Un gozo para siempre.
En cubierta retrato de Fernando Arrabal en grafiti realizado por Nacho Arrabeaux en el Stockwell Hall of Fame de Londres. Ganador del Gran Premio International de novela Feliciano de Silva Un gozo para siempre de Fernando Arrabal.
Ahora más que nunca quisiera reencontrarme con mi ayer, ¿con la «caudalosaconjuración» de lo que aprendí? Creo que nunca me alejé de mi procedencia, ¿pude recluirme como murciélago para intentar escribir como águila? ¿Me serví de todo lo que recordaba y de todo lo que olvidaba? Gracias a ello, ¿me liberé de la degradante obligación de ser un artistadebando? Mi manera de ser… ¿es la patria que viaja conmigo desde «fuera»? Por ello, ¿no me colgué ni me cuelgo de la simpleza de intentar provocar? La provocación surge tan abrupta, ¿por las pendientes más imprevisibles? Por cierto «fuera»… es el lugar del mundo, ¿dónde es más fácil prescindir de la felicidad? La historia que conocí y conozco, más que referirse a los acontecimientos, ¿despliega en lienzos los detalles?
Fernando Arrabal
Fernando Arrabal (Melilla, 1932) aprendió a leer y escribir en Ciudad Rodrigo. A los diez años fue Premio Nacional de «superdotados». El trágico destino de su padre marcará al autor —según Vicente Aleixandre—, «de una luz moral que está en la materia misma de su arte». A pesar de ser uno de los escritores más controvertidos, ha recibido el Nabokov internacional de novela, el Grand Prix de teatro, el Espasa de ensayo, el Wittgenstein de filosofía, el Mariano de Cavia de periodismo, el Alessandro Manzoni de poesía, el Pasolini de cine...
En 1963 fundó, con Topor y Jodorowsky, el Movimiento Pánico. El Collège de ‘Pataphysique de París le nombró «trascendente sátrapa» en el año 2000, como en su día a Marcel Duchamp, Man Ray, Max Ernst, Simon Leys, Jean Baudrillard… Es el «único superviviente de los cuatro avatares de la modernidad» (Mel Gussow en The New York Times). Sus dos volúmenes de teatro (más de cuatro mil páginas) están editados en Clásicos Castellanos y en Everest.
Ha dirigido siete largometrajes de «culto» (Variety), de los que se ha afirmado: «Arrabal es al cine lo que Rimbaud a la poesía» (R. Bruckberger en Le Monde). «Arrabal es el único escritor que editó una carta pública a Franco en vida del general. Muerto el caudillo, durante un año, con Carrillo, Pasionaria, Líster y El Campesino formó el quinteto a los que se impidió volver “por ser los más peligrosos”. Durante los últimos años de la dictadura toda su obra estuvo prohibida. Sin militar, ni siquiera en formaciones anarquistas, en 1967 fue juzgado y encalabozado en la cárcel de Carabanchel» (Jean-Marc Debenedetti en Poésie 1).
En 2015 estrenó en el Teatro Español de Madrid su pieza teatral Pingüinas, con motivo del aniversario de la publicación de la segunda parte del Quijote, y en 2016 publicó El extravagante triunfo de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, como homenaje a sus admirados genios por su cuarto centenario. Ambas han sido publicadas por esta editorial. Le apasionan los poemas plásticos —una selección de los cuales se presentó en ARCO en 2017—, el ajedrez —del que es un gran experto— y el rigor matemático del «tohu bohu».