El libro
Prólogo de David Ojeda
Introducción de María Pilar Martínez Barca
Fando y Lis tiene una gran historia en mi vida. Primero, por la sorpresa de leer un texto que me sobrecoge siempre, por la hermosa historia trágica que narra; segundo, porque, por encima de todo, acontece una suculenta historia de amor; y tercero, y no último, como pulso de una buena tragedia, siendo el ánimo paradójicamente nacido de su lectura, para mostrar que se puede amar por encima de la vida o cómo contener todo el amor que cabe en un cuchillo afilado… No quiero dar muestra de falaz poesía, sino hacer ver una obra que habla del amor, de la muerte, del viaje, temas que enmarcan grandes historias que se dan dentro de la tradición teatral y literaria de nuestra fábula occidental. Fando y Lis tuvo amor, no voy a decir muerte, pero así está, latente, por no ser retomada en mi propósito creativo posteriormente, como a veces hacen muchos directores; no vive, pero no está olvidada, no muerta, como Lis… Pero, sobre todo, debo decir que me supuso un enorme viaje como creador, como amante del texto y como paciente labrador de su genial y necesario momento, pues sabemos que las tragedias se sirven lentas…
David Ojeda
El autor
Fernando Arrabal, nacido en Melilla en 1932, aprendió a leer y a escribir en Ciudad Rodrigo. Desde su adolescencia no ha cesado su búsqueda-huida de su padre y su trágico destino. Esta constante pesquisa ha permitido al autor permanecer siempre alerta gracias a su obra gozosamente lúdica, rebelde y bohemia… Es el síndrome de nuestro tiempo de campos de concentración y alambradas (Diccionario de las literaturas, Ed. Bordas). Arrabal es un solitario. Su inconformismo es un hándicap y un privilegio. El dramaturgo Arrabal (Teatro completo, en dos volúmenes de más de cuatro mil páginas: Colección Clásicos Castellanos de Espasa en edición de Francisco Torres Monreal) ha publicado trece novelas, varios centenares de libros de poesía (ilustrados por Dalí, Magritte, Picasso o Saura), ensayos, libros de ajedrez y su famosa «Carta al General Franco» en vida del dictador. Ha dirigido también siete largometrajes de culto. Fue premio nacional de superdotados a los diez años y Nadal de novela cuarenta después. A pesar de ser uno de los escritores más controvertidos de su tiempo ha recibido el aplauso internacional por su obra: el Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, el Nabokov internacional de novela, el Espasa de ensayo, el World’s Theater, el Mariano de Cavia de periodismo, el Wittgenstein de filosofía, el Alessandro Manzoni de poesía, la Legión de Honor francesa o el título de Doctor honoris causa por la Universidad Aristóteles. Tras permanecer tres años en el grupo surrealista, Arrabal, con Topor y Jodorowsky, creó el movimiento Pánico. El 20 de abril de 2000 fue alzado por los millares de miembros del Colegio de Patafísica al rango de Trascendente Sátrapa, como en su día Marcel Duchamp, Raymond Queneau, Man Ray, Boris Vian, Ionesco y Max Ernst y como hoy Umberto Eco, Baudrillard o Dario Fo. La última obra de teatro de Arrabal, Carta de amor, Premio Nacional de Literatura (que en España se ha visto durante estos últimos años con la prodigiosa interpretación de María Jesús Valdés) –publicada en la editorial Libros del Innombrable—, se representa actualmente en el mundo con la misma acogida que las primeras obras arrabalianas escritas por el autor en su adolescencia: Pic-nic o Fando y Lis. Fernando Arrabal comenzó a publicar sus definiciones, jaculatorias y arrabalescos en la prensa internacional hace cuarenta años.