Amor empaquetado. Por Mar Solana


Acababan de disfrutar de un rato de sexo apasionado. Yacían uno al lado del otro, pletóricos de entusiasmo y de feromonas. Él fue a preparar café y ella siguió allí, decúbito supino y sin decir palabra; pasmada, con los ojos muy abiertos y fijos en un techo plagado de contraluces juguetones. Hinchada, con los pezones tan rosados y turgentes como al principio. Él regresó recién duchado y oliendo a empalagosa gomina. Le besó sus rojos y abultados labios y depositó una taza humeante en su mesita de noche. Cogió un elegante cartapacio y se marchó a trabajar. No había transcurrido ni una hora cuando se volvió a escuchar la puerta. Una mujer vestida de forma sencilla, con un pañuelo anudado a la cabeza, avanzó con soltura por la estancia. Al pasar por el dormitorio la vio allí, igual de inerte e inflada que otras veces. La cogió de las hinchadas y rosadas piernas y la arrastró fuera de la cama sin piedad. Movió con soltura sus dedos detrás del cuello de ella, como si ya lo hubiera hecho más veces, y de repente un ruido de globo deshinchándose inundó el silencio y aquella mujer, antes desplegada y sinuosa como carretera de montaña, se fue arrugando como una pasa.
─ ¡Vamos, muñeca…debes volver a tu caja! Hay que ventilar esta
pocilga─ masculló la mujer de la limpieza mientras sus labios dibujaban un gesto cómico y su cabeza se movía hacía ambos lados.

(*) Relato finalista en el III Premio Algazara de Microrrelatos y publicado en “Cuentos Alígeros” por la Editorial Hipálage.

Mar Solana
Blog de la autora

7 comentarios:

  1. mamria dolores

    ¡Que bueno!

  2. Precioso relato. Es como un cuento de niños pero para mayores, con su nítido entramado de sexo, soledad e intolerancia. Mar, me ha enganchado tu muñeca empaquetada. Saludos JAG.

  3. entré en tu blog y me he quedado un poco así (lela) de tanta maravilla junta.
    He perdido la cuenta del tiempo que me he pasado allí, y cuando me percaté de ello ya se había hecho tarde. No encontré el lugar donde dejar mi comentario, por eso me he venido aquí. Pero no voy a decirte nada más porque creo que puedo resultar resundante.
    Un beso

  4. Ya lo había leído, Mar, pero me he vuelto a sorprender. Está genial.
    Es un relato a la vez divertido, sorprendente y sin duda «patético» (lo digo porque refleja muy bien algunos aspectos del ser humano).
    Muy bueno; es un relato muy bueno…

  5. ¡Holaaaaa a todos!! MARÍA DOLORES, GALEOTE, CRISTINA, MERCEEEE,

    No hay mayor satisfacción para mí que gente guapa como vosotros disfrute mis historietas…os puedo asegurar que no siempre me divierto escribiendo según qué historias; me refiero al hecho de meterte en personajes con carga dramática de la buena…esta es una de las historias con las que mejor me lo pasé, imaginándola y luego llevándola al papel (electrónico 🙂 claro).

    Merce: «patético» es la misma palabra que yo usé para describir este micro…

    Besotes para todos.

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