Para Haddass… con el deseo de que todo se arregle muy prontito 😉
«Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla». Paulo Coelho.
«Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree». Paulo Coelho.
El sábado estrenamos mes: septiembre. Tras un muy tórrido verano, este mes se presenta algo más amable en lo que a temperaturas se refiere; la cabeza ha vuelto a sus quehaceres con el pensar, el alma respira aliviada y el cuerpo duerme otra vez del tirón (si no hay luna azul o ‘llena’ de preocupaciones).
Septiembre es el mes de recoger las cosechas, la naturaleza va tomando un nuevo impulso y el campo declina su verdor en pro de una vestimenta más adecuada para la nueva estación: camisolas ocres, fajines burdeos y pañuelos pajizos. Y si hay suerte y el agua de la lluvia le ayuda a matizar más los colores, podrá extender una alfombra firme y segura hacia el natural reposo del invierno. Para la cultura celta (muy sabia ella), septiembre era el mes de la ‘esperanza’ y la ‘renovación’ de la vida y se regía por el cultivo de la vid, protagonista de todas las fiestas y rituales sagrados–en la antigüedad se coronaba a los dioses y a los héroes con hojas de parra–. Los celtas conocieron su existencia a través de los romanos e incorporaron el producto de sus frutos a sus prácticas mágicas, pues consideraban que ingerir vino abría las puertas al mundo de los duendes y de las hadas. Pero también al de las entidades malignas si no se hacía en su justa medida. En este mes se preparaban para recolectar lo sembrado, mientras Beltane, Dios de la Vida, les hacía su guiño de uva y mosto desde todos los rincones de su Olimpo de parras.
Como datos curiosos os diré que:
– En el hemisferio sur, desde el punto de vista de las estaciones, septiembre (comienzo del otoño) equivale a marzo (comienzo de la primavera) en el hemisferio norte, y viceversa.
– La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) empezó y terminó en septiembre.
– Según el calendario de las ‘Doce Noches Santas’, la novena noche, del 1 al 2 de enero (año nuevo), se corresponde con el signo zodiacal de virgo y con el mes de septiembre. Quizás por ello, muchas personas tienen la sensación de un primer ‘año nuevo’ cuando comienza septiembre, ¿y si nos tomáramos las doce uvas el 31 de agosto e iniciáramos nuevos proyecto en septiembre?
– Cada año, septiembre comienza el mismo día de la semana que diciembre. Este año ha tocado el sábado, día de la semana que se corresponde con Saturno. Saturno es el planeta de la sabiduría, de las tradiciones sociales y culturales, de las transformaciones espirituales lentas pero seguras y curiosamente del cultivo de la paciencia…
Porque para recoger la cosecha se necesita un fruto muy especial que tendremos que sembrar con antelación: la paciencia. Debemos contemplar que no todas las siembras dan su fruto, ni todas las semillas son aptas para ser enterradas y… esperar. La paciencia debe estar madura, con sus hojas verdes y relucientes y su interior jugoso y repleto de vida. La paciencia madura no se queda en el pasado, se deja llevar por lo que traerá, de forma irreversible y natural, la próxima cosecha.
Ya os conté en una ocasión que tengo un jardín en mi Luna donde cultivo palabras; las guardo en cajoncitos de plata, espejo y cristal… Acabo de sacar un billete en un ‘cohete exprés’ para ir a recoger mi cosecha, todos los años hago mi siembra especial. Me ha dicho un lunar, no de esos que salen en la piel, sino un habitante de mi Luna, que ya me esperan unas cuantas letras impacientes por su recolección, incluso algunas ya han tenido más que palabras 😉
¿Y tú, qué has sembrado este mes?
Mar Solana
Blog de la autora
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Palabras desde mi luna»
marsolana@canal-literatura.com
Me ha encantado esta lectura… me has relajado septiembre…me has sembrado paciencia..lo veo todo distinto. Gracias
Gracias a ti por leer y compartir, Ana 😉 Me alegra mucho haber contribuido con mis letras en tu bienestar. Además de paciencia, nos va a hacer falta también algunas semillas de optimismo. Un abrazo.
Para mí septiembre es el inicio del año como tú dices y además soy virgo así que voy a beber un poco de vino (no mucho) a ver si puedo entrar en ese mágico mundo de duendes y de hadas que confieso que me encanta y me maravilla.
Un beso
Hola, teriri:
El buen vino, con mesura, es una de las mejores cosas que descubrieron nuestros antepasados para entrar en esos mundos mágicos que a la razón o a la mente (por estar demasiado apegadas a su realidad) se le escapan… Sí, septiembre es un buen mes para iniciar proyectos; más adelante podremos bebernos los frutos 😉 Un abrazo.
Gracias por dedicarme esta preciosa entrada y además a mi seudónimo más soñador: Haddass que conjuga a las tres haditas más lindas que conozco, Flora Fauna y primavera.
Creo que gracias a la paciencia, como bien dices, este mes estoy sembrando nuevos sueños con mucho mimo.
Ojalá querida amiga todos tengamos una buena cosecha y podamos celebrarlo juntos.
Un fuerte abrazo
Hoy Haddasscontenta:)
Hola, brujita 🙂
Sí, esas haditas de ‘La Bella Durmiente’ son entrañables 😉 Nadie mejor que tú para hablar de esa paciencia que tantas veces has cosechado, ¿verdad?
Un enorme beso ¡viento en popa! 😉
Hola Mar:
Septiembre, un mes mágico de ilusiones, también de inquietudes y de renovación, pero más que nada de siembra para nuevos proyectos. Y sobre todo paciencia, mucha paciencia en el empeño.
De todas esas fechas de la historia, algunas fatídicas por desgracia, me quedo con las fiestas del vino pero sin esperar a que éste madure, bien sean de los celtas o de los romanos ¡lo mismo me da! por lo menos te alegran la vida.
Por cierto Mar algún día tomaremos un vinito ¡no te parece! Ya sabes que esta vez invito yo.
Que tus sueños se hagan realidad amiga. Te envío un fuerte abrazo.
En septiembre nacieron algunas personas voluntariosas que aprecian a la buena gente y a las escritoras con pulso sereno y letra dulce. Este mes voy a plantar una semilla de alegre resignación junto con una vareta de melancolía por los que faltarán en el decorado alrededor de una tarta.
Sigues poniendo a prueba al vecindario con tu fértil luna.
Estupendo, Mar.
Mi querido Juan:
¡eso está hecho!! 😀 Sí, la paciencia es una de las mejores siembras que podemos hacer; ella es un gran árbol, generoso y complaciente, y los deseos se acercan más a nuestros sueños…
Un montón de besotes.
Hola, Atticus:
También yo conozco a muy buenos escritores que han nacido en septiembre 😉 Sus letras son como una buena cosecha de uvas, ¡menudo buen vino destilan!!
Un abrazo, Atticus… No dejes que la melancolía se repantingue en tu sillón predilecto 😉