Estoy tan harta. Tan cansada. Agobiada. Cada día lo mismo. Gritos de corre, vístete y los tres niños en el asiento de atrás camino del colegio. Fui feliz, entonces, cuando mi vida era una caja de regalo por abrir. El día de mi boda, rodeada de todos mis amigos y familiares, un día perfecto. Y luego la rutina, los hijos, el trabajo, la casa, acumulándose por todos los rincones de mi alma. Sin disfrutar apenas. Sin ocio. Sin vida.
Mientras las veo a ellas, a quienes no tienen el agobio que yo tengo. Las envidio. Me gustaría ser como ellas. No tener lo que yo tengo. Descansar una noche. Dormir por completo, disfrutar de un café o del cine.
Hace tanto tiempo que no tengo un minuto de descanso que creo que necesito descansar.
Un puente… ¿Qué pasaría si me lanzase?
Brisne
Colaboradora de Canal Literatura en la sección «Brisne Entre Libros«
Ufff!!!
Lanzarse al vacío siempre atrae……