Manuel Dorado. Los hijos de Eva.
Los hijos de Eva es la segunda novela del autor puertollanense Manuel Dorado. El autor, tras su éxito con El efecto Midas, publicado en 2016, ha puesto el punto y final a un nuevo tecnothriller. Con El efecto Midas consiguió muchas valoraciones positivas y distintos reconocimientos, como ser seleccionado en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2017 o llevarse el reconocimiento a Mejor Libro Revelación por el portal literario Ni un día sin libro. Además, se mantuvo durante todo un año en el Nº 1 de la categoría Acción con crímenes y aventuras de Amazon.
Durante estos cuatro años, ha publicado algún que otro relato, pero aún no había terminado su siguiente obra. El autor espera publicar Los hijos de Eva con una editorial y continuar creando su marca de autor. La novela trata de una secta y el protagonista es un agente del FBI especializado en infiltrarse en sectas. La premisa de la cual parte, es: ¿Se puede conseguir el hombre o la mujer perfectos, libres de defectos, enfermedades y pecado original?
Como su novela anterior, Los hijos de Eva es un technothriller que se desarrolla principalmente en Estados Unidos (Nueva Jersey y Nueva York), con viajes a otros estados y a otros países como Japón, Sudáfrica y Holanda. Transcurre en la actualidad y en una ambientación de escenarios de lujo (mansiones, grandes despachos, jets privados), ya que los líderes de la secta son multimillonarios. La novela utiliza un narrador equisciente en tercera persona que cambia el punto de vista en cada escena para seguir a cada uno de los cuatro personajes principales: Mark Swire (protagonista), agente del FBI; Sarah Hayward (conflicto sentimental), la segunda esposa, muy joven, del líder de la secta; Pamela Hayward (antagonista), hija del primer matrimonio del líder de la secta; y el Reverendo Farrell Kordak (antagonista), mano derecha del líder de la secta. El reverendo Hamilton Hayward es el líder de la secta y el que parece mover todos los hilos y conocer el entramado de toda la historia, pero el narrador, deliberadamente, no sigue su punto de vista, por lo que nunca sabemos lo que piensa realmente o si cree todo lo que dice.
La novela tendrá unas 500 páginas.
Mientras que en El efecto Midas el autor explora las consecuencias de un poder ilimitado, en esta ocasión explora las redes que se tejen en organizaciones cerradas de índole fanático.
Con Los hijos de Eva espera superar el éxito acuñado con El efecto Midas.
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