Aprendiz de felicidad.
Cediendo a un deseo antiguo, el de vivir en el campo, y gracias a una finca abandonada en Toscana, Pia Pera logra dejar atrás las inquietudes de la metrópolis y comenzar a trabajar la tierra. La adaptación no es fácil: a su llegada se descubre «sumamente analfabeta», pero su humildad le permite aprender, entender que esa tierra que se presenta ante ella es una gran incógnita que debe observar y respetar como a un maestro. De ese ejercicio nació El huerto de una holgazana, un libro mágico, revelador, pues su pluma supo desvelar su diálogo íntimo con el jardín, transformar el vergel en un lugar de felicidad extática, de sorpresas epifánicas, de descubrimientos literarios y filosóficos, y en un camino de libertad luminosa.
Su escritura sabia, sensual y evocadora, que logra alternar armoniosamente ligereza y profundidad, conquistó de inmediato a los lectores. A raíz de aquel éxito, invitaron a Pia Pera a escribir una columna en cada número de Gardenia, la revista italiana más importante sobre jardines. Y así lo hizo: de 2006 a 2016, publicada en la última página, llevaba el título de «Aprendiz de felicidad»: en ella relata encuentros, reflexiones, vivencias, conexiones literarias y emociones en torno al jardín. Pues éste no es, en realidad, pura naturaleza; es ante todo cultura, en el sentido más amplio del término. Y el secreto de su belleza es el continuo cultivo mutuo.
Este libro, que nos descubre su extraordinario dominio del formato breve, recoge esas piezas mensuales —tan seguidas por los lectores que comenzaron a hojear la publicación desde atrás— y demuestra una vez más lo que tantos sabemos: que Pia Pera hizo de la jardinería una forma de literatura.
«Pia hace que las verdades germinen en la página como las plantas brotan en la tierra». Emanuele Trevi
Pia Piera
Creció en Lucca en una familia culta, original y excéntrica. Estudió Filosofía en la Universidad de Turín y, tras realizar un doctorado en Historia Rusa en la Universidad de Londres (donde fue alumna de la gran Isabel de Madariaga), enseñó Literatura Rusa en la Universidad de Trento. Más tarde, decepcionada, renunció a cualquier ambición académica y decidió hacerse cargo de una finca abandonada para transformarla en un maravilloso jardín. Publicó dos novelas, La bellezza dell’asino y Diario de Lo, que revisa el mito de Lolita y que se convirtió instantáneamente en un bestseller internacional. Entre los clásicos que editó y tradujo se encuentran Chéjov, Pushkin, Lérmontov o Hodgson Burnett. En los últimos años de su vida escribió sobre naturaleza, paisaje y jardines, con títulos tan destacados como Aún no se lo he dicho a mi jardín, El huerto de una holgazana, Las virtudes del huerto, El jardín que querría o Aprendiz de felicidad que Errata naturae ha publicado en los últimos años, o Contro il giardino. Dalla parte delle piante (escrito junto a Antonio Perazzi).