Por fin puedo decirlo:
El día 21 de diciembre, a las siete de la tarde, el mundo leerá poesía en simultáneo. No nos conectaremos a través de la red, ni nos colaremos en la televisión para airear nuestros versos (solo somos ―me incluiré con la boca pequeña― poetas, no ingenieros de telecomunicaciones); pero sí tenemos la intención de abrirnos al mundo y ofrecer nuestras palabras, habitualmente escondidas en un cajón o entre los pliegues de un libro inédito, para ayudar en la medida de nuestras posibilidades a quienes lo están pasando mal.
El día 7 de noviembre recibí un mensaje. Una poeta gallega me contaba con entusiasmo su idea de realizar un recital solidario con el fin de recaudar fondos para los comedores sociales de las ciudades participantes. «Son muchas las que ya se han sumado, incluso de fuera de España» me dijo con su acento coruñés. «¿Querrías tú organizarlo allí?»
Evidentemente, no pude decir que no, así que al momento empecé a escribir a todos los poetas que conozco, que no me hicieron esperar; a buscar la asociación que se encargara de gestionar la recaudación; un espacio que nos acogiera, y, por qué no, músicos que acompañaran a nuestras voces y amenizaran el acto.
Tras unos días de bastante estrés, ya puedo casi asegurar que todo va viento en popa, y que el 21 de diciembre, a las siete de la tarde, os esperamos en la última planta de La Casa del Libro, rozando las estrellas, donde leeremos nuestros versos Ana Álvarez Barroso, Amalia Campos, Paco Carrascal, Juan Clemente, Ramoni Conde, Isabel Fernández Conejero, Gabriel Gil, Emilio Gómez-Caminero Parejo, Pedro Luis Ibáñez Lérida, Rafa León, Alejandro Lérida, Juan Carlos Macías, Luna Márquez, Santiago Mogica, Fernando Parrilla, José Quesada, Carmen Rodríguez, Manuel Vilches y una servidora, acompañados al piano por Mariano Alda y a la guitarra por el cantautor sevillano Alfonso del Valle. Muy malos tenéis estar para no venir.
Aun así, y deseando una pronta recuperación a quienes se encuentren en esa tesitura, hemos pensado en todo, así que en el cartel tenéis el número de cuenta para adquirir vuestra entrada fila 0 y el resto de los datos para que no se os olvide nuestra cita.
Lo que no os he contado es que, cuando Branca Vilela me llamó, me dijo: «Es que Vicente no puede». Y yo me pregunté: «¿Y quién será Vicente?». Entonces fue cuando descubrimos que ella pensaba que estaba hablando con alguien de Salamanca. Así que, sin comerlo ni beberlo, me vi envuelta en esta extraordinaria historia que ya no tiene marcha atrás y que esperamos sea solo el principio de una hermosa amistad.
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Elena Marqués
Fantástica esta iniciativa, y que en tu tierra te la encomienden a ti, más maravilloso aún. Yo participo en el de Murcia.
Será cierto que la Poesía nos hace mejores, más generosos.
Muchos besos.
En Murcia no podía realizarse sin ti.
Es un honor que leamos nuestros poemas simultáneamente tanta gente en todo el ancho mundo y que la palabra sea más útil aun que otras veces.
Miles de besos.
Fantástica iniciativa. La mejor manera de reconducir la pasión por la palabra.
Felicidades por el proyecto, Elena.
Un abrazo de los fuertes.
¡Qué buena idea, Elena!
La poesía ha de servir para algo más que para tenerla en un cajón o para regalarnos los oídos o para erizarnos de nostalgia en las tardes lentas del domingo -¡que también!
Espero que sea un éxito. Yo ya invité a mi numerosa familia sevillana, que vayan a disfrutar y a colaborar.
Besos
Muchas gracias, Gervasio. Aunque la idea no ha sido mía, sino que viene del norte, como todo lo bueno, la hemos acogido con el deseo de tratarla bien, tanto a la iniciativa como a la poesía. Como dices, no está mal sacarla de los cajones y airearla de vez en cuando, aunque para mí sigue siendo mágico el momento en que un verso te sorprende en la luminosa soledad de tu habitación.
Muchos besos.