El libro
Doris Puente fue abogada, creía en las palabras y buscó siempre la belleza en la justicia. Cuando descubre que va a morir, decide visitar por última vez a su hijo menor, un escritor que ama el caos y la noche, y vive en Madrid. Juntos realizarán un último viaje en un intento por reconocerse después de muchos desencuentros. Será entonces cuando ella escribirá el epílogo de su vida, con Bob Dylan como música de fondo, en las carreteras y pueblos de Galicia.
Más que un libro de duelo sobre el dolor y la muerte, este emocionado relato es una historia de formación y de lucha, que tiene como fondo una crisis económica inaudita en España y el azote demencial del terrorismo en Perú. Pero Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es, sobre todo, la victoria de lo luminoso en lo oscuro, un retrato de una mujer que luchó contra la injusticia y deseó la inmortalidad en el lenguaje, vocación que ella misma contagió a su hijo, el escritor Sergio Galarza Puente.
En Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre, Sergio Galarza radicaliza su trayectoria literaria, que se instala –ya sin la máscara de la ficción– en la escritura confesional. Enmarcada en la llamada «literatura del duelo» y con el Perú de Sendero Luminoso como inquietante telón de fondo, Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es un autobiográfico y despiadado relato, en el que el escritor peruano relata la silenciosa gesta de su madre, que decide enfrentar un cáncer sin comunicárselo a sus hijos, agrandando así el mito imperturbable de matriarca que había ido forjando año tras año. Huyendo en todo momento del efectismo sentimental y de los detalles truculentos, Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre ilustra perfectamente esta reflexión de Sergio del Molino (Babelia, mayo de 2013): «La actual renovación de un género durante mucho tiempo vilipendiado, el memoir de duelo, es quizás un síntoma de que algunos escritores queremos reconquistar el territorio que ahora saquean los gurús y los depredadores de lo cursi».
Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es el ajuste de cuentas de Sergio Galarza con las cosas que quedaron flotando en el aire y pendientes de decir («Blowin in the Wind») tras la muerte de la madre. Como escribió Edmundo Paz Soldán: «captura una verdad profunda de las relaciones afectivas: solemos fallarles con frecuencia a los seres que más queremos, precisamente porque los queremos y sabemos que de todas maneras estarán ahí para nosotros».
Las «novelas de duelo» son un género literario de larga tradición (que alcanzó quizás su máxima altura en Mi madre, in memoriam, de Richard Ford en 1988), pero también de saludable actualidad en nuestros días, como demuestran la gran aceptación crítica y de público de obras como La muerte del padre, de Karl Ove Knausgard; La hora violeta, de Sergio del Molino; El comensal, de Gabriela Ybarra; o Mi libro enterrado, de Mauro Libertella. Son historias que conectan con una diversa y amplia comunidad de lectores, más aún si, como pasa con Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre, consiguen, apenas se pasan las primeras páginas, ganar la confianza del lector, gracias seguramente a su poder de penetración y a su apuesta por la claridad expresiva (lo que Ezra Pound llamaba la «moralidad de la precisión»).
Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es el retrato de una de esas heroínas anónimas que te reconcilian con el género humano y dan sentido al mundo: una mujer que en un país devastado (el Perú de los noventa, azotado por el terrorismo de Sendero Luminoso) lucha sin tregua contra las injusticias (llegó a ser amenazada por el narcotráfico) y saca adelante a una familia, sacrificándose para que sus hijos no crezcan en un hogar dividido y animándolos a que busquen su futuro, aunque sea lejos del país destruido donde nacieron.
El desencuentro entre padres e hijos es otro de los temas centrales de este peculiar libro, como ya apunta el llamativo título. «Blowin’ in the Wind» es la canción que descubre Sergio Galarza en la última entrada de la agenda de su madre: la música de Bob Dylan, que no conoce fronteras espaciales ni temporales, se convierte en la metáfora perfecta de esa sensibilidad melancólica y disconforme en la que se reconocen finalmente la madre y el hijo protagonistas.
Además de una novela de duelo, Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es una descarnada y muy honesta novela de formación, de trama muy atractiva y versátil: el proyecto de vida frustrado de un futbolista amateur, la estética sucia de los skaters, la experimentación con las drogas, el descubrimiento identitario de la cultura indie, los desencuentros amorosos, la experiencia sórdida y estimulante de la emigración, el sueño finalmente consumado de convertirse en escritor en Europa. Pero, sobre todo, es la historia de cómo se forja una vocación, la de escritor: cuando Sergio Galarza «decide hacer de su dolor la escritura» y el oficio de su vida.
Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre es, sin duda, una novela de madurez. Aunque escrita con la rabia y el desenfado provocador que caracterizan el estilo de Sergio Galarza, su voz es aquí mucho más nostálgica, autorreflexiva y llena de matices: la indisimulada fragilidad cuando habla de su madre, la arriesgada lucidez cuando escarba y busca respuestas en la pérdida y en la muerte, conmueven hondamente al lector.
El autor
Sergio Galarza (Lima, 1976) es autor de libros de cuentos como Matacabros, La soledad de los aviones o de la elogiada trilogía, publicada por Candaya, sobre Madrid y la soledad en las ciudades contemporáneas: Paseador de perros (2009, Premio Nuevo Talento FNAC), JFK (2012), La librería quemada (2014). Ha colaborado en revistas tan prestigiosas como Etiqueta Negra, Letras libres o El Estado Mental.
Sus relatos han sido recogidos en diversas antologías y hoy vive una fase de consagración en su trayectoria como narrador, como confirman las elogiosas críticas que ha suscitado Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre en Perú y Chile.
Presentación de la novela Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre, de Sergio Galarza, en la Librería Antígona, de Zaragoza (c/ Pedro Cerbuna, 25). Viernes 17 de marzo, 20 h. Sergio del Molino presentará el libro y conversará con el autor.