«Bienalados»
A los amigos de Canal Literatura
Se trata de la primera de mis novelas que me he atrevido y he tenido la necesidad de publicar. Tengo tres o cuatro más, terminadas, buceando todavía por los cajones de casa, en los que precisamente cohabitaron con las sesenta primeras y embrionarias páginas de la que ha resultado ser mi ópera prima.
La empecé a escribir hace años, como entretenimiento, y se quedó encallada en uno de sus capítulos para ir cocinándose en mi interior muy lentamente, sin prisas. Pasaron años y episodios en mi vida, y no fue hasta un pequeño terremoto en el que colisionaron las placas tectónicas de mi rutina y de lo imprevisible que me di cuenta que la novela se venía, que quería salir de una sola tajada a la luz. En menos de un mes fue tomando cuerpo, había madurado lo suficiente en mi interior para salir al encuentro del papel. Fíjate que el arrebato de la escritura me vino de una forma tan determinada y contundente que en ocasiones en el ferrocarril, rumbo hacia el trabajo o a la vuelta de éste, tenía que ponerme escribir en el teléfono móvil algún parágrafo que me asaltaba la punta de los dedos con la reivindicativa intención de ser plasmado. Más de un capítulo, por el sueño y mi torpeza con los terminales telefónicos, desapareció en aquellos trayectos “in itinere” al no alcanzar a guardarse correctamente, y supongo que su espíritu debe vagar, de alguna manera, por los raíles del tramo que va de Barcelona a Sant Cugat.
“Bienalados” narra, envuelta por el manto del realismo mágico, las vicisitudes de la familia protagonista que da nombre al libro, arrancando cuando Leopoldo, el hijo mediano de la saga y aprendiz de poeta, recibe un telegrama paterno que le exhorta a regresar al olvidado pueblo de Arrielo, para contraer matrimonio con la que ha sido hasta la fecha amante oficial de su hermano mayor Evaristo, del que se halla embarazada.
“Bienalados” es un cuento novelado, que a su vez contiene otros pequeños cuentos en su interior, como si se tratara de una Matryoshka; tal vez la novela en si es otra novela dentro de una novela mayor que es mi propia existencia, y a su vez ésta se halla en el interior de la novela que configuran el maderamen de vidas con las que me relaciono. Escribir es un ejercicio muy parecido a soñar, sobre el papel se deja, de forma cifrada o deformada, la realidad que nos habita o ha habitado. Resulta también un ejercicio digestivo, ayuda a entender o a tomar distancia y perspectiva de las cosas que nos rodean y nos pasan. Su pretensión no es otra que sumergir delicadamente, de forma ágil y entretenida, en el entramado que las voces de sus personajes van perfilando en un ejercicio coral perfectamente sincronizado, como si se tratara del mecanismo de un reloj. Quiere transportar al que la lea, de la forma más verosímil e imaginativa, a la surrealista cotidianidad de los pintorescos personajes que la pueblan. Escribiéndola y dándole forma me convierto en la guía de ese viaje turístico al Realismo Mágico, o en la cocinera del menú de sabores e imagenes que es «Bienalados».
Fátima Beltrán Curto
Fàtima Beltrán nace en Tortosa, se licencia en Derecho por la URV y se instala en Barcelona para vivir redactando demandas y poder dar vida a relatos e historias como las que ahora se han puesto a la venta.
Presentaciones:
El 20 se septiembre Fátima presentará este libro en Tortosa, su ciudad natal, a las 19.30 en la biblioteca Marcel. lí Domingo.
El próximo 17 de octubre a las 19 horas en la Casa del Libro (Paseo de Gracia en Barcelona)
Puedes comprarlo en La casa del libro.