Cambio de planes. Por Brisne


“Hoy, bajo la pálida luz de esta tarde de octubre, mientras el cielo, abatido y ausente, se escurre lentamente por los tejados e inunda los sótanos de la nostalgia, he abierto sin saber por qué los álbumes de las fotografías y con ellos la puerta entreabierta de un pasado sin rostro.”

Hay libros que llegan a nuestras manos de modo imprevisto. Normalmente uno caza o pesca en las estanterías de las librerías que en cierto modo habitamos. Pero este no, este llego a mis manos de un modo insospechado, regalo del autor. Soy una mujer con suerte. Primero por haber tenido la oportunidad de leer los doce cuentos que integran el volumen. Segundo por haberlos podido disfrutar. Algunos de ellos me han encantado, he sentido la envidia insana de leer palabras y párrafos que hubiese querido escribir algún día. Esas ideas bien trabadas llevadas hasta un final insospechado en casi todos ellos.

A propósito de los relatos que Luis Borrás nos pone en las manos, me gustaría señalar algunos de ellos preciosos por el tema y por el tiempo que nos imponen. El relato que abre el volumen se llama “Lo que cuenta una mano cortada” y he de decirles que es uno de los que más me ha gustado, imaginen ustedes entender una vida a través de una fotografía en la que una mano cortada nos cuenta el abandono de un padre y cómo golpea la vida de los abandonados, fotografías que nos golpean también en otro relato “Mariona”.

Los personajes abandonados o que sufren abandono abundan en estos relatos que nos plantean la vida desde su abandono o su búsqueda. Es una forma diferente de mirar la vida. Normalmente no nos paramos a ver el abandono, que nos golpea de diferente manera a cada uno, es una sensación que recorremos a lo largo de estos relatos.

Hay dos relatos que también me han gustado especialmente, “Pecados Capitales” y “Sopa de letras”, poco o nada tienen que ver uno y otro. Pese a que la suerte –que también aparece de un modo u otro en otros relatos- marca su tiempo. En “Pecados Capitales” un actor venido a menos tiene la mala suerte de acabar siendo enredado por un programa de televisión, una admiradora y su marido, el pobre hombre se ve inmerso en una historia absurda sin comerlo ni beberlo. En “Sopa de letras” el protagonista resuelve un rompecabezas que le suena a disparo en el estómago.

A mi me han gustado mucho. No duden en buscar el libro y leerlo, no se pierdan ni uno solo de los relatos. Cada uno tiene su pálpito, en algunos dibujarán una sonrisa, en otros una lágrima. Es lo bueno que tiene la literatura, nos emociona.

Brisne
Blog de la autora

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