Una crítica radical y necesaria de nuestra democracia y de sus deficitarios sistemas electorales.
Menuda Papeleta.
Tal vez a ti también te hayan dicho que como ciudadano o ciudadana tienes un gran poder. No puedes levantar el martillo de Thor ni volar como Wonder Woman, es cierto, pero, ojo, puedes votar. Ese es tu poder. Guaaaaau. ¿En serio? ¿Y cómo se explica entonces ese sentimiento, entre la desilusión y la desolación, que a tantos nos acomete en relación con el voto? Menuda papeleta… François Bégaudeau se ha propuesto diseccionar de manera radical esta pregunta. Podría haberlo hecho con un ensayo sobre la famosa «crisis de la representación», pero este libro está en las antípodas del academicismo (es un ensayo muy narrativo, en parte autobiográfico, con mucho sentido del humor y un pelín de mala hostia).
Lo primero que debemos recordar es que la democracia no está en las elecciones, sino entre las elecciones. Sin embargo, nuestras sociedades proponen lo contrario: elecciones y nada más entre ellas. Y allí donde la democracia se restringe a un sistema electoral, queda anulada de facto, al igual que el poder de sus ciudadanos. Ni Thor ni Wonder Woman, somos más bien Dráculas… pero invertidos: una vez cada cuatro años salimos de nuestros ataúdes y acudimos bien guapos y sonrientes a los colegios electorales (y luego rápido cada cual a su féretro, que mañana trabajamos). Ya no será necesario que hagamos nada más. Hay otros que se ocupan de todo. De esta manera, el votante actúa abstrayéndose (enterrándose políticamente en vida), mientras que el auténtico sujeto político debería hacerlo materializándose (convirtiendo la política en una experiencia vital cotidiana). Por lo tanto, al validar las elecciones, el votante dice «compro»: como en cualquier otro aspecto de nuestra sociedad consumista, compramos el sistema electoral y sus reglas (sobre el que no hemos decidido y que a muchos nos parece injusto); compramos las escisiones constitutivas del proceso, entre ciudadanos activos y pasivos, entre elegidos y electores…; y compramos el propio orden social no igualitario que los actuales sistemas electorales simbolizan y corroboran.
«El votante es un músico que se ha visto reducido a escuchar música. Un operario que ha de adaptarse al ritmo de la herramienta mecánica regulada por un lejano ingeniero».
Traducción: Teresa Jarrín
François Bégaudeau
(Luzón, Francia, 1971) Es un escritor, guionista de cine y cineasta, también conocido por su compromiso político con la extrema izquierda. En el ámbito cinematográfico, comienza su labor como redactor titular de la revista Cahiers du Cinéma, que lleva a cabo durante años hasta que da el salto a la gran pantalla con Entre les murs: una película cuyo guion escribió él mismo a partir de su propio libro homónimo, que había publicado poco antes, y que también interpretó, obteniendo la Palma de Oro en Cannes tras más de veinte años vedada a las producciones francesas. Igualmente es autor de tres documentales, todos ellos con un marcado carácter político: Jeunes militants et sarkozystes, On est en démocratie y Le fleuve, la tuffe et l’architecte. Desde un punto de vista literario, es autor de más de una treintena de libros, tanto de narrativa como de ensayo, entre los que cabe destacar: Histoire de ta bêtise, Notre joie, Boniments o L’Amour.