Soledad… ¿quién nos hizo pensar que eras mala?
Si yo nunca me he conocido tanto, como contigo.
Contigo, me he encontrado, me he oído, me he reafirmado, he aprendido… ¡y mucho!
Contigo, soledad, he descubierto que el desafío más grande es disfrutar de tu compañía… Disfrutar y ser feliz con lo que uno hace, uno piensa, uno siente… disfrutar uno, de uno… de sí mismo, del camino, de cada paso que da, de cada oportunidad que la vida nos brinda a cada segundo.
Contigo he entendido que la felicidad depende única y exclusivamente de uno… y si uno es capaz de estar feliz solo, será capaz de ser y hacer aún más felices a quienes le rodean.
Si estás en paz contigo, eres capaz de todo, de avanzar, perdonar, amar, dar…
Si estás bien contigo, los miedos se van.
Contigo he entendido que la mayor injusticia del mundo es responsabilizar a otro de tu propia felicidad.
Contigo, soledad, he sido más grande y más fuerte.
¿Cómo vas a ser negativa?, ¿cómo?
Por eso y por muchas razones más, antes de decirte adiós (o hasta luego), quiero decirte: GRACIAS.

Gabriela Vellio
Entradas relacionadas.

Me sumo a tu agradecimiento y a esa verdad tan difícil de no responsabilizar a los demás de lo que nos pase.
Un abrazo, Gabriela.