Nada más que palabras. Por Dorotea Fulde Benke

palabras japones

En Occidente subestimamos muchas veces el poder de las palabras y creemos que es fácil borrarlas con una disculpa. Sin embargo, al pronunciar una palabra activamos una fuerza enorme tanto en el sentido positivo como en todo lo contrario. Oriente lo tiene más claro y el Kotodama japonés es la enseñanza suprema de ese poder. Para ellos, cada partícula o sílaba de una palabra transmite mucho más de lo que conscientemente se tiene en cuenta. Como ejemplo os diré que no suelen regalar flores a una persona enferma porque una de las sílabas de ‘ramo de flores’ coincide en japonés con el número cuatro, una palabra que en otro contexto significa ‘mala suerte’. No sé si un cuidado tan exquisito está al alcance de cualquiera, sobre todo en nuestro entorno endocultural, pero escuchando la verborrea barata y malsonante de los coloquios y talkshows televisivos no vendría mal al menos que pensaran antes de hablar. Y para terminar, un proverbio chino: Antes vuelve una mosca a una boca abierta que una palabra una vez dicha.

Dorotea Fulde Benke
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