la leña;
arrozales colmados de alegrías y penas.
¿Quién no pensó en el amor
mirando sus campos
anegados de sentimientos?
Acequias, comarcas, ribera
de ríos y vida entera.
¿Quién no retuvo su paz
al ocultar su condena?
Cañas y barro,
Albufera de Valencia
Albufera nuestra.
©Anna Genovés
12/12/2014
Todos los derechos reservados a su autora
P.D. Dedicado a los habitantes de El Palmar (l’Albufera – Valencia)
***
Albufera en valenciano
Rostre assecat a l’aire
mossegat per ànecs,
cigüeñuelas, garses reals;
cos de mare
que abriga vida en les seues aigües quietes.
Habitatges tradicionals, barraques ermes,
barques travessant el llac,
cames sembrant la marjal;
el llot de les seues entranyes
és vida plena.
Poblada des d’antic,
cosida a la terra;
artistes forjant la seua llegenda
satisfeta de tradició,
arrels en fanguer d’arena.
Aneas, mansiegas i canyisos,
anguiles, samarugos i llobarros bells;
fauna autòctona que navega,
nius de palla, colònies d’ocells
que s’esfumen i tornen.
Tradició de justillos brocats
i calçons de tela,
de fermalls amb verges
i espardeñas,
de paelles a la llenya;
arrossars satisfets d’alegries i penes.
Qui no va pensar en l’amor
mirant els seus camps
negats de sentiments?
Séquies, comarques, ribera
de rius i vida sencera.
Qui no va retindre la seua pau
en ocultar la seua condemna?
Canyes i fang,
Albufera de València
Albufera nostra.
©Anna Genovés
Traducción de Arianna Nogues Romero -cinco de enero de 2023.
Qué bien Anna, pocas cosas hay tan amables como homenajear la tierra de uno.
Has hecho un poema en el que se visiona perfectamente la raiz y esencia de La Albufera, esa laguna maravillosa costera llena de vida que he tenido la suerte de recorrer y conocer bien años atrás.Y no decir de los buenos escritores que también inspira!!
Un abrazo.
Es bonito querer a nuestra tierra tanto que cuando la describimos es mucho más que un paisaje. Esos es lo que has hecho tú, Anna. Un abrazo.
Un poema que expresa con gran lucidez y belleza, el encanto de la Albufera, sus tradiciones y costumbres.
Sin duda y aunque he estado varias veces por esa tierra, mi asignatura pendiente es volver a visitarla y dar un paseo en barca por la Albufera.
Un abrazo
.
Muchas gracias. Ciertamente, mirándola se me ilumina el rostro. Pero, a la vez, siente una inmensa paz.
Un abrazo, Anna