Lejanas coincidencias. Por Usue Mendaza

Lejanas coincidencias.

 

Lejanas coincidencias.

 

      Aquella fue una nochevieja memorable. Por videoskype, Karina desveló a Robert con lagrimones en los ojos que estaban esperando un bebé. Ni más ni menos. La conexión de internet entre la aeronave y la casa de ambos en Luisiana no era de muy buena calidad pero él conocía a su mujer de sobra como para darse cuenta de que no le estaba gastando una broma. Un bebé.

      El año 2120 finalizaba con una noticia entre agridulce y repentina. Habían estado tanto tiempo planificando tener un hijo por inseminación, que ambos habían decidido ya tirar la toalla. Y ahora que él estaba con la responsabilidad de liderar una máquina de casi mil ordenadores a bordo y con la mente rumbo a un planeta desconocido, Karina le necesitaría más que nunca. En la pantalla Robert podía ver a su mujer elevando una copa de champagne en la mano. La copa de cristal vibraba con un pulso nervioso.

      Después de la videoconferencia y como hiciera todas las noches, divisó el planeta Tierra desde una de las ventanas laterales de la cápsula, aquel planeta tan vulnerable y a la vez tan lleno de belleza  y se quedó  observando el proceso a través del cual la luz solar hacía acto de presencia en la parte más septentrional de los Estados Unidos, de donde él era natural, fenómeno lumínico que le hizo llegar a una sabia reflexión. «La vida era hermosa».

….

      Corría el año 2020 y la nochevieja se les antojaba cuando menos distópica. El virus había hecho mella en las mentes y acelerado la ausencia de multitudes y de fiestas. Una calma inusitada reinaba en las calles como si el fantasma de un silencio atroz hubiese apagado las luces hipnóticas de la Navidad y sólo quedasen las cenizas de un tiempo incierto. Nada de reuniones familiares. Nada de besos. Nada de abrazos. Nada de la alegría contumaz de otros años. Inverosímil. Las gentes se felicitaban las fiestas con poco ardor en las voces, los hombres y las mujeres vagaban cabizbajos y los niños ya no compartían sus juegos.

      La estela de un avión en el cielo le recordó que había quedado con su mujer a la hora del té y  que la hora apremiaba; Mia trabajaba como piloto de una de las mayores aerolíneas del mundo. Como todos los años por estas fechas, nada hacía presagiar que aquella nochevieja estarían juntos, más bien lo contrario, y por el camino a casa, David maduraba la forma en que imploraría a su mujer a que se quedara con él para celebrar el Año Nuevo. Hacía tiempo que le instaba a que se prejubilase, a disfrutar de la vida juntos, a recapacitar que se lo habían ganado, y aunque la pandemia les había hecho replantear sus vidas, ni el socavón que el maldito bicho había producido en la empresa para la que trabajaba Mia,  le predisponía a dejar lo que más le gustaba hacer y para lo que se había preparado desde niña: volar.  David, con el ceño fruncido y un poco atorado, ya con un pie en el escalón de su casa, apartó la mirada del manojo de llaves y le distrajo el horizonte. El sol destelleaba a esa hora de la tarde noche y realzaba su belleza. Y pensó, que fuera lo que fuese lo que iba a encontrar a partir de ese umbral, la vida seguía siendo hermosa.

USUE MENDAZA

Usue

Nace en Vitoria-Gasteiz en 1975. Titulada en Secretariado de Dirección por la Universidad de Deusto, Bilbao (1993-1996). Siempre ha sentido curiosidad por el mundo cultural pero a sus 33 años despierta especialmente un enorme interés por la Poesía y por la Literatura. Con el Liceo Poético de Benidorm, de la que fue integrante, participa, además de en numerosos recitales por toda la provincia de Alicante, en la Antología VOCES EN AZUL con la Editorial Germania. Ha colaborado en el libro antologado DEL SILENCIO AL TEATRO DEL PARNASO, disponible en Amazon, en homenaje al poeta modernista hondureño Juan Ramón Molina, amigo de Ruben Darío. Acompañada por el gran cantautor Luis Eduardo Aute entre otros poetas españoles, están también sus letras en la Edición Virtual de Agosto de 2013 en DOS POEMAS Y UN CAFE, Boek Visual. Escribe asiduamente reflexiones, relatos, artículos etc, para Canal Literatura y para su blog usuemendaza.wordpress.com. Actualmente reside y trabaja en la ciudad de Granada.

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