La vida que yo quiero. Por Carmen Pita García

Eva

«Eva». Esperanza Asensi.

 

He recibido tu carta y, aunque me llena de satisfacción, quiero que sepas que no sé qué pensar, y si te contesto es porque soy un caballero. Entenderás que, después de sufrir tu indiferencia, tu ingratitud, tu desprecio, me desasosieguen tus vehementes palabras. Ahora, me suplicas que vuelva a ti, que me necesitas, que estás vacía: sin esencia, sin alegría, sin significado, sin dirección. Ahora, te das cuenta de que todo por lo que me has abandonado no es más que un espejismo, un engaño. ¿Sabes? A veces, eres caprichosa e injusta. Y te atreves a decir que tú eres así y que el amor es cosa de niños, de poetas, de locos. Ay, no hables de la vida en vano. Ni de mí. Ya te has percatado de tu error, ¿verdad?… Y yo no puedo evitar amarte. Llámame loco, si quieres, pero soy incapaz de imaginarme en otro espacio, en otro tiempo que no sea el tuyo. Estamos, irremediablemente, destinados a entendernos. Y mi fe ciega en lograrlo —llámame niño o poeta— me sigue dando fuerzas para intentarlo de nuevo.

La vida que yo quiero

«Rosa meditabunda». Salvador Dalí.

 Dime cuándo fue la última vez que hiciste algo sin pensar en ti. O que ofreciste tu hombro, tu mano, tu tiempo. O que te agitó la conciencia saber de injusticias, de hambre, de guerras. O que te emocionaste observando la fragilidad de un pequeño, de un anciano. Dime cuándo extrañaste unos ojos, una piel, unos labios. ¿Y cuándo has dicho te quiero por última vez?

 Párate, siente. Y reflexiona.

Adán

«Adán». Esperanza Asensi.

 ¡Todavía estamos a tiempo!, si piensas que el olvido solo sirve para cicatrizar las heridas, y no para mirar a otro lado; si sientes que ayudar a quien el destino ha puesto en tu camino es obligado; si te muerdes la lengua antes que ofender a un amigo; si el único ángulo recto que te importa es el que forman tu hombro y tu cuello; si el sufrimiento ajeno te levanta de la silla indignada sopesando en qué medida puedes ser responsable; si piensas que las palabras no valen nada si no están acompañadas de hechos; si por ser humana te equivocas y pides perdón; si eres capaz de descubrir el alma que hay en un libro, en un cuadro, en un paisaje, en una melodía; si agradeces siempre; si eres tan sabia que escuchas a tu corazón; si cuando añoras a otro ser, se te abren los ojos de par en par, sin mirar punto alguno, ya que el infinito es inabarcable; si arriesgas, es porque sabes que el amor lo merece, sabes que solo el que ama vive. Si se te ha encendido la sangre, roto el corazón, toda tú; si por cada poro de tu piel rezuma el latido, entonces estamos a tiempo. Ven, te necesito, me necesitas. Sin mí solo encontrarás destrucción, caos, dolor y muerte.

 Soy el soplo que te da forma, sustancia y sentido. Soy la semilla que te hace fértil. Soy el aliento que te germina. Déjame repoblarte de raíces y alas. Soy el principio y hasta en tu final puedo obrar el milagro y tu recuerdo impedirá que te mueras para siempre.

 Ven, separados somos poco y nada; apenas una sombra anhelante. Ven, demostraremos al mundo lo que valemos. Juntos somos la culminación de un proyecto, de un deseo, de un sueño. Aún estamos a tiempo de enseñar a todos que la vida solo vale si el amor es su compañero.

 Te quiero.

                                  Amor

  Carmen Pita García

8 comentarios:

  1. La vida y el amor .. No hay pareja que se deba más a una complicidad ..

    Esta carta Carmen es muchas cosas; entre todas ellas destaca una sabiduría inmensa sobre el buen amor.
    Creo que abarcas absolutamente lo esencial con tus palabras y mucho más allá del estilismo que es magnífico, hay una filosofía en cada frase capaz de dar una lección magistral sobre lo que debería ser el Amor en la vida.
    Para rematar, lo autentificas con originalidad desde una carta que en el día de hoy supone todo un guiño reivindicativo a lo que verdaderamente debería ser trascendente.

    No paras de sorprenderme; te admiro mucho Carmen.

    Besos a miles, amiga.

  2. Antonio Marchal-Sabater

    Como siempre sublime. La profundidad de esta arración, la fuerza que emana, me ha subyugado. ¡Muy bueno!

  3. Después del completo comentario de Ameli, no puedo decir otra cosa más acertada de este texto poético tan bello. Más que una carta, me parece una declaración de principios y un grito de esperanza (y ya sabemos que en los tiempos que corren, otras cosas son las que privan en general en nuestra especie). Por el amor y la vida, la base de un futuro mejor, tu propuesta es bellísima, Carmen.

  4. Ayer, Día de los Enamorados, celebración que tantoos denostan, alguien me comentó que se puede estar enamorado de muchas cosas, y lo más importante y necesario es estarlo de la Vida. Amor y Vida han de ir de la mano, como en esta hermosa carta. Así todo marchará mejor. Estoy convencida.
    Muchísimos besos a la artista que nos envía este mensaje.

  5. A veces la vida nos deja sin amor y a veces amamos tanto que se nos va la vida en ello. ¿Qué difícil es encontrar el término medio a los sentimientos!, sobre todo para los seres sensibles. Efectivamente, «estamos condenados a entendernos». Ojalá el mundo lo entendiera y el amor universal salvase vidas. Enhorabuena, una bella carta y una bella filosofía para un día hermoso. Besos.

  6. ¡Qué bien dibujas, Carmen, la vida que tú quieres! Y lo haces palabras hermosas y pensamiento profundo. Toda una filosofía sobre el amor que impregna, da forma y aliento a la vida, y que resumes hacia el final en esa frase poética: ’déjame repoblarte de raíces y de alas’.
    Tras la lectura de tu carta, ¡como para no enamorarse del amor!
    Pero a mí me brotan preguntas en el aire ¿Qué pasará con las raíces cuando las alas se pongan a batir? ¿Quién podrá más? ¿Siempre tendrá que haber dolor cuando se ama?
    Aún estamos a tiempo de recuperar ese ángulo recto que forma el cuello con el hombro, ¿verdad?
    Enhorabuena. Y un beso.

  7. Qué hermosa forma de explicar la relación que debería haber siempre entre esos dos amantes destinados a buscarse eternamente, y por suerte encontrarse a veces… Qué forma, amiga Carmen, de derrochar ternura, reproche de amantes, esa seriedad que solo el más puro sentimiento puede enarbolar para castigar dulcemente al amado con la intención de espolear sus ansias…
    El amor. La vida. Qué sería de una sin el otro, y qué buen compañero el uno para la otra. Una pareja insustituible, descrita de una forma inmejorable.
    Gracias por escribir, por sentir, por amar la vida y vivir el amor de la forma que lo haces y nos llevas a hacer a nosotros al leerte. Un abrazo amiga.

  8. Perdonar mi tardanza, casi me olvido de contestaros, no de vosotros.

    Si han servido para darle brillo a vuestra vida diaria los sencillos (e imprescindibles) consejos que da Amor, habrá merecido la pena escribir esta pequeña carta.

    Muchísimos besos a todos vosotr@s, amig@s. Os quiero.

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