Leyenda del Pozo Amargo.
Es noche estrellada de luna llena. Las puertas de acceso a la judería se cerraron hace una hora después del rezo de la noche y no se abrirán hasta la salida del sol.
Por la parte cristiana sucede lo mismo. Los alguaciles hacen su ronda y vigilan para que no haya ningún altercado en la ciudad.
En el palacio de doña Leonor no se distingue movimiento, son nobles ancianos y después de los rezos se retiran a sus aposentos. Son los padres de Fernando, uno de los protagonistas de esta leyenda. Es un palacio mudéjar construido por musulmanes que decidieron quedarse dentro de la península tras la reconquista cristiana. Compuesto por un gran patio con pilares de ladrillo y zapatas que los sustentan.
En el interior las yeserías adornan los arcos de herradura con formas vegetales y tal exquisitez que parecen encajes. La escalera posee un artesonado de madera. Alrededor un gran corredor y a los lados habitaciones principales. En el patio se encuentran las habitaciones de la servidumbre.
Artesonado policromado de par y nudillo.
Patio mudéjar.
-¡Ah, no!, ¿Qué digo? Ha surgido una sombra que sale del palacio de un salto y se ciñe a los muros de las estrechas y serpenteantes callejuelas.
Portada “del reloj” de la catedral de Toledo.
Es paso obligado que desde su palacio Fernando transite por la puerta del Reloj de la Catedral. Siente la necesidad de acercarse a contemplar estas maravillosas escenas que componen la portada.
No hace mucho que está en construcción terminando los escultores la portada gótica. En el tímpano se desarrollan escenas de la vida de Cristo y la Virgen. De izquierda a derecha “La Anunciación”, “Los Reyes magos” , “Herodes y la Degollación de los Inocentes”. En la segunda faja del tímpano están “La huida a Egipto”, “El niño Jesús creciendo en sabiduría entre los doctores”, “Presentación en el templo”, “El Bautismo”. En la tercera “Las Bodas de Caná”, “La multiplicación de los peces”, y “La Resurrección”.
En las arquivoltas hay ángeles y en el parteluz la Virgen coronada está pisando el dragón, el áspid, el basilisco y el león, intercediendo por los pecadores como vencedora del Mal para lograr la entrada al Paraíso. Los Reyes a la izquierda ofrecen monedas de oro a la Virgen en la Visitación.
El artista que se encarga de la mayoría de estas esculturas es Juan Alemán. Los escudos son obra de Nicolas Vergara el Mozo. La verja gótica está encargada a Juan Frances y el rosetón y sus vidrieras son los primeros de la catedral .
Rodea la catedral con andamios por todas partes. Los canteros están trabajando a destajo todo el día. Acarreando piedras de canteras cercanas como la del pueblo de Olías del Rey.
Tímpano de la puerta “del reloj”
Se adentra en el barrio judío, qué inusual, a estas horas de la noche es peligroso adentrarse allí, pues el buen rey nuestro señor ha decretado pena de muerte a aquellos que le desacaten.
Judería
En Toledo, como en toda España, la comunidad judía fue expulsada en 1492 en casi su totalidad a excepción de una pequeña parte que se fue aglomerando en las juderías. Son judíos conversos, judaizantes, marranos… aunque en su intimidad siguieran celebrando el Sabat , sus rezos y costumbres. Están condicionados en el pago de una serie de impuestos. En la Aljama es donde se aplican las leyes, y la administración. Y eran regidas por autoridades de esta comunidad.
Una élite culta de filósofos introdujo dentro de la escuela de Traductores de Toledo una cultura propia del hebreo que Maimónides había inaugurado, una interpretación racionalista de las Escrituras que muchos judíos rechazaban como herejía.
Fernando, uno de los jóvenes más apuestos de la ciudad, forma parte de las familias toledanas de mayor renombre.
Está destinado desde su niñez a una descendiente de la nobleza puesto que sus padres así lo habían acordado.
Pero el destino de Fernando no será ese, en un paseo con unos amigos tropezó con unas ancianas que rodeaban a una joven. El impacto hizo que Raquel, pues así se llamaba la hebrea, se revolviera contra él para increparle por su temeraria conducta.
No tardó en prender la chispa entre ambos.
Inmediatamente preguntó a sus compañeros por la identidad de esa joven y enseguida le desanimaron informándole que era hija única del Rabino Mayor de esta ciudad. Era muy celoso de la honra de su hija y tenía destinado para ella un hijo de un potentado comerciante de lana castellana de la comarca.
Los dos jóvenes encontraron la forma de comunicarse por medio de una criada cristiana que el padre de Raquel tenía y que todos los martes acudía al mercado de Zocodovér, donde se comerciaba con bestias pues es ese era el nombre original que los musulmanes pusieron a esta plaza.
Plaza de Zocodover.(Toledo)
Se intercambiaban misivas para conocerse mejor y con el tiempo nació el amor llegando al punto de buscar un acercamiento entre ambos.
Llega a una tapia, tras ella hay un frondoso jardín. Es la casa propiedad del padre de su amada Raquel. Está compuesta por un zaguán en la entrada dando paso a un patio. En él una escalera y un corredor con habitaciones alrededor y en el centro de éste una fuente de aguas cristalinas. Estas aguas son extraídas del aljibe que se encuentra en el subsuelo de dicha casa que como muchas otras aprovechan el agua que cae de la lluvia para abastecerse en sus necesidades .
Al fondo de dicho patio se encuentra un jardín con un pozo en el centro.
Patio de casa judía.
La noche está perfumada de claveles, rosas y alhelíes.
Se escucha el ruido alegre y relajante del surtidor que está dentro de la casa.
Fernando consigue escalar la tapia con la agilidad que da el deseo, amor, e ilusión de la juventud.
El padre de Raquel está sumido en los rezos de la noche , cuando cree oír un ruido que viene del jardín, deja por un momento sus devociones para acercarse a la ventana y ve a Fernando que en ese instante se descuelga por el muro .
Aparece Raquel en la ventana, la luna ilumina la escena, pero como si ésta se tapase entre los jirones de tul de las nubes no ve la daga que va de la espalda al corazón de su amante don Fernando.
Éste, entre gemidos de muerte la llama. Raquel acude al escuchar los gritos. Su amado yace en el suelo. Se acerca a su boca y ella le promete amor eterno. Fernando ya no puede escucharla.
La luna se oculta como apenada ante este suceso. Un trueno enorme y desgarrador estalla al tiempo que se escuchan las carcajadas del padre de Raquel. Éste esperaba el momento de segar la vida del joven cristiano que sin saberlo estaba frustrando el deseo de que su linaje, que se remontaba al mismo rey David, siguiera igual por los siglos de los siglos.
Raquel pasa los días sin obtener consuelo, con el corazón tan afligido y lleno de dolor que para ella la muerte de su amado Fernando no ha ocurrido pues se niega a aceptarlo.
Debo salir, ha caído la noche y todos duermen. Voy a encontrarme con mi amor Fernando. Mi padre se jacta de que no le veré más, pero está esperando en el pozo donde tantas noches saciábamos la sed inacabable de nuestro amor. Rápido, nadie vigila, esta vieja capa me protege de las miradas.
La pobre Raquel vierte sus lágrimas amargas de dolor que se destilan dentro del pozo como gotas de rocío convirtiendo lentamente agua clara y cristalina en una amargura tan fuerte como su desdicha.
Fernando, mi amor, ya estoy aquí, te veo ya conmigo. Espera un momento que me acerco al brocal del pozo y puedo contemplar tu rostro otra noche. Si, amor, voy a besarte.
La pobre Raquel cayó en brazos de Fernando que le esperaba en el fondo del pozo como siempre.
Así acabó su amarga existencia y también empezó la leyenda de la calle del Pozo Amargo.
En la Calle del Pozo Amargo se encuentra esta leyenda, y la ciudad de Toledo ha dedicado a estos célebres amantes unos poemas que se encuentran en una losa al lado del brocal del pozo.
Pozo amargo actualmente.
Poemas dedicados a los jóvenes amantes.
Las sombras de tu vergel secreto, testigos de los besos de labio y labio abiertos en flor
Doncella de nobleza levita, si adoras a un cristiano mas vale que silencies tu amor
La noche cerrada en los jardines despista a los guardianes que velan tus paseos, Raquel
Tan solo la luna en su crecida conoce de tu dichas y el pozo en que le aguardas a él.
Rosarios de Aurora toledanas bendicen vuestra suerte y os vuelven descuidados tal vez
Luceros y estrellas pasajeras perfilan en el aire su entrega y tu desnudez
Y al alba de una noche certera partido de un abrazo por una daga criminal
la sangre templada de Fernando destila entre tus manos y anuncia su fatal
‘En su agua calmaré
Este amargo dolor
Fernando, sálvame,
¿ya estás aquí, mi amor ?’
Calvario de pena y desconsuelo te arranca de tu lecho en delirio y vas al pozo a llorar
Locura de hiel en tus sollozos derraman en su cauce el mal sabor de tu pesar
Asomas a la boca profunda, sus ojos te sonríen serenos del perdón de Dios
Y cuenta Cristiano de Toledo que aullando con el viento quebrada se escucha tu voz.
Chelo R. Navarro