PEQUEÑA HISTORIA DE AMOR
La conocí en uno de nuestros viajes al Paraguay, tenía castañuelas en la voz y en la mirada y ofrecía con especial encanto «chipa calentito, mi reina».
En aquel viaje la vi varias veces, le compraba chipa y ella me contaba con fresca alegría que su novio era el mejor, que era un paraguayo loco, loco.
Después de tres o cuatro años, en otro viaje, la volví a ver, nos reconocimos enseguida y entre chipas y sonrisas le pregunté por el «paraguayo loco»; su mirada se apagó como la de una cortesana abandonada.
Prometí volver al día siguiente y cumplí. Nuevamente tenía castañuelas en su mirada, me señaló a un pequeño que jugaba en el suelo y me dijo: «es mi amor, mi vida, también va a ser un paraguayo loco».
Nos reímos y cuando me iba me gritó: «eh… mi reina… ¡soy feliz!».
Y le creí.
Betty Badaui
Argentina
Gracias por arrojar mi relato.
Feliz Año 2017 a Canal-Literatura, sus integrantes y seguidores.
Desde Rosario, mi ciudad, va el abrazo.
Betty
Un relato muy hermoso que dice mucho en pocas palabras. A veces no hace falta más.
Un abrazo grande.
Gracias, Elena, por la lectura y posterior comentario.
Te cuento que al dejar mi agradecimiento me equivoqué y puse «arrojar» en vez de «alojar», ahora me di cuenta.
Desde Argentina va mi cordial abrazo
Betty