Diciembre
Las hojuelas de nieve, juntadas por su propio frío,
han formado grandes jorobas, dunas
que tapiaron cada puerta para salir a ver la hermosura
que el aire desenvuelve como a un regalo.
Leeremos junto a la chimenea, beberemos
exóticos tés guardados especialmente para Navidad.
Y las manos se calientan con mitones
y en cada ventana se han colocado papeles de color.
El abuelo levanta, como anunciando a un príncipe,
al pequeño niño arropado en felpa.
¿Qué buenas noticias traerán las cartas,
los periódicos cuando llegue Primavera?
Por la inclemente montaña se desliza ya,
arrastrando postes de luz, cercos, mujeres, tractores,
la estruendosa avalancha. ¡Oraremos!
Oraremos por la gracia de Dios para salvarnos.
Haciendo una ronda con las manos enlazadas,
los ojos de la familia aún entera, cerrados por la fe,
van coagulando una extrañeza más frágil que las lágrimas.
Aleqs Garrigóz