La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar.
Francis Scott Fitzgerald
Recibir la noticia del suicidio de alguien cercano es una de las más impactantes que se pueden recibir. Con la noticia, y el inicial desconcierto, se inician toda una serie de preguntas que pocas veces obtendrán respuestas. El vacío y el sentimiento de culpa campan a sus anchas y la sensación de que tal vez algo más se pudo hacer queda suspendida en el aire transformándolo en algo denso, pegajoso y casi irrespirable. Un diagnóstico médico no consuela, sino todo lo contrario. Los problemas de los demás acostumbran a parecer manejables cuando es otro el que los sostiene, y es así porque el escenario en el que ese tercero se mueve casi siempre está trucado por la distancia. Por eso, aunque se les dé mil vueltas a aquellas frases pronunciadas en los últimos tiempos; aunque se intente desgranar cada segundo compartido buscando alguna señal secreta (que nunca aparece) que dé algún sentido al desenlace, nada explica la tragedia que queda para aquel que sigue viviendo, estupefacto, a veces inconsciente, el derrumbe personal de otro. Porque la desventura no es para quien se quita la vida (a esa ya le puso un fin premeditado su propietario), sino para todos aquellos que quedan dando vueltas a un final que casi siempre se muestra incomprensible e imborrable.
Anita Noire
Interesante reflexión escrita en una prosa limpísima. Me encanta. Yo creo que ante noticias como esta, la del suicidio de alguien cercano a nosotros, siempre nos golpea la inmensa duda de si hubiéramos podido hacer algo; de si, con una actuación diferente por nuestra parte, hubiera cambiado algo, es decir, hubiera evitado el destino trágico de esa persona.
P.D. La cita de Francis Scott Fitzgerald es buenísima.
Poco actos someten al ser humano a tal estado de impotencia y frustración como el del suicidio de alguien cercano.
No podías haber elegido Anita un título más preciso ni unas palabras más acertadas.
Interesante leerte. Gracias.
En efecto, la noticia de un suicidio no se borra, ni se entiende, ni deja palabras porque todo es vacío y estupefacción.
Un abrazo fuerte.