Acumulaciones
Tenemos muy poca conciencia de lo que poseemos y muy poca o ninguna de lo que nos resultaría conveniente poseer y no poseemos: inversión en el presente absoluto, dejar de proyectarnos hacia espacios y tiempos en los que no estamos y quedarnos quietos y tranquilos donde estamos, alegrarnos con la alegría de los que nos acompañan, jugar ‘seriamente’ todo el rato o la mayor parte del tiempo, porque cuando jugamos mostramos nuestra mejor cara y no engañamos a nadie.
Lo que te pasa si no juegas, si no te enganchas a las garras del momento, es que se te acumulan todos los movimientos y acciones que te sientes obligado a realizar en el futuro próximo inmediato, y esa acumulación termina acumulándose hasta formar un grano, un feo montón de pus que tratas de tapar y olvidar, pero termina estallando, y entonces tienes que desinfectar la herida y taparla y protegerla con una tirita, que según las instrucciones de la caja donde venía guardada, contiene nitrato de plata, o algo semejante, no puedo fiarme de mi memoria ni de todo lo que se me acumula, todo lo que queda aplazado echando a perder mi presente.
Le dije a Pablo esta mañana que parecía bueno y halagüeño que saliera el sol y la luz fuera más dicharachera y envolvente, después de todos estos días atrapados en el corazón de la borrasca, sin internet ni energía eléctrica, sin armas para enfrentarnos a los acontecimientos taponando la salida de todo aquello que se nos ha venido acumulando.
Máximo González Granados